Funciones basicas del pacto social


El contrato social
la idea de un contrato o pacto entre todos los miembros de la sociedad, en su condición de libres e iguales, se convierte en el modelo de justificación política más utilizado.
La teorla del pacto social describe una situación inicial, un estado de naturaleza, para a partir de ahí explicar la necesidad del Estado
La tradición liberal
El individuo constituye el núcleo de la actuación política, garantizar su libertad de actuación estableciendo un marco legal que proteja sus derechos
Las funciones básicas de este Estado liberal serían las siguientes:
– Proteger la vida de sus miembros.
– Mantener la seguridad.
– Reducir el miedo y la incertidumbre.
– Crear la paz civil.

– Asegurar el derecho de propiedad.
– Facilitar el comercio.
El Estado constitucional y democrático
El Estado ha de ser constitucional donde existe unas normas equivalentes, que limitan los poderes estatales con el fin de evitar, los abusos de los gobernantes.
El Estado liberal de derecho dio paso al Estado liberal y democrático de derecho la sociedad civil
La aparición del Estado como un organismo autónomo dentro de la sociedad moderna ha provocado la necesidad de distinguir lo público estatal y lo público 00 estatal. Este último es el ámbito de la sociedad civil como conjunto de instituciones Y mecanismos de coordina­ción social no dependientes del sistema administrativo estatal. El Estado se convierte entonces en el espacio de lo político, y la sociedad, en la esfera despolitizada de las personas Y sus actividades.
la sociedad civil comg sociedad comercial
el Estado es una institución que surge del conflicto de intereses entre los miembros de la sociedad y su fin básico es asegurar el crecimiento económico del que depende la riqueza de las naciones. De ahí que el Estado deba limitar su actuación a facilitar la producción, hacer respetar las leyes y el orden, proteger la propiedad, 19 defensa exterior, etc
la sociedad civil se compone de indivi­duos movidos por su propio interés y con una propensión al intercam­bio, surgida a su vez de la búsqueda del mutuo beneficio. De esta pro­pensión deriva la aparición del mercado .

La sociedad civil como sistema de necesidades


considera entonces como un sistema de necesi­dades que integra la economía, las relaciones laborales, las asociacio­nes gremiales, etc. En ella, los ciudadanos se relacionan sólo como in­dividuos privados, aislados entre sí, y sin otra motivación ‘que la satisfacción recíproca de la sociedad civil es una esfera incompleta y parcial, y por eso precisa del Estado, verda­dero representante del interés común y del bien público.
Liberalismo político y liberalismo económico
El liberalismo político se centra en la idea de que los seres huma­nos deben ser libres para seguir sus propias preferencias en los asuntos religiosos, económicos y políticos, lo que supone límites y controles al poder estatal.
El liberalismo económico entiende el mercado como mecanismo básico de coordinación social. El papel del Estado consiste en permi­tir que el mercado cumpla su función dé determinar los costes y pre­cios y de distribuir equitativamente los beneficios, sin pretender intervenir en él.
2. El Estado social
La tradición socialista
Conduce al socialismo a controlar el mercado. Bienes económicos deben de estar en manos de la sociedad considerada como totalidad y ser administrados en interés de todos para asegurar la igualdad social.
Dos socialismos
Las estrategias para alcanzar esta igualdad social han seguido casi desde sus comienzos dos caminos diferentes: el socialismo científico o comunismo, y el socialismo reformista, también conocido como socialdemocracia .
Socialismo científico o comunismo. Marx. rechazar la idea liberal de un Estado con poderes muy limitados.
– Supresión del mercado y socialización de los medios de producción
– Abolición de la propiedad privada y, con ella, de la diferencia de clases sociales.
– Destrucción revolucionaria del Estado .
Socialismo reformista o socialdemocracia. Bernstein la intervención del Estado, pero sin
romper sus bases democráticas y liberales.
Los objetivos de la socialdemocracia serían:
– Subordinación del mercado a las necesidades sociales.
– Control de la economía e intervención en ella, restringiendo la
propiedad privada.
– Distribución social del poder político, fortaleciendo el Estado de­mocrático .
En la actualidadsolo esta última posibilidad parece viable.
El Estado social de derecho
El Estado social de derecho incluye en el sistema de derechos funda­mentales no sólo las libertades individuales, sino también la preocupa­ción por la igualdad social. Para ello, desde finales del siglo XIX, hasta nuestros días, el Estado ha ido asumiendo un papel cada vez m~ acti­vo en la sociedad civil, principalmente por dos razones:
Como respuesta a las exigencias de la justicia social, para hacer real la igualdad de oportunidades. Ello lfeva a la expansión progresi­va de los servicios sociales: educación, asistencia médica, protección de la vejez, del desempleo, de los grupos más débiles; redistribu­ción de la riqueza mediante una política fiscal; seguridad social y pensiones de jubilación .
Como respuesta a los problemas propios del sistema económico.
La economía requiere una coordinación estatal para asegurar la efi­cacia y evitar las tendencias a la crisis. El aumento de la producción y la expansión de la demanda interna exigen, entre otras medidas, una política de pleno empleo, la función directiva del consumo me­diante la política fiscal, la creación de empresas públicas y el aumen­to del gasto público.
En resumen, el Estado social, que ha tomado históricamente la forma de Estado del bienestar, intenta garantizar la satisfacción de ciertas necesidades básicas, para lo cual ha de ser eficaz económica­mente.
En esta nueva concepción del Estado se trata de asumir, como tarea propia, la protección de los derechos humanos de segunda genera­ción, es decir, los derechos sociales, económicos y culturales. Con lo cual, el «imperio de la ley», que define al Estado liberal, incluye ahora una preocupación central por las cuestiones distributivas y la justicia social. De ahí que a partir de la Segunda Guerra Mundial los Estados actuales puedan caracterizarse por una economía mixta (privada y pú­blica), una política liberal y un sector de bienestar social.
4. La recuperación de la sociedad civil
1. Los límites del Estado
• El Estado del bienestar ha ido degenerando progresivamente en un Estado benefactor que, con grandes dosis de paternalismo, ha re­ducido la iniciativa privada a la mínima expresión. La sociedad civil se ha convertido en una especie de cliente que espera resignado la solución a todos sus conflictos por parte de un Estado cada vez más extenso. Como resultado, los ciudadanos adoptan una actitud de dependencia pasiva que más les asemeja a súbditos o vasallos que a personas libres y responsables.
• Este aumento de las competencias del Estado trae consigo un crecimien­to de la burocracia, un aumento desmesurado del poder administrativo, sujeto sólo a las decisiones de los expertos y ajeno a cualquier tipo de responsabilidad política. Ello conduce a una separación cada vez ma­yor entre gobernantes y gobernados, con lo cual el poder político deja de ser comprensible desde la idea original del contrato social.
• La soberanía estatal es insuficiente para hacer frente al hecho indis­cutible de la globalización, esto es, a la internacionalización de la actividad política, social y, sobre todo, económica. Ni la información, ni la protección del medio ambiente, ni la política económica son ya un asunto de cada Estado en exclusiva.
2.

Una nueva sociedad civil


La sociedad civil se entiende como aquella dimensión de la socie­dad que se compone de una trama de relaciones, de un conjunto de asociaciones que abarcan desde la familia, las Iglesias, los grupos de amigos, las asociaciones culturales o de vecinos, a organizaciones cívicas internacionales: humanitarias, ecologistas, pacifistas, etc.
Todos los autores que tratan del tema convienen en afirmar que el elemento distintivo de todos estos grupos es que no están someti­dos a la coerción del Estado. sino que se trata de asociaciones forma­das por lazos de cariño. fe religiosa. amistad. o por proyectos comunes no políticos. como es el caso de las asociaciones de vecinos o las orga-
nizaciones cívicas.
• Autores como John Keane entienden que la sociedad civil es la di­mensión no estatal de la sociedad en su conjunto; y que, por lo tanto. incluye el poder económico en su funcionamiento .
• Autores como Jürgen Habermas, André Gorz y Michael Walzer creen. por el contrario, que la sociedad civil se distingue tanto del poder estatal como del económico. Es un espacio de cooperación. sin coerción estatal ni intereses económicos. y que se rige por
lazos de solidaridad.
Uno de los grandes problemas que se plantean entonces es el de
determinar las relaciones de la sociedad civil con el Estado. Para resolverlo. los autores mencionados han propuesto los siguientes puntos:
• Es la sociedad civil la que legitima al poder político.
• A ella corresponde controlarlo Y recordarle la meta para la que
ejerce ese poder.
• Es preciso crear un espacio público libre de coerción estatal. en el
que la sociedad civil pueda discutir libremente los problemas públicos.
• La sociedad civil tiene que ser autónoma con respecto al Estado.
• Hay que potenciar una opinión pública independiente. capaz de expresar lo que la sociedad realmente quiere.
• La sociedad civil debe asumir sus responsabilidades. porque el Es-
tado no es el único que ha de resolver los problemas públicos.
• Todo esto resulta imposible sin fortalecer una ética de la sociedad ci­vil. basada en la solidaridad y la responsabilidad.
2. Los límites de la regla de las mayorías
tres límites:
Los derechos individuales, que no pueden someterse a votación.
Los derechos de las minorías a defender su posición y a poder convertirse en mayoría.
La naturaleza de cada actividad social, que exige tener en cuenta el grado de preparación y responsabilidad de los que Cooperan en ella.
Entre los derechos individuales hemos de incluir la objeción de conciencia, que consiste en el derecho de los individuos a no cumplir determinadas leyes que repugnan a su conciencia. La objeción de con­ciencia ha de estar regulada legalmente para hacer compatibles los de­rechos de la persona objetora y los de otras personas afectadas por la objeción de que se trate.
La desobediencia civil no violenta es otra forma de negarse a cumplir las leyes, pero no reconocida legalmente. Los encierros y acampadas ilegales para protestar por el trato dado a los inmigrantes.

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