Funciones del presidente de una empresa


5.1. La función directiva

Gestionar consiste en intentar que las personas que forman la empresa realicen las tareas necesarias para conseguir los objetivos marcados.

Para gestionar la empresa hay varios niveles de dirección, que son responsables de tareas diferentes. Estos niveles se representan en forma de pirámide, divididos en tres niveles:

En la cúspide de la pirámide se encuentra la dirección estratégica o alta dirección, donde están ubicados los altos cargos de la empresa. Estos planifican a largo plazo y son responsables del cumplimiento de los objetivos. Supervisan el funcionamiento global de la empresa.

En el segundo nivel hay directivos de dirección intermedia o nivel intermedio, que se encargan directamente de la ejecución y el control de la planificación general y realizan planes más concretos. Son los jefes de departamento.

El Último nivel es el núcleo operativo o nivel de gestión.
En él están los directivos que tienen la responsabilidad directa sobre la ejecución de los planes y, por consiguiente, son los que asignan las tareas a los trabajadores. Es decir, ejecutan y controlan todos los procedimientos que se han de seguir.

5.1.1. Funciones del directivo

En el nivel de gestión el directivo tiene las siguientes funciones:

 Elegir las tareas que se han de realizar. Es decir, hacer una clasificación de todos los pasos necesarios que se han de realizar para la consecución de los objetivos.

 Transmitir dichas tareas a los trabajadores que tiene a su cargo.

 Dar instrucciones a los trabajadores para que puedan realizar las tareas con métodos y procedimientos correctos.

 Crear situaciones de trabajo favorables, con la finalidad de motivar a los trabajadores.

Es evidente que todas las personas no son iguales; algunas, por su carácter, por su manera de hacer y sus conocimientos técnicos, tienen las cualidades necesarias para ser unos buenos directivos. Sin embargo, las técnicas de administración de empresas se aprenden. Por tanto, una persona se puede formar para ser un directivo y adquirir las Condiciones necesarias para desarrollar esta tarea.

Pero hay diversos estilos de dirección y, según se dirija de una manera o de otra, se puede aumentar o disminuir el rendimiento de las personas que están bajo ese mando.

Los estilos de dirección se sitúan, normalmente, en límites extremos: por una parte, el estilo puramente autoritario,

 que se caracteriza por dirigir con órdenes imperativas; por otra, una manera más democrática de dirigir, ya que las decisiones se toman de una forma participativa entre las personas interesadas. Sería necesario encontrar un estilo mixto o intermedio, aunque estos estilos se utilicen cuando el trabajador se sitúe en los límites extremos.


5.2. La motivación

5.2.1. Teoría de la motivación e higiene en el trabajo

Esta teoría fue formulada por Frederick Irving Herzberg en 1959 y surgió a partir de una investigación realizada en torno a 200 directivos norteamericanos. Se les formularon preguntas muy simples, qué situaciones hacían que se sintieran especialmente bien en su trabajo y, por el contrario, cuáles les hacían sentir mal. Tras analizar las respuestas obtenidas, Herzberg observó que casi todos los encuestados coincidían en unas situaciones determinadas que les hacían sentir bien y otras mal.

En resumen, Herzberg dividió los factores presentes en el entorno de trabajo en dos grupos:


Ø Factores higiénicos:
son aquellos que resultan imprescindibles para que el personal esté a gusto, como por ejemplo, la creación de condiciones confortables o seguras de trabajo, estabilidad en el empleo, una buena relación con los superiores, etc. La empresa, por lo tanto, debe hacer lo posible para que estas condiciones se cumplan, pues de lo contrario los trabajadores se sentirían incómodos y no rendirían lo suficiente.

Ø Factores motivacionales:
se corresponden con las circunstancias que, si se presentan, hacen que los trabajadores se sientan a gusto. Entre ellos, podemos citar: la atribución de responsabilidades, el ofrecimiento de programas de formación y desarrollo, facilitar la innovación, el reconocimiento en el trabajo, etc. Estos son los factores que hacen que los trabajadores se sientan motivados, y se conocen también como ‘‘Recompensas intrínsecas’’.

5.2.2. La motivación en el trabajo

Para explicar la motivación, hay que referirse al principio básico de la actividad económica, es decir, a las necesidades. Las personas tienen unas necesidades que producen insatisfacción si no se consiguen. El empuje que les hace falta para cubrir estas necesidades es la motivación y para motivar a las personas hace falta conocer sus necesidades.

Por consiguiente, cada empresa ha de aplicar unos incentivos motivadores en sus políticas de gestión de recursos humanos, con la finalidad de que el rendimiento o la productividad aumenten. Estas políticas dependerán del tipo de trabajadores que tenga la empresa, y por ello, cada empresa seguirá una política determinada.

Algunos de los incentivos que utilizan las empresas son los siguientes:

El dinero


. Sirve básicamente para satisfacer necesidades de consumo, es decir, de compra. Todas las personas tienen necesidades vitales y para adquirir estos bienes hace falta dinero. También sirve para cubrir la «necesidad de estatus», ya que un buen salario otorga una posición social alta. Pero a pesar de estas consideraciones, para que el dinero sea motivador, el trabajador ha de notar que la empresa es consciente de su esfuerzo en el trabajo y que este se le reconoce y, por tanto, se le paga más.

 

Las expectativas de futuro


Cuando el trabajador tiene posibilidades de mejorar y de ascender en su lugar de trabajo, y cuando sus esfuerzos tienen algún tipo de repercusión profesional, está más motivado.

 

Reconocimiento del trabajo


Se debe tener en cuenta el esfuerzo que hace cada persona en su puesto de trabajo, con independencia del lugar que ocupa en la empresa, y es necesario recompensarlo de alguna manera.

Colaboración en el trabajo


. Se han de otorgar tareas de responsabilidad, delegar funciones, hacer que los subordinados participen en los problemas de la empresa, solicitar su opinión… de manera que los trabajadores se sientan parte de la empresa y noten que su colaboración es necesaria para el funcionamiento de esta

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