David Brandon Garza Montalvo 2641267
Carlos Marx vivió a principios del siglo XIX, en una época donde gran parte del mundo, especialmente Europa y Estados Unidos, experimentaban la Revolución Industrial, que se originó en Inglaterra. Este contexto influyó profundamente en su pensamiento y en su crítica a las leyes del sistema capitalista.
La Ideología y las Condiciones Materiales
Marx argumentaba que el sistema capitalista se basa en la ideología, es decir, en la forma de pensar de las personas que viven dentro de ese sistema. Los ideólogos capitalistas priorizaban las ideas como punto de partida para comprender la vida y la sociedad, ignorando las condiciones materiales específicas. En contraste, Marx sostenía que no son las ideas ni las creencias las que determinan la naturaleza de una sociedad, sino sus condiciones materiales, que pueden ser justas o injustas.
Necesidades Humanas y el Trabajo Transformador
El principio fundamental de Marx era que las condiciones materiales condicionan una sociedad, basándose en la necesidad humana de cubrir necesidades básicas mediante la transformación de la naturaleza a través del trabajo. Estas necesidades primarias incluyen calzado, vestimenta, alimentación y vivienda. Una vez satisfechas, surgen nuevas necesidades que evolucionan con el desarrollo histórico de la sociedad.
El Trabajo como Motor de la Historia
El trabajo es un pilar central en la teoría de Marx. Para él, la historia humana se construye a través del trabajo; sin trabajo, no habría historia. La satisfacción de las necesidades básicas da paso a la producción de mercancías, un concepto clave en su análisis.
Mercancías, Valor de Uso y Trabajo Concreto
El mundo moderno está saturado de mercancías, y la riqueza de una sociedad capitalista se mide por la cantidad de mercancías disponibles en el mercado. Estas mercancías satisfacen diversas necesidades humanas. El precio que pagamos por un producto se explica a través de dos conceptos: valor de uso y trabajo concreto.
El valor de uso se refiere a la utilidad de un producto y su capacidad para satisfacer una necesidad, como una manzana, un disco o un champú. Aunque una manzana pueda parecer un regalo de la naturaleza, su valor en el mercado proviene del trabajo concreto: el trabajo consciente, intencional y especializado de agricultores, campesinos y empresarios que cultivan, cosechan, empaquetan y transportan las manzanas. Este trabajo es lo que genera el valor, entendido como la cantidad de tiempo de trabajo socialmente necesario para producir algo.
El Concepto de Totalidad
Marx introdujo el concepto de totalidad, que implica que todos los hechos son elementos interconectados dentro de una compleja red social. Un producto aparentemente simple, como una mercancía en venta, está relacionado con elementos no visibles como el trabajo asalariado, la maquinaria, el transporte y la figura del empresario.
Concreto-Abstracto-Concreto: El Método de Análisis Marxista
Este ejercicio intelectual, conocido como concreto-abstracto-concreto, resume el método de análisis de Marx. El primer paso es el contacto inicial del investigador con la realidad. El segundo paso implica la búsqueda de elementos comunes entre el fenómeno estudiado y otros, es decir, lo que no es visible, lo abstracto. Finalmente, el análisis regresa a lo concreto, enriquecido por la etapa abstracta, permitiendo una comprensión más profunda de los fenómenos sociales.
La Lucha de Clases como Motor de la Historia
Marx creía que las sociedades se desarrollan a través de contradicciones sociales inherentes, es decir, a través de la lucha de clases. El motor de la historia no son las ideas, sino los conflictos entre la clase dominante y la clase dominada.
Trabajo Asalariado e Ideología Capitalista
El trabajo de los obreros se convierte en una mercancía más, con un valor de uso que puede intercambiarse por dinero. Según Marx, los ideólogos capitalistas crean las ideas necesarias para mantener el orden social dominante. En una sociedad basada en la explotación, la clase dominante impone sus ideas a las demás clases. La ideología, para Marx, son las ideas promovidas por la burguesía.
Un ejemplo de esto es la prevalencia de la idea de la propiedad privada en la sociedad capitalista, que beneficia a los empresarios y se extiende a todos los niveles sociales, hasta el punto de que incluso las personas más pobres defienden este principio.
Conciencia de Clase y Propiedad Colectiva
Finalmente, la conciencia de clase se adquiere cuando una persona comprende que no está sola, sino que forma parte de una sociedad, que la producción es un esfuerzo conjunto y que la riqueza se genera socialmente. Por lo tanto, en lugar de la propiedad privada, la propiedad colectiva beneficiaría a la sociedad, permitiendo que los trabajadores y sus familias disfruten del fruto de su trabajo.