Futurismo, Dadaísmo, Cubismo, Surrealismo, Vanguardias


VANG: Azorín describíó a los autores de los 80 con las siguientes palabras: “Otra generación ha llegado. Hay en estos jóvenes más método, más sistema. Dejémosle paso.”. Dichos autores no son modernistas, ni vanguardistas, pertenecen a la generación de 1914, llamada Novecentismo.

Los novecentistas tienen las siguientes carácterísticas en común: gran formación intelectual, que se refleja en la profundidad y el rigor de su pensamiento y la preocupación estética de la obra, rechazan el sentimentalismo y el culto al yo, tienen preocupaciones similares a la generación del 98, aunque se alejan del pesimismo y la angustia y adoptan una actitud más racionalista que sentimental, ante los problemas de España. Frente al localismo del 98, tienden al universalismo. El ensayo y la novela son los géneros más cultivados. 

Entre los autores del Novecentismo destacan José Ortega y Gasset (La deshumanización del arte), y Eugenio D’Ors (Tres horas en el Museo Del Prado) como impulsores de las novedades estilísticas e intelectuales. También fueron importantes Ramón Pérez de Ayala (Tigre Juan), Gabriel Miró ( El obispo leproso), W. Fernández Flórez (El bosque animado) y Juan Ramón Jiménez, quien representa la cima de la poesía contemporánea española y es fundamental en la lírica universal del Siglo XX (Ninfeas, Almas de violeta, Arias tristes, Platero y yo, La soledad sonora, Poemas mágicos y dolientes, Diario de un poeta recién casado, Eternidades, Animal de fondo). 

Por otro lado, los movimientos estéticos que se impusieron en Europa a principios del Siglo XX se caracterizan por el inconformismo social y literario, pues rechazan los principios de la sociedad y los modelos literarios existentes. Dicho sentimiento de rebeldía fue expresado por los movimientos llamados vanguardias o ismos, se caracterizan por: rechazar las reglas, la tradición y todos los modelos, muestran deseo de provocación; buscar nuevas técnicas y experimentación formal; estar influenciados por el psicoanálisis, las convulsiones sociales, los avances tecnológicos, las tensiones internacionales y la guerra; el predominio del arte para minorías; la exclusión del sentimiento en el arte, a lo que se llama “deshumanización del arte” y la expresión de sus principios a través de manifiestos, que les otorgaron el sentimiento de grupo. Loa antecedentes a estos movimientos son el parnasianismo; el simbolismo; el impresionismo, y el decadentismo

Las principales vanguardias son: el Futurismo (Marinetti-1904) en Rusia fue liderado por Maiakovsky. Sus temas se basan en el progreso mecanicista, la velocidad, los deportes, etc. Desprecia lo humano y lo relacionado con el sentimiento, y busca la ruptura con ello suprimiendo los adjetivos, la estrofa y el verso, destruyendo la sitaxis y no utilizando puntuación. El Cubismo, fue muy importante en la pintura (Picasso), sin embargo, también se desarrolla en la literatura (Guillaume Apollinaire). Se basa en descomponer la realidad y recomponerla simulando planos y mediante el collage. Rechaza el sentimiento y usa el humor. La tipografía cobra importancia, surgen los caligramas (donde el dibujo hecho topográficamente está relacionado con el contenido del poema). El expresionismo, origen alemán. El autor proyecta en la realidad sus problemas y angustias obteniendo así una visión deformada de la realidad. El dadaísmo (Tristan Tzara-1916) defiende lo absurdo de la literatura, y dice que para crear un poema dadaísta solo se necesitan tijeras, un periódico, el azar y pegamento. Y el Surrealismo, (André Bretón-1924) el más importante, exalta lo fantástico, lo irracional y los sueños. Considera que el arte debe explorar el inconsciente y liberar al ser humano de sus impulsos reprimidos, como decía Freud. Deriva del Futurismo, el dadaísmo y el Cubismo. Defiende la escritura automática, con la que se puede crear un lenguaje cargado de sugerencias. 

En España las vanguardias se desarrollaron más tarde, en los años 20, y tuvieron una importancia desigual, se difundieron a través de dos revistas La gaceta literaria (Jiménez Caballero y Guillermo de Torre) y Revista de Occidente (Ortega y Gasset); aparecieron dos nuevos movimientos: el creacionismo, (París), en 1918 Vicente Huidobro lo introdujo en España. Su intención es crear nuevas realidades, por ello es rico en imágenes nuevas. Influyó especialmente en Juan Larrea y Gerardo Diego. Y el ultraísmo, surgíó en 1919 y pretende ir más allá de la estética vigente, se inspira en los temas del Futurismo, las imágenes nuevas del creacionismo y el interés en la disposición tipográfica del Cubismo. Influyó en la generación del 27 y poetas hispanoamericanos como César Vallejo y Jorge Luis Borges. 

En cuanto al Surrealismo en España, fue muy exitoso. Recurre al mundo onírico, irracional y ajeno a toda lógica, lo cual favorecíó el afán expresivo de los poetas. Algunos autores usaban la escritura automática, dejando así aflorar libremente sus pensamientos. De esta manera el manifiesto surrealista se dio a conocer en España. Las dos obras más importantes del Surrealismo español son Sobre los ángeles de Alberti y Poeta en Nueva York de García Lorca, se caracteriza por no llegar a los límites de irracionalidad a los cuales sí llegan otros países y con él se produce la rehumanización de la literatura española. 

Como conclusión, el Novecentismo se encuentra entre el Modernismo y las vanguardias, se caracteriza por la profundidad y preocupación estética, tienen preocupaciones similares a la generación del 98, su mayor representante es Juan Ramón Jiménez.
Las vanguardias son un conjunto de movimientos que se caracterizan por rechazar la tradición, siendo el más importante el Surrealismo. En España no tuvieron un gran desarrollo, aparecieron dos ismos, el creacionismo y el ultraísmo, representados por Gerardo Diego. 


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