Generación del 27: contexto histórico y literario


La Generación del 27 vive una época turbulenta tanto política como socialmente. En cuanto al plano internacional, la Primera Guerra Mundial terminó en 1918, lo que produjo un ambiente de regeneración económica y se dio paso a los regímenes totalitarios que, tras el Crack del 29, consiguieron un auge importante en Alemania con los nazis de Hitler y en Italia con los fascistas de Mussolini. En España, en 1923 se asentó la dictadura de Primo de Rivera, que trajo una profunda crisis económica y el rechazo al rey Alfonso XIII. La dictadura terminó en 1931 con la proclamación de la Segunda República. Tras muchas tensiones políticas entre la derecha y la izquierda, el bando nacional se subleva y comienza en 1936 la guerra civil.

El ambiente predominante de aquellos años en literatura era la corriente de la Generación del 27, que promulgaba un arte vanguardista y puro, un arte que estuviera por encima del hombre mismo. No obstante, hacia su segunda etapa, la literatura también se hizo eco de la tradición lírica española, tanto culta como popular, en la que tuvo mucho que ver Lorca y se defendió la necesidad de que la literatura se comprometiese a apoyar los cambios que se estaban generando en la sociedad. Para muchos, había que educar el drama al sentimiento público, la renovación y la verdadera vanguardia radica en adecuar el arte a las transformaciones socio-políticas. La llegada de la República propició cambios en los escenarios y se empezaron a entretejer obras que propugnaban cambios sociales.

Estilo:

En sus obras más importantes (La casa de Bernarda Alba, Yerma y Bodas de Sangre), Lorca consiguió una perfecta fusión entre la tradición y la vanguardia. Su posición respecto a las vanguardias era más distante que participativa y, al mismo tiempo, se arraigaba con firmeza en la tradición propia. Lorca, por tanto, captó a la perfección las novedades sustanciales que aportaban las vanguardias y se apoderó de todas ellas para integrarlas en una riquísima tradición. Humanizó el amor, puesto que para él los instintos amorosos estaban por encima de la razón y lo veía como un sentimiento sin límite que sobrevive en el recuerdo y es la única alternativa a la fugacidad; defendió la individualidad y la libertad personal frente a las convenciones sociales.

Expresiva: el emisor transmite sus emociones, sentimientos, estado de ánimo o una actitud frente a lo que comunica.

Verbos de sentimiento, deseo, oraciones exclamativas o desiderativas, interjecciones, primera persona del singular, subjuntivo, sufijación, apreciativa, léxico valorativo.

Apelativa: El emisor pretende influir en la conducta del destinatario.

Vocativos, imperativos, 1° persona plural, oraciones interrogativas y exhortativas.

Representativa: El mensaje sirve para informar objetivamente de la realidad de lo que se habla.

3° persona, indicativo, léxico objetivo.

Fática: sirve para resaltar conceptos por su importancia o uso especial.

Sí, vale, bueno, pues, cursiva, negrita.

A pesar de que el autor trata de (def. 2ª función), la función predominante es (función + def.).

Entre los rasgos más relevantes podemos encontrar (“”), además de (“”) y (“”).

Tras lo analizado, inferimos que la función predominante es (), no obstante, podemos discernir diferentes características de otras funciones.

El tratamiento del tema es subjetivo debido a la modalización que atiende la presencia del emisor en el propio texto. Observamos rasgos modalizados como recursos gráficos, como la negrita (“”), términos valorativos, metáforas y primeras personas.

Tras analizado el texto está localizado y tiene un carácter subjetivo.

El registro coloquial se da en un contexto de inmediatez y espontaneidad.

Encontramos ejemplos de modalidad exclamativa, con la cual se añade expresividad, y modalidad interrogativa, que empuja al emisor a buscar una respuesta (“”). Por otro lado, hallamos ejemplos de 1° y 2° persona, tales como (“”). Tampoco podemos pasar por alto ejemplos de hipérboles, así como (“”).

Tras lo analizado, inferimos que en este texto predomina el registro coloquial, puesto que la oralidad preside muchos escritos periodísticos.

El registro culto es aquel que persigue la pulcritud y la precisión.

Encontramos ejemplos de tercera persona. Por otro lado, hallamos ejemplos de modalidad enunciativa, con la cual se expresa neutralidad expresiva. Tampoco podemos pasar por alto ejemplos de léxico amplio, que muestran una sólida formación intelectual.

Tras lo analizado, inferimos que el registro que predomina es el culto, ya que presenta varias características propias de este.

Los campos semánticos están formados por palabras de la misma categoría relacionadas con un tema; los distintos campos semánticos forman los léxicos. En este escrito hallamos, por un lado, el campo de … (“…”) y, por otro, el de … (“…”). Los campos semánticos y los léxicos, al ser mecanismos de cohesión, vertebran el tema a lo largo del escrito y otorgan unidad a su conjunto.

La cohesión es el conjunto de mecanismos que da unidad y vertebra el texto.

Vemos deixis extratextuales espaciales, con las que se muestra el lugar en el que está el emisor en relación con los objetos (“…”) y personales inclusivas (“…”). En lo que a deixis intratextuales respecta, hay anáforas, que son palabras que se refieren a elementos aparecidos anteriormente (“… línea-”).

Por lo analizado anteriormente, deducimos que el texto está correctamente cohesionado.

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