Generación del 27: Poesía y vanguardia en la Edad de Plata


Los poetas del 27 supieron combinar los elementos novedosos, principalmente del surrealismo, con la tradición. Por la concentración de autores y obras de calidad, cuando se hace referencia a este periodo, se habla de una Edad de Plata de nuestra literatura. El criterio para la denominación es la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora en 1927. Algunos rasgos generacionales son el nacimiento en fechas cercanas. Existieron la Residencia de Estudiantes, lugar de formación y punto de encuentro, y las publicaciones comunes en importantes revistas.

Forman la nómina de la generación los diez autores que vamos a desarrollar y otros como Concha Méndez, Ernestina de Champourcín y Antonio Espina.

Evolución de la generación

En cuanto a la evolución de la generación podemos destacar tres etapas:

  • Hasta 1927 encontramos poesía pura y deshumanizada.
  • Etapa de la poesía rehumanizada que es la época de mayor influencia del surrealismo.
  • Por último, tras la Guerra Civil, en la que entre los autores del exilio crece un tono de nostalgia mientras que la poesía que se escribe en España trata el tema de la angustia.

Pedro Salinas

Pedro Salinas muestra una etapa de clara influencia vanguardista; en todas sus obras los objetos tecnológicos cumplen un papel importante, como es buen ejemplo de ello el poema 35 bujías. En una segunda etapa de plenitud se sitúan La voz a ti debida y Razón de amor, con ellas adquiere el apelativo de poeta del amor de la generación.

Jorge Guillén

Jorge Guillén es un poeta vital y optimista, su obra se divide en cinco ciclos poéticos de la cual destacamos:

  • El ciclo de Cántico: es un hermoso canto a la vida y una actitud de sorpresa y alabanza ante un mundo que al poeta se le figura bien hecho.
  • Clamor: que equivale a un grito de protesta ante los horrores y las miserias del momento histórico desde el desánimo.

Gerardo Diego

Gerardo Diego tenía una poesía definida por su variedad de temas, tonos y estilos, que se conjugan a la perfección con la vanguardia y la lírica tradicional. Entre las estrofas clásicas cultivó, sobre todo, el romance y el soneto. Empieza pronto a sentirse atraído por la vanguardia; primero el ultraísmo y luego el creacionismo con obras como Imagen, pero al mismo tiempo prosigue su obra tradicional.

Vicente Aleixandre

Vicente Aleixandre consideraba que la poesía es ante todo comunicación y prefiere el verso libre y el versículo. En una primera etapa su visión del hombre es radicalmente pesimista, con obras como La destrucción o el amor y su obra cumbre: Sombra del Paraíso, en la que recuerda una especie de edén libre de sufrimiento y muerte. La segunda etapa expone una concepción positiva del hombre y en la etapa final canta con un tono a la vez sereno y trágico el final de su existencia.

Luis Cernuda

Luis Cernuda reunió sus diversos libros bajo un ilustrativo título común: La realidad y el deseo, es una dolorosa incompatibilidad entre su anhelo de realización personal (el deseo) y los límites impuestos por el mundo que le rodea (la realidad). La desazón romántica que emana de sus versos.

Dámaso Alonso

Dámaso Alonso tuvo una triple vocación: la de profesor, la de crítico y la de poeta. En esta última faceta se llamó a sí mismo “poeta a rachas”. Publicó Hijos de la ira en la línea de la poesía desarraigada, esto es, la de quien entiende el mundo como un caos poblado por el dolor, se trata de un libro cercano al surrealismo. Es un grito al dolor y de protesta para denunciar la crueldad, el odio y la angustia que el poeta ve a su alrededor acompañado de exclamaciones y preguntas retóricas que el poeta lanza a la divinidad; en cuanto a la forma se sirve del versículo.

Emilio Prados

Emilio Prados publicó Jardín cerrado, obra en la que aborda el tema del destierro junto a otras cuestiones existenciales.

Manuel Altolaguirre

Manuel Altolaguirre destaca por la melancolía de sus versos. Entre su obra podemos destacar Las islas invitadas.

Rafael Alberti

Rafael Alberti se inicia en el neopopularismo. Su obra Marinero en tierra se inspira en la nostalgia de su tierra gaditana, más adelante Sobre los ángeles que es de estirpe surrealista. Y por último una línea de poesía social y política, Entre el clavel y la espalda.

Federico García Lorca

Federico García Lorca tenía una arrolladora vitalidad y rica personalidad que unidas a las peculiares condiciones de su muerte y su homosexualidad, lo han elevado casi a la categoría de mito. La poesía de Lorca recoge un eterno sentimiento de destino trágico. Su poesía popular comprende en una primera etapa:

  • Poema del cante jondo: que es el libro de la Andalucía en llanto.
  • Romancero gitano.

Una segunda etapa con Poeta en Nueva York en el que los temas más destacados son el poder del dinero, la esclavitud del hombre por la máquina, la injusticia social, la deshumanización y la raza negra. Se trata de un libro con técnica surrealista.

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