Grandes Maestros del Arte: Del Impresionismo al Barroco


Un Maestro del Retrato: El Impresionismo y Más Allá

Este maestro del retrato, pintor francés enrolado en el impresionismo, comenzó desde muy joven sus actividades artísticas como decorador de porcelana. Entró en el estudio de Gleyre donde conoció a Monet, núcleo del impresionismo. Después de la guerra franco-prusiana pintó “El palco”, entre otros. Realizó un viaje a Italia donde descubrió los frescos de Rafael y la pintura pompeya, época en la que abandona el impresionismo, aunque más tarde retomó las técnicas del mismo.

Su concepto de la pintura era visual, es decir, no debía pintarse de memoria, siempre la realidad tal y como la captan nuestros sentidos. Las modulaciones de luz y de color serán importantes para conseguir ese efecto de impresión, de aquí se advierte el cambio revolucionario: se sombrea con color y se aplica en grandes manchas. La técnica, lógicamente, será la de una pincelada suelta, libre y de amplios empastes cromáticos.

Pasó también de los temas contemporáneos a motivos más atemporales, sobre todo desnudos, pero también a pinturas de muchachas en escenarios no específicos. A medida que su estilo se hizo más grandioso y sencillo, abordó también temas mitológicos.

El Greco: Maestría en el Manierismo

Fue un pintor del final del renacimiento que desarrolló un estilo muy personal en sus obras. Su formación pictórica fue muy compleja y su obra se compone de grandes lienzos. Actualmente, está considerado uno de los artistas más grandes de la civilización occidental. Nació en Creta y estudió allí pintura.

Tenemos que considerar tres grandes influencias en su evolución:

  1. Bizantina: Característica de su lugar de origen, con carácter rígido en sus formas.
  2. Veneciana: Lugar donde recala el pintor antes de llegar a España y así pues se puede explicar su utilización de colores ácidos, mórbidos…
  3. Hispánica: Inunda su obra de cierto misticismo, así como de un expresionismo dramático muy español.

La pintura de El Greco debe inscribirse plenamente en el ámbito del estilomanierista. Sus características: posiciones forzadas y en desequilibrio, cánones desproporcionados, violentos escorzos, pero sobre todo un uso del color excepcional cargado de tonos encendidos e irreales. Obra destacada: La curación del nacido ciego.

Botticelli: Gracia Lineal del Primer Renacimiento

Fue un pintor cuatrocentista italiano. Su reputación bajó, ya que el pensamiento que encabezaba su vida estaba bajo el mecenazgo de los Medici, pero a finales del siglo XIX se recuperó y sus obras están consideradas representativas de la gracia lineal de la pintura del primer renacimiento. “El nacimiento de Venus” y “La primavera” son las obras más conocidas.

Se convirtió en aprendiz, cosa que indica que tuvo mejor educación que otros. Recibió la mayor influencia de Fray Filippo: la síntesis entre el nuevo control de formas tridimensionales, la delicadeza expresiva en los rostros y los gestos, los detalles decorativos y un estilo íntimo.

La trayectoria artística de Botticelli se inició con obras de temática religiosa que denotan un gran vigor compositivo. Cuando contaba con su propio taller se introdujo en el círculo de los Medici. Realizó obras de gran formato ajenas a la temática religiosa, una novedad debido a su vinculación con la filosofía neoplatónica. Sus obras se caracterizarán por una percepción de la figura como vista en bajorrelieve, pintada con contornos claros y minimizando los fuertes contrastes de luz y sombra que indicarían formas plenamente modeladas.

Palladio: El Arquitecto Más Romano

El arquitecto más romano desde el tiempo de los romanos, fue un clasicista moderno, el primero que supo extraer una lección de los órdenes arquitectónicos clásicos y adaptarlos a otro tiempo. Dedicó toda su energía a construir edificios. Sus villas, iglesias y puentes representan el control que tenía.

La moda de combinar cultura y cultivo cuajó cuando los nobles venecianos trataron de asegurar las fronteras. Fue el artífice de esas nuevas viviendas. Mientras en los grandes foros arquitectónicos se debatía lo que era o no la arquitectura, Palladio demostró que el diseño no es una creación cerebral y se esmeró no solo en resolverla, sino en su manera de hacerlo.

La arquitectura de Palladio se reconoce fácilmente por el orden y la simetría de sus columnas y frontones. Al artista le preocupaba la funcionalidad, belleza y economía de los edificios.

Velázquez: Espiritualidad en el Barroco

Nacido en 1599, fue un artista que no se dejó llevar por las imposiciones estéticas de su tiempo, vivió con espiritualidad el barroco. Tras un corto periodo como aprendiz, ingresó en el taller de Francisco Pacheco.

Se distinguen dos etapas:

  1. Etapa de formación: Consigue licencia para pintar, donde toma los principios manieristas y academicistas, además de tenebristas, de sus maestros. Este periodo se caracteriza por el tratamiento naturalista con temas preferidos como bodegones con figuras, retratos… El tenebrismo se caracteriza por los fuertes contrastes de luces y sombras, predominio de los colores terrosos y la composición sencilla.
  2. Etapa de madurez: Se divide en tres subetapas:
    1. Viaja a la corte, donde hay un abandono de la temática religiosa y de los bodegones, centrándose en el género retratista.
    2. Perfecciona la técnica consiguiendo plasmar la perspectiva aérea. Su pincelada suelta emplea cada vez menos cantidad de pasta pictórica y cuida la ambientación y los detalles.
    3. Supone la culminación estilística de Velázquez.

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