Evolución Política y Económica en la Guerra Civil Española
Zona Republicana
Tras el alzamiento militar de julio de 1936, la zona republicana formó un gobierno de guerra presidido por José Giral. Surgieron tensiones entre quienes priorizaban ganar la guerra (gobierno y PCE) y quienes buscaban una revolución social (CNT y POUM). Se formaron comités locales que tomaron el control de tierras y fábricas, generando episodios de represión conocidos como «terror rojo». Para unificar el mando, Largo Caballero formó un nuevo gobierno en septiembre de 1936, incluyendo a la CNT con Federica Montseny, primera ministra en España.
Se creó el Ejército Popular y se aprobó el Estatuto de Autonomía para las provincias vascas. La escasez de suministros y la pérdida de regiones industriales afectaron gravemente la economía republicana. A pesar de ello, se mantuvo el esfuerzo cultural y educativo. En 1937, Juan Negrín reemplazó a Caballero, buscando mayor control y apoyo comunista.
Zona Sublevada
La Junta de Defensa Nacional, liderada por Mola, centralizó el poder en Burgos. En octubre de 1936, Francisco Franco fue proclamado jefe militar y político, iniciando una dictadura de 40 años. Se llevó a cabo una contrarrevolución, aboliendo reformas republicanas y promoviendo valores tradicionales católicos. La Iglesia apoyó a Franco, quien presentó el conflicto como una «cruzada». Se suprimieron libertades y se persiguió a los republicanos, estableciendo un partido único: FET de las JONS.
La economía en la zona sublevada fue más estable gracias al apoyo de la oligarquía y el control de regiones cerealísticas. Se creó una nueva central del Banco de España en Burgos.
Dimensión Internacional del Conflicto
La Guerra Civil Española se considera un preludio de la Segunda Guerra Mundial. Las democracias occidentales optaron por la no intervención, mientras que Alemania e Italia apoyaron al bando nacional. La URSS y México ayudaron a la República, aunque de forma limitada.
- Comité de No Intervención: Formado por varias naciones, fue en gran medida ineficaz.
- Apoyo al Bando Nacional: Alemania (Legión Cóndor), Italia, Portugal e Irlanda. El Vaticano reconoció al régimen de Franco en 1937.
- Apoyo a la República: URSS (material de guerra), México (municiones y acogida de exiliados) y las Brigadas Internacionales.
La ayuda internacional fue crucial para el desarrollo y desenlace del conflicto, inclinando la balanza a favor del bando nacional.