La Guerra Civil Española (1936-1939)
La Sublevación Militar
La conspiración militar, que se inició en marzo de 1936, tenía como objetivo derribar al gobierno del Frente Popular. El plan consistía en un golpe de Estado que daría paso a una Junta Militar presidida por Sanjurjo. El general Mola dirigía la conspiración, en la que participaban Franco, Goded, Fanjul, Varela, Queipo de Llano y Cabanellas.
La conspiración contó con el apoyo civil de carlistas, falangistas y monárquicos del Bloque Nacional. La CEDA no participó directamente, aunque Gil Robles estaba informado. El asesinato de Calvo Sotelo el 13 de julio de 1936 aceleró los preparativos de la sublevación.
El 19 de julio, Franco se puso al frente del ejército de Marruecos, el mejor preparado del momento, lo que le otorgó un poder inmenso. El fracaso de la sublevación condujo a la división de España en dos zonas:
a) La Zona Nacional:
Marruecos, Canarias, Baleares (excepto Menorca), Galicia, Castilla y León, Navarra (Mola) y algunas ciudades importantes como Zaragoza (Cabanellas), Oviedo, Sevilla (Queipo de Llano), Córdoba y Cádiz.
b) La Zona Republicana:
La franja cantábrica (Asturias, Santander y País Vasco, excepto Álava), Cataluña, la zona levantina, Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía.
La zona republicana era mayor en población y en extensión. En cuanto a fuerzas militares, la República conservó la mayor parte de la Aviación y la Marina. La organización militar quedó prácticamente desmantelada al crearse las milicias populares.
La Internacionalización del Conflicto
En septiembre de 1936, Gran Bretaña, Francia, Italia, Alemania y la URSS constituyeron un Comité de No Intervención, comprometiéndose a no ayudar a ninguno de los bandos. Esta política, sin embargo, quedó en papel mojado y perjudicó claramente a la República.
a) Ayuda a los Sublevados:
Italia, Alemania y Portugal apoyaron a los sublevados. La ayuda de Hitler fue inmediata y decisiva, especialmente con la intervención de la aviación alemana, como en el paso del Estrecho. Hitler buscaba un régimen amigo en la retaguardia de Francia y acceso a minerales y materias primas españolas. Mussolini proporcionó una abundante ayuda en hombres, buscando principalmente bases militares en las Islas Baleares. Además, condonó gran parte de la deuda española.
b) Ayuda a la República:
La URSS, las Brigadas Internacionales, México y Francia (en menor medida) apoyaron a la República. La ayuda soviética fue más tardía e intermitente que la de Alemania e Italia. Su principal motivación era obtener experiencia militar ante una posible guerra con las potencias fascistas. La ayuda se pagó con el oro del Banco de España y los soviéticos presionaron para aumentar la influencia comunista en el gobierno republicano.
Los soviéticos impulsaron la creación de las Brigadas Internacionales, con un total de 40.000 brigadistas que combatieron en la guerra.
Desarrollo de la Guerra (1936-1939)
La guerra, que se extendió desde el 17 de julio de 1936 hasta el 1 de abril de 1939, se puede dividir en tres etapas:
2.1. El Ataque a Madrid (julio de 1936 – marzo de 1937)
El objetivo principal de los sublevados era tomar Madrid. El ataque debía ser simultáneo por el norte y el sur. Mientras Franco preparaba el cruce del Estrecho, una columna al mando de Mola se estancó en el Sistema Central ante la resistencia republicana. El paso del Estrecho de Gibraltar del ejército de Marruecos fue crucial. En agosto, se organizó un puente aéreo con ayuda italiana y alemana para eludir a la marina republicana. Franco se aseguró el dominio de Andalucía y buscó unir la «zona nacional» del norte con la del sur. Sus tropas se desviaron a Toledo para liberar el Alcázar, que cayó el 27 de septiembre. A finales de octubre, las tropas de Franco llegaban a Madrid.
En el frente este, una columna anarquista liderada por Durruti fracasó en su intento de tomar Zaragoza. El gobierno de José Giral fue sustituido a principios de septiembre por otro presidido por el socialista Largo Caballero. En la «zona nacional», el 1 de octubre, Franco asumió el mando político y militar. El asalto a Madrid en noviembre fracasó gracias a la defensa de la Junta de Defensa de Madrid, presidida por el general Miaja. Los intentos posteriores de Franco en el Jarama (febrero de 1937) y Guadalajara (marzo de 1937) también fracasaron.
2.2. El Frente Norte (marzo – octubre de 1937)
Franco se centró en la liquidación del frente norte. En marzo de 1937, las tropas de Mola iniciaron la ofensiva, con la participación de legionarios, requetés, tropas italianas y la Legión Cóndor alemana (responsable del bombardeo de Guernica). Los republicanos contraatacaron en Brunete (julio de 1937) y Belchite (septiembre de 1937) con escaso éxito. La relación de fuerzas se inclinó a favor de los «nacionales». El gobierno del socialista Juan Negrín, que sustituyó a Largo Caballero en mayo de 1937, intentó revertir la situación.
2.3. El Frente Este (octubre de 1937 – abril de 1939)
El ejército republicano tomó la iniciativa y a finales de 1937 se apoderó de Teruel (batalla de Teruel). Franco avanzó por el valle del Ebro hacia Levante y sus tropas alcanzaron el Mediterráneo por Vinaroz en abril de 1938. En mayo, las tropas franquistas se dirigieron hacia Valencia. En julio, las fuerzas republicanas cruzaron el Ebro para unir Cataluña y Levante. La ofensiva, planeada por el general Vicente Rojo, dio lugar a la batalla del Ebro, que duró más de tres meses. La ayuda soviética tenía dificultades para llegar y las Brigadas Internacionales se habían retirado en octubre. Franco atacó Cataluña y tomó Barcelona en enero de 1939. En marzo, el coronel Casado se sublevó en Madrid para conseguir una rendición pactada, que Franco rechazó. Madrid se rindió el 1 de abril y Franco anunció el fin de la guerra.
La Zona Republicana
El levantamiento militar provocó un profundo proceso revolucionario en la zona republicana. El gobierno de José Giral (desde el 19 de julio de 1936) no pudo imponer su autoridad y surgieron comités revolucionarios populares. El bando republicano careció de unidad política y las divisiones entre anarquistas, socialistas y comunistas se acentuaron. Los anarquistas buscaban vencer en la guerra y hacer la revolución al mismo tiempo, impulsando la colectivización de tierras. Los comunistas y socialistas preferían ganar la guerra primero. Largo Caballero intentó frenar las colectivizaciones y concentrar los esfuerzos en la guerra. El PCE, con el apoyo de la URSS, aumentó su influencia en el gobierno. Esta tendencia se acentuó con la llegada de Juan Negrín, que creía en resistir a toda costa y ganar tiempo, esperando una nueva Guerra Mundial que no llegó.
La Zona «Nacional»
El 1 de octubre se creó un mando único con Franco como jefe del gobierno, jefe del Estado y generalísimo. La unión de Falange Española y de las JONS con la Comunión Tradicionalista (carlistas) creó Falange Española Tradicionalista y de las JONS (Movimiento Nacional), con Franco como Jefe Nacional. La creación del partido único fue inspirada por Ramón Serrano Suñer. Los tres pilares del nuevo Estado franquista fueron:
- La Falange: Aportó sus símbolos.
- El Ejército
- La Iglesia: Recuperó su poder e influencia.
Franco contó con la Junta Técnica de Estado (militares) en Burgos. Las principales medidas del gobierno de Franco fueron:
- Establecimiento de una dictadura militar.
- Eliminación de la reforma agraria y devolución de tierras.
- Fuero del Trabajo (1938): Estableció el Estado Nacional-Sindicalista, basado en sindicatos verticales controlados por falangistas, con representación de patronos y obreros. La huelga era un delito grave.
- Anulación de los Estatutos de Autonomía de Cataluña, País Vasco y Galicia.
También hubo una dura represión en la «zona nacional» contra militantes de izquierdas, con «paseos» y «sacas».
Las Consecuencias de la Guerra Civil
- Consecuencias demográficas: Las cifras de víctimas varían, pero se estiman en 350.000 muertos (combate y represión) and 300.000 prisioneros de guerra hasta 1945. El exilio republicano afectó a 500.000 personas, muchas emigradas a América. El exilio supuso la pérdida de población joven, intelectuales y científicos.
- Consecuencias económicas: España retrocedió en su desarrollo.
- Consecuencias políticas: Instauración de la dictadura franquista.
- Consecuencias sociales: Hambre en la posguerra y años de estraperlo.
- Consecuencias psicológicas: La guerra marcó a varias generaciones y dividió a España en vencedores y vencidos.
Incidencia en Castilla-La Mancha
Al inicio de la sublevación, hubo levantamientos en Albacete, Guadalajara y Toledo, sofocados rápidamente excepto en Toledo, donde el coronel Moscardó se refugió en el Alcázar. Toledo y Guadalajara fueron las provincias más afectadas por la guerra debido a su importancia en el avance franquista. El resto permaneció en zona republicana. En septiembre de 1936, los nacionales ocuparon Talavera de la Reina y luego se desviaron a Toledo. En enero de 1937, avanzaron hacia Guadalajara y fueron detenidos en Brihuega. También fracasaron en su intento de tomar Almadén.
Durante la guerra, Albacete fue el cuartel general de las Brigadas Internacionales. Destacó el gran número de colectivizaciones agrarias en la región.