Guía Completa sobre Células Sanguíneas, Neoplasias Mieloides y Técnicas de Diagnóstico


Componentes Celulares de la Sangre y su Función Inmunológica

Los leucocitos son cruciales en la respuesta inmunológica del cuerpo. Cada tipo tiene una función específica:

  • Neutrófilos: Fagocitan bacterias.
  • Eosinófilos: Intervienen en reacciones alérgicas y antiparasitarias.
  • Basófilos: Liberan histamina y heparina en las reacciones alérgicas.
  • Linfocitos:
    • Linfocitos T: Intervienen en la respuesta inmunológica mediada por células.
      • Linfocitos T citotóxicos o T8: Pueden matar células.
      • Linfocitos T cooperadores o T4: Colaboran con los linfocitos B.
    • Linfocitos B: Intervienen en la respuesta inmunológica mediada por anticuerpos, transformándose en células plasmáticas que sintetizan y liberan anticuerpos.
    • Linfocitos o células NK (natural killer): Intervienen en la inmunidad antitumoral.
  • Monocitos: Pasan a los tejidos y se transforman en macrófagos, con capacidad fagocítica.

Alteraciones en el Número de Leucocitos

  • Neutropenia: Número anormalmente bajo de leucocitos en sangre.
  • Agranulocitosis: Desaparición de neutrófilos en sangre periférica (<0,1 x 10^3/µL).
  • Reacción leucemoide: Número de leucocitos por encima del valor superior dentro del rango de normalidad (50.000 x µL).

Neoplasias Mieloides: Leucemia y Síndromes Mielodisplásicos

La leucemia mieloide crónica (LMC) se origina en una célula madre hematopoyética como consecuencia de una translocación recíproca entre los extremos de los brazos largos de los cromosomas 9 y 22: t(9;22)(q34;q11). Esta translocación origina un cromosoma 22 derivado, más pequeño que el original, que se denomina cromosoma Filadelfia y que es característico de esta neoplasia.

Los síndromes mielodisplásicos (SMD) constituyen un grupo heterogéneo de neoplasias clonales de las células progenitoras mieloides que se caracterizan por:

  • Médula ósea normocelular o hipercelular.
  • Mielopoyesis ineficaz.
  • Citopenias persistentes, que afectan a una, dos o las tres series mieloides (anemia y/o trombopenia y/o leucopenia).
  • Alteraciones morfológicas y funcionales de las células de las diferentes líneas mieloides (displasia).

El criterio más determinante para el diagnóstico es el porcentaje de blastos presentes, que se calcula al microscopio contando 200 células nucleadas en el caso de la sangre periférica o 500 células nucleadas no eritroides en el caso de la médula ósea. Generalmente se estima que hay una leucemia cuando la población de blastos en médula ósea es superior al 20%. Son contados como blastos, según las directrices de la OMS, los mieloblastos, los linfoblastos, los monoblastos, los promonocitos, y los megacarioblastos (pero no megacariocitos displásicos).

Leucemia Aguda Mieloide (LAM)

La leucemia aguda mieloide (LAM) es el resultado de la transformación neoplásica de un progenitor o precursor mieloide (blasto). Las células transformadas pierden la capacidad de diferenciación y maduración, por lo que proliferan de manera incontrolada sin diferenciarse.

Estas células inmaduras se acumulan rápidamente en la médula ósea, desplazando a las células hematopoyéticas normales y suprimiendo, en consecuencia, la producción normal de células sanguíneas (hematíes y leucocitos) y plaquetas.

En una fase más avanzada, las células leucémicas salen a la sangre periférica e infiltran otros órganos, como ganglios linfáticos, bazo, hígado, riñones, sistema nervioso, etc.

La pérdida de la hematopoyesis normal origina las complicaciones más habituales de esta patología: anemia, infecciones y hemorragias.

La identificación de estas alteraciones es muy importante porque facilita el diagnóstico y la subclasificación de las LAL. Al igual que ocurre con las LAM, esta información tiene un valor pronóstico que afecta a la toma de decisiones terapéuticas.

Tinción de PAS

En la eritroleucemia y en la LAL, el citoplasma de las células neoplásicas se tiñe con esta tinción siguiendo un patrón en forma de depósitos granulares PAS positivos. En las células monocitoides y mieloides maduras en cambio, la positividad citoplasmática es más uniforme.

Anomalías Leucocitarias

  • Corpúsculo de Barr: Apéndices nucleares en palillo de tambor que corresponden al cromosoma X y se unen a uno de los lóbulos del núcleo.
  • Anomalía de Pelger-Huët: Los núcleos de los neutrófilos presentan solo uno o dos lóbulos. Es una alteración hereditaria, cuya variante homocigota es muy rara. También se puede producir de forma secundaria a infecciones, neoplasias o síndromes mielodisplásicos y algunos tratamientos; en este caso se denomina pseudo-Pelger.
  • Granulación tóxica: Es un refuerzo de la granulación, que normalmente presentan los granulocitos. Se relaciona con infecciones, quemaduras y otras circunstancias.
  • Manchas de Gumprecht (smudge- o basket cells): Corresponden a linfocitos destruidos debido a su fragilidad, sin núcleos ni membranas. Son típicas de la leucemia linfática crónica.
  • Anomalía de May-Hegglin: Se observan inclusiones leucocitarias parecidas a los cuerpos de Döhle, aunque de mayor tamaño, asociadas a macrotrombocitopenia. Es una enfermedad genética autosómica dominante.
  • Bastones o cuerpos de Auer: Son agrupaciones de gránulos primarios anormales con forma de agujas de color rojo-malva. Se encuentran en los blastos de la leucemia aguda mieloblástica.

Técnicas de Diagnóstico: Citogenética y Citometría de Flujo

Hibridación in situ fluorescente (FISH)

  • Mayor sensibilidad.
  • Detección de células neoplásicas que representan un porcentaje muy bajo respecto al total de células presentes en la muestra. La FISH no requiere la obtención de metafases, puesto que se realiza sobre núcleos interfásicos.
  • Detección de anomalías cromosómicas estructurales con un tamaño inferior al límite de detección de la citogenética. La detección de una alteración estructural en una metafase requiere que tenga un tamaño mínimo y que afecte por lo menos a una banda del cromosoma.
  • Mayor rapidez. Para realizar FISH no es necesario cultivar la muestra ni envejecer las preparaciones, por lo que los resultados se obtienen en menor tiempo.

El principal inconveniente de esta técnica es la limitación de sondas comerciales, solo disponibles para las alteraciones cromosómicas recurrentes, por lo que sigue siendo necesaria la realización de un cariotipo.

Las muestras de sangre periférica y médula ósea para citometría de flujo anticoaguladas con EDTA. LCR, el líquido ascítico, el líquido pleural y los demás fluidos biológicos que no contengan sangre pueden remitirse al laboratorio en tubos sin anticoagulante.

El estudio citogenético se basa en la obtención del cariotipo de la población celular neoplásica a partir de la médula ósea o de sangre periférica, dependiendo del tipo de neoplasia.

La FISH se realiza a partir de muestras de médula ósea o sangre periférica anticoagulada con heparina de litio.

Citometría de Flujo

La dispersión frontal de la luz (FSC) que se produce cuando el haz láser incide sobre la célula depende del tamaño de la célula. Detectores situados detrás del capilar por el que pasan las células recogen esta dispersión frontal y la transforman en una señal eléctrica, proporcional al tamaño de la célula.

La dispersión lateral de la luz (SSC) que se produce cuando el haz láser incide sobre la célula depende de propiedades físicas intrínsecas de la célula (lo que podríamos denominar la «complejidad celular») y, en particular, de la granularidad citoplasmática. Detectores situados en ángulo recto respecto del haz láser recogen la luz dispersada lateralmente y la transforman en una señal eléctrica proporcional a la complejidad de la célula.

La intensidad de la fluorescencia que se detecta es proporcional a la cantidad de marcaje presente en la célula, o lo que es lo mismo, a la densidad antigénica.

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