II. EL PROBLEMA ACERCA DE LA FUNDAMENTACIÓN DE LA
REALIDAD.
1. LOS INICIOS DE LA PREGUNTA POR EL SER: HERÁCLITO Y PARMÉNIDES.
Los presocráticos (siglo VI a.C.) son considerados los primeros filósofos. Su interés se
Centraba fundamentalmente en la naturaleza observable (la physis) y se preguntaban cuál
Era el elemento que había dado origen a la naturaleza y de la que esta se compónía (el
Arkhé o principio). Algunos de ellos se plantearon cuestiones más profundas y abstractas, y
Fueron los primeros que se preguntaron racionalmente si existe algo más de lo que
Percibimos directamente por los sentidos, o qué es la realidad y aquello que llamamos
Existencia o “ser”. Podemos considerar, por tanto, que autores como Heráclito y Parménides
Fueron los iniciadores de la metafísica.
Heráclito de Éfeso (544-484 a.C aprox.),consideraba que el principio o arkhé de la naturaleza
Era el fuego. Observó que el fuego estaba en constante movimiento y que era imposible
“paralizarlo”, por lo que este elemento se correspondía a la perfección con su concepción de
La naturaleza como algo dinámico, siempre cambiando. Heráclito no se refiere a que el
Fuego, en sentido material, sea el elemento que compone la materia, sino a que el
Dinamismo del fuego se corresponde con el comportamiento de la realidad.
Para Heráclito, todo lo que existe es un flujo constante (“panta reí”, todo fluye), la realidad
Es un devenir provocado por la oposición de los contrarios o lucha de opuestos en tensión
(“la guerra es el padre de todas las cosas”). Estas afirmaciones de Heráclito llevaron a
Interpretaciones posteriores de Platón y Aristóteles en las que presentaban que la
Consecuencia del pensamiento de Heráclito era la no permanencia del ser: si todo fluye,
Nada permanece, no existe un fundamento para la realidad y todo puede desaparecer.
Pero para Heráclito el movimiento constante y el cambio de la realidad no eran algo caótico
Sino que estaban sujetos a una regla o razón interna, una medida que rige y gobierna todo
Cambio: el “logos”, la ley universal. El logos regula el movimiento de la realidad y armoniza
Los opuestos, dando como resultado una naturaleza en tensión pero organizada. El logos
Unifica la realidad debajo de su multiplicidad y movimiento, garantizando su permanencia y
Estructura.
Las interpretaciones de Heráclito se centraron en su definición de la naturaleza como algo en
Constante cambio, pues introduce el primer gran problema de la metafísica occidental: si
Todo en la naturaleza estuviese constantemente cambiando, la realidad podría volverse un
Caos e incluso desaparecer por completo (si todo fluye y nada permanece, nada es). Nos
Enfrentamos, por tanto, a dos de los mayores temores de la humanidad: el caos y la
Desaparición. La metafísica occidental, como señala Nietzsche, ofrecerá multitud de
Respuestas racionales para salvar este problema: es necesario encontrar un fundamento
Estable que dé sentido y garantice la permanencia del ser.
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Parménides de Elea (540 – 470 a.C. Aprox.) es el primer autor que plantea racionalmente la
Posibilidad de que la existencia que percibimos por los sentidos no se corresponda con el
Verdadero ser. Parménides escribe un poema en el que invoca a una diosa para que le
Muestre la vía de la verdad y le aleje de la vía de la opinión:
La vía de la verdad es la vía del ser: el ser es uno, único, inmóvil, eterno,
Imperecedero e idéntico a sí mismo.
La vía de la opinión es la vía del no-ser: el no-ser es el cambio, el devenir, el
Movimiento y la multiplicidad.
Para Parménides el movimiento es una apariencia y todo cambio o diversidad en la
Naturaleza se corresponde con el no-ser. Es decir, que toda la realidad que percibimos por
Los sentidos y que se nos aparece múltiple y en movimiento es en realidad un engaño.
Parménides llega a esta conclusión al intentar explicar racionalmente la naturaleza del
Movimiento. Se encuentra aquí con una serie de contradicciones que no consigue resolver,
Por lo que concluye negando la realidad del movimiento. Según Parménides, el movimiento
Implicaría el paso del ser al no-ser y de nuevo al ser, lo cual es una contradicción: no es
Posible que el ser no sea y a la inversa.
La verdadera realidad, lo que llamamos ser, debe ser fundamentalmente inmóvil, lo que
Implica que no hay en él ningún cambio ni diversidad, y que es eterno, no ha sido creado y
Existirá para siempre. El ser no se corresponde, por tanto, con lo que percibimos por los
Sentidos, no podemos sentirlo pero sí podemos “pensarlo” pues según Parménides lo mismo
Es pensar que ser.
De este modo, la metafísica occidental comienza negando la realidad de las cosas que
Percibimos por los sentidos y suponiendo la existencia de un ser verdadero y perfecto
Separado de este mundo.
Esta idea, que así expresada puede parecernos extraña, es una de Las que mayor influencia ha tenido en nuestra cultura occidental, configurando nuestra Filosofía, religión, moral, literatura… Cuando el ser humano tuvo que responder por primera Vez de forma racional a la cuestión “¿qué es la realidad?” determinó que todo el caos que le Rodea, el azar, la incertidumbre… Debían ser rechazados, y que la existencia debía tener una Explicación y un sentido último, un fundamento que garantizase la continuidad de la Existencia sobre todo cambio y, sobre todo, que diese a este caos sinsentido una explicación Estructurada y ordenada. Las ideas de Heráclito y Parménides influyeron en el pensamiento de Platón, que propuso Explícitamente la división entre las apariencias y la verdad, entre la realidad que percibimos Por los sentidos y el verdadero ser. 7 2. LA DIVISIÓN DE LA REALIDAD PARA PLATÓN. Platón (427 – 348 a.C.) fue un filósofo ateniense perteneciente a una influyente familia Aristocrática. Fue alumno de Crátilo, discípulo de Heráclito, y gran conocedor de la filosofía Presocrática, antes de que la figura de Sócrates influyera en él de manera decisiva. Platón Fue su discípulo desde los 20 años hasta el día de su muerte (399 a.C.), por orden de la Asamblea de Atenas. El conocimiento de las injusticias políticas de su época, así como su rechazo al pensamiento Sofista (relativismo moral y escepticismo gnoseológico) y su defensa del universalismo Socrático, configuran la filosofía platónica. Platón tiene como una de sus principales Motivaciones el diseño y fundamentación de un tipo ideal de sociedad justa, la cual no sería Posible en esta realidad. Para que la Verdad, el Bien y la Justicia sean posibles deben existir De manera perfecta en otro mundo separado. La teoría de las Ideas representa el eje central de la filosofía platónica y parte de la división De la realidad en dos ámbitos contrapuestos, influido por el pensamiento de Heráclito y Parménides: el mundo sensible y el mundo inteligible. El mundo sensible: El mundo sensible es la realidad que nos rodea y que percibimos por los sentidos. Platón Considera, influido por Heráclito, que su principal carácterística es el cambio, el movimiento Constante. Para Platón este mundo es imperfecto, es el mundo de las “apariencias”, pero (a Diferencia de Parménides) no cree que sea una mera ilusión. El mundo sensible es real, Existe, aunque no es verdadero. En la alegoría o mito de la caverna que expone en su obra República, la realidad sensible se Corresponde con la caverna. Al igual que los esclavos del mito, percibimos las sombras que Nos rodean como si fueran la única realidad que existe. Aunque las sombras sean reales, son El reflejo imperfecto de otro mundo, mucho más real y perfecto, que no percibimos. El mundo inteligible: El mundo inteligible es la verdadera realidad, el verdadero ser, y el fundamento de la Existencia del mundo sensible. No podemos percibir esta realidad por los sentidos, pero Podemos captarla y comprenderla mediante la razón. Platón, al igual que Parménides, defiende la existencia de una realidad separada cuya Principal carácterística es la ausencia de movimiento, pero le atribuye unas carácterísticas Diferentes: el mundo inteligible es la Idea, que es inmaterial, eterna, perfecta, inmóvil, no Creada y múltiple (a diferencia del ser de Parménides, que era único). En el mito de la caverna, el mundo inteligible se corresponde con la realidad exterior Iluminada por el Sol (la Idea suprema de Bien). 8 ¿Qué son las ideas? Las Ideas son los modelos o arquetipos perfectos de las cosas sensibles. Los objetos del Mundo sensible se parecen e imitan a estas Ideas perfectas, pero son corruptibles y están Sometidos al cambio. El mundo sensible es, por tanto, una copia imperfecta de las Ideas. Platón explica esta relación de correspondencia entre el mundo sensible y el inteligible en el Mito del Demiurgo: un “artesano” que hubiese dado forma a la realidad sensible tomando Como prototipo las ideas. Las Ideas se corresponden con los conceptos universales, pero tienen existencia real fuera De nuestra mente, en el mundo inteligible. En este sentido, nuestro concepto de belleza se Correspondería con la Idea de Belleza, y se manifestaría de forma imperfecta en las cosas Bellas que percibimos. Las Ideas son múltiples y están jerarquizadas: la Idea fundamental es el Bien, causa y Fundamento de todo lo que existe (al igual que el Sol en el mito de la caverna); Seguidamente están las Ideas éticas y estéticas (Belleza, Verdad, Justicia…), las Ideas Matemáticas (los números, las figuras geométricas…) y por último, las Ideas de las cosas. ¿Cómo conocemos las Ideas? Para Platón es posible acceder al conocimiento de las Ideas, pero no a través de nuestros Sentidos (las Ideas no se pueden percibir) sino de nuestra razón, mediante un proceso de Ascenso cognoscitivo que Platón denomina Dialéctica. La Dialéctica es el paso del conocimiento imperfecto del mundo sensible, que está Constantemente cambiando, al conocimiento perfecto del mundo inteligible (en el mito de la Caverna, la Dialéctica se escenifica como la subida por el camino pedregoso desde la cueva Hasta el mundo exterior). Por ejemplo, del conocimiento sensible de la belleza (vemos Objetos bellos, bellas obras de arte, la belleza de un paisaje…) podemos pasar al Conocimiento de formas más elevadas de belleza (la belleza presente en las proporciones Matemáticas y geométricas) hasta alcanzar el conocimiento de la Belleza en sí. Al igual que existen dos tipos de realidad, hay también dos formas correspondientes de Conocimiento: Platón denomina episteme (ciencia) al conocimiento universal, necesario y Cierto de las Ideas, mientras que el conocimiento imperfecto y cambiante del mundo Sensible es mera doxa (opinión). La teoría de las Ideas dentro de la filosofía platónica. Para Platón las Ideas son la verdadera realidad y fundamento de todo lo que existe, y la Realidad sensible es una simple copia sujeta a la corrupción. Pero es posible acceder al Conocimiento de lo universal y, los sabios que lo consigan, deberían ser los reyes que Gobiernen la ciudad y logren trasladar lo universal (el Bien, la Justicia, la Verdad) a nuestra Sociedad, que Platón consideraba dominada por el relativismo sofista. De este modo, la Teoría de las Ideas platónica no es solo una interpretación metafísica de la realidad, sino Parte del proyecto político de Platón.
Esta idea, que así expresada puede parecernos extraña, es una de Las que mayor influencia ha tenido en nuestra cultura occidental, configurando nuestra Filosofía, religión, moral, literatura… Cuando el ser humano tuvo que responder por primera Vez de forma racional a la cuestión “¿qué es la realidad?” determinó que todo el caos que le Rodea, el azar, la incertidumbre… Debían ser rechazados, y que la existencia debía tener una Explicación y un sentido último, un fundamento que garantizase la continuidad de la Existencia sobre todo cambio y, sobre todo, que diese a este caos sinsentido una explicación Estructurada y ordenada. Las ideas de Heráclito y Parménides influyeron en el pensamiento de Platón, que propuso Explícitamente la división entre las apariencias y la verdad, entre la realidad que percibimos Por los sentidos y el verdadero ser. 7 2. LA DIVISIÓN DE LA REALIDAD PARA PLATÓN. Platón (427 – 348 a.C.) fue un filósofo ateniense perteneciente a una influyente familia Aristocrática. Fue alumno de Crátilo, discípulo de Heráclito, y gran conocedor de la filosofía Presocrática, antes de que la figura de Sócrates influyera en él de manera decisiva. Platón Fue su discípulo desde los 20 años hasta el día de su muerte (399 a.C.), por orden de la Asamblea de Atenas. El conocimiento de las injusticias políticas de su época, así como su rechazo al pensamiento Sofista (relativismo moral y escepticismo gnoseológico) y su defensa del universalismo Socrático, configuran la filosofía platónica. Platón tiene como una de sus principales Motivaciones el diseño y fundamentación de un tipo ideal de sociedad justa, la cual no sería Posible en esta realidad. Para que la Verdad, el Bien y la Justicia sean posibles deben existir De manera perfecta en otro mundo separado. La teoría de las Ideas representa el eje central de la filosofía platónica y parte de la división De la realidad en dos ámbitos contrapuestos, influido por el pensamiento de Heráclito y Parménides: el mundo sensible y el mundo inteligible. El mundo sensible: El mundo sensible es la realidad que nos rodea y que percibimos por los sentidos. Platón Considera, influido por Heráclito, que su principal carácterística es el cambio, el movimiento Constante. Para Platón este mundo es imperfecto, es el mundo de las “apariencias”, pero (a Diferencia de Parménides) no cree que sea una mera ilusión. El mundo sensible es real, Existe, aunque no es verdadero. En la alegoría o mito de la caverna que expone en su obra República, la realidad sensible se Corresponde con la caverna. Al igual que los esclavos del mito, percibimos las sombras que Nos rodean como si fueran la única realidad que existe. Aunque las sombras sean reales, son El reflejo imperfecto de otro mundo, mucho más real y perfecto, que no percibimos. El mundo inteligible: El mundo inteligible es la verdadera realidad, el verdadero ser, y el fundamento de la Existencia del mundo sensible. No podemos percibir esta realidad por los sentidos, pero Podemos captarla y comprenderla mediante la razón. Platón, al igual que Parménides, defiende la existencia de una realidad separada cuya Principal carácterística es la ausencia de movimiento, pero le atribuye unas carácterísticas Diferentes: el mundo inteligible es la Idea, que es inmaterial, eterna, perfecta, inmóvil, no Creada y múltiple (a diferencia del ser de Parménides, que era único). En el mito de la caverna, el mundo inteligible se corresponde con la realidad exterior Iluminada por el Sol (la Idea suprema de Bien). 8 ¿Qué son las ideas? Las Ideas son los modelos o arquetipos perfectos de las cosas sensibles. Los objetos del Mundo sensible se parecen e imitan a estas Ideas perfectas, pero son corruptibles y están Sometidos al cambio. El mundo sensible es, por tanto, una copia imperfecta de las Ideas. Platón explica esta relación de correspondencia entre el mundo sensible y el inteligible en el Mito del Demiurgo: un “artesano” que hubiese dado forma a la realidad sensible tomando Como prototipo las ideas. Las Ideas se corresponden con los conceptos universales, pero tienen existencia real fuera De nuestra mente, en el mundo inteligible. En este sentido, nuestro concepto de belleza se Correspondería con la Idea de Belleza, y se manifestaría de forma imperfecta en las cosas Bellas que percibimos. Las Ideas son múltiples y están jerarquizadas: la Idea fundamental es el Bien, causa y Fundamento de todo lo que existe (al igual que el Sol en el mito de la caverna); Seguidamente están las Ideas éticas y estéticas (Belleza, Verdad, Justicia…), las Ideas Matemáticas (los números, las figuras geométricas…) y por último, las Ideas de las cosas. ¿Cómo conocemos las Ideas? Para Platón es posible acceder al conocimiento de las Ideas, pero no a través de nuestros Sentidos (las Ideas no se pueden percibir) sino de nuestra razón, mediante un proceso de Ascenso cognoscitivo que Platón denomina Dialéctica. La Dialéctica es el paso del conocimiento imperfecto del mundo sensible, que está Constantemente cambiando, al conocimiento perfecto del mundo inteligible (en el mito de la Caverna, la Dialéctica se escenifica como la subida por el camino pedregoso desde la cueva Hasta el mundo exterior). Por ejemplo, del conocimiento sensible de la belleza (vemos Objetos bellos, bellas obras de arte, la belleza de un paisaje…) podemos pasar al Conocimiento de formas más elevadas de belleza (la belleza presente en las proporciones Matemáticas y geométricas) hasta alcanzar el conocimiento de la Belleza en sí. Al igual que existen dos tipos de realidad, hay también dos formas correspondientes de Conocimiento: Platón denomina episteme (ciencia) al conocimiento universal, necesario y Cierto de las Ideas, mientras que el conocimiento imperfecto y cambiante del mundo Sensible es mera doxa (opinión). La teoría de las Ideas dentro de la filosofía platónica. Para Platón las Ideas son la verdadera realidad y fundamento de todo lo que existe, y la Realidad sensible es una simple copia sujeta a la corrupción. Pero es posible acceder al Conocimiento de lo universal y, los sabios que lo consigan, deberían ser los reyes que Gobiernen la ciudad y logren trasladar lo universal (el Bien, la Justicia, la Verdad) a nuestra Sociedad, que Platón consideraba dominada por el relativismo sofista. De este modo, la Teoría de las Ideas platónica no es solo una interpretación metafísica de la realidad, sino Parte del proyecto político de Platón.