La literatura ya no puede hacer ni tan precisa ni tan libre, marcará la manera de representarnos a nosotros y los objetos.
La literatura ya no se construye desde nada que no sea la combinatoria de los elementos que la componen. La creación no es la obra sino el protocolo de la creación de la obra, un ejemplo sería: escribid una novela sin poder utilizar la letra más utilizada en vuestra lengua.
Delante de la idea de objeto hostil, se plantea la pregunta del lector sobre el cual se ve esa agresividad, lo plantea él como un lector todavía burgués. Ese objeto amenazador que caracteriza la creación artística.
Robbe Grillet habla de los mitos de la profundidad, se refiere a todo lo que han eliminado(mito de la psicología del personaje, de la causa, etc) todo lo que compónía la novela del momento sacado de
esto. Se hacen pero de productos de una representatividad falsa, ya no los podemos seguir sosteniendo y que haya un personaje que además es el agente de una serie de acciones y además lo que sea que sean las acciones están puestas en cuestión. Cae el sujeto, la trama, la continuidad, cae todo,
menos la descripción. La descripción es masiva y sistemática. Ya no hay sentido, solo tenemos la masa que dibuja una superficie determinada.
La idea de Dreck, lo podemos leer nosotros como residuo.
Lo que plantea es la situación del escritor post-moderno en los años 60 es equivalente a la de un ser primigenio que nace en un mundo que es un estercolero. Lo que hay en ese estercolero son los residuos de toda la historia anterior. Los grandes sentidos, meta–
Relatos que unificaban todos esos elementos culturales, motivos, personajes, filosofías, TODO eso, han caído. Pero el hecho que haya caído el hecho de que los hacia material no quiere decir que hayan desaparecido sino que han caído. La meta-realidad ha caído, pero no los relatos, es decir, el sentido ha caído pero no la cosa.
Lo que plantea es la situación del escritor post-moderno en los años 60 es equivalente a la de un ser primigenio que nace en un mundo que es un estercolero. Lo que hay en ese estercolero son los residuos de toda la historia anterior. Los grandes sentidos, meta–
Relatos que unificaban todos esos elementos culturales, motivos, personajes, filosofías, TODO eso, han caído. Pero el hecho que haya caído el hecho de que los hacia material no quiere decir que hayan desaparecido sino que han caído. La meta-realidad ha caído, pero no los relatos, es decir, el sentido ha caído pero no la cosa.
Desde aquí podemos pensar cual es la posición del escritor en este mundo puede adoptar. La primera opción es la que tiene Beckett, donde Adorno plantea la idea de Beckett como autor desigual. Fin de la partida como toda la literatura de Beckett no ignora ni escribe al margen, no, están los actos, los personajes, todos los elementos clásicos. Pero la cuestión no es sino están o sí sino que para que, es que los utiliza para toda la idea de residuo, están pero no de la manera que deberían estar sino desde la idea de sentido desde la cual se había creado esta idea.
Lo que plantea Dreck es que en este residuo lo que hay todavía es un cierto sentido, una cierta capacidad de sentir latente.
El trabajo con el residuo tiene que ver con la confianza, abandonando el sentido y combinando pequeños sentidos. Nunca extraeremos ningún gran saber que pueda ordenar una doctrina o un sistema moral, porque están construidas para no totalizar. Lo único a lo que aspiran es a extraer esos sentidos latentes que se han perdido en ese paisaje residual.
Lyotard con su texto La postmodernidad explicada a los niños el gran relato es un relato legimitizador. La modernidad es la época ordenada por meta-relatos, los cuatro grandes meta-relatos son los 4 momentos de la modernidad ilustrada y post-ilustrada. Todos ellos son relatos de emancipación, son relatos que plantea una emancipación enmarcada en un espacio teológico. Parte de la grande posibilidad del meta-relato pasa por plantear el agente de este meta-relato, como un agente único.
La idea del lenguaje como virus es esencialmente la pregunta de la naturaleza del lenguaje, seamos críticos con la postmodernidad en algún momento deberemos elegir en que posición estamos respecto con el lenguaje. Toda la tradición sociolingüística estaba desde la posición que todo es lenguaje. No todo es necesario en el lenguaje, a lo mejor principalmente el pensamiento es que se puede hablar del dominio del lenguaje sobre nosotros pero no somos absolutamente todo
lenguaje.
Barth plantea la relación como una relación irónica, la parodia pasa a ser la necesidad de ese lenguaje todo es mayoritariamente lenguaje, de acuerdo, pero en el ejercicio de la parodia desligada de
la totalidad allí hay un signo de la resistencia. Es una figura pequeña y débil, son pequeños relatos de Lyotard pero son actos donde hay una posibilidad de producción.
Dentro del uso de la parodia hay una esperanza de resistir, Linda Hutcheon tiene un texto de la parodia insiste en un error clásico que tiene en pensar que la parodia solo es ridiculizar, pero etimológicamente significa cantar mientras se canta otra canción, el parodós se llamaba el que cantaba la
otra canción se buscaba un efecto que no era solo el de ridiculizar sino el de cantar una canción encima de otra. Es interesante que hay la definición de parodia nos ordena una posición mientras se despliega algo yo despliego otra cosa; es este despliegamiento se ve la producción que que no declara su autonomía sino que ve su dependencia(parodia solo es posible si hay un código anterior) y finalmente trabaja a la vez de la proximidad(en el mismo contexto) y la simultaneidad. Pero la paro-
dia repite la distancia crítica, esta repetición ya indica un sentido muy concreto de creación, crear es repetir pero la repetición como decía Barth no puede ser una repetición ingenua y que no aporte nada, Hucheon dice que lo que introduce esta parodia es la distancia crítica, la idea de critica es
precisamente por eso que nos muestra que no tiene que ser ridiculizante lo que se repite se repite sin que necesariamente sea ridículo o busque un efecto cómico.
Lo que hace el autor es ligarlo, parodiarlo poner una canción al lado del otro, poner códigos uno al lado del otro para que el espacio que surja no sea ho-
mogéneo, porque si es homogéneo en nuestra naturaleza de humano pondremos aquello como un código más y no uno alterno. Se tienen que producir objetos heterogéneos, aquí en estos pliegues es donde Hucheon ve una parodia en el sentido moderno, no hay necesariamente un efecto cómico lo que buscan es esa simultaneidad de discursos.
Ej: parece que estemos leyendo una novela victoriana cuando en realidad es otra cosa, es tanto una novela victoriana como la imposibilidad de poder escribir una novela victoriana, son dos cosas a la vez.