Hispania Prerromana y Romana: Pueblos, Conquista y Romanización


Pueblos Prerromanos

Se denomina Pueblos Prerromanos al conjunto de sociedades indígenas que encontraron los romanos al iniciar la conquista de la Península Ibérica en el siglo III a.C. Se distinguen dos grandes áreas culturales: la ibérica y la indoeuropea o celta.

  • La primera, la ibérica, se localizaba en la costa mediterránea y el sur; presentaba influencias fenicias, griegas y cartaginesas; su economía se basaba en la agricultura, aunque también practicaban la minería, la metalurgia, la artesanía y el comercio; desarrollaron una escritura propia.
  • La segunda, la celta, se localizaba en la Meseta y el norte, tuvo un menor grado de desarrollo y no conocían la escritura.

Los celtíberos fueron el resultado de la mezcla de celtas e íberos y se situaron en las dos mesetas.

Vascones

Los Vascones eran sociedades indígenas no indoeuropeas que vivían en torno al Pirineo occidental antes de la llegada de los romanos (siglo III a.C.). Ocupaban una zona geográfica difusa que comprendía, además de la Navarra actual, el País Vasco y algunas comarcas de La Rioja y Aragón. Según fuentes romanas, en la montaña practicaban una economía de subsistencia basada en la ganadería trashumante y vivían muy aislados; por ello, su romanización fue débil y lograron mantener su propio idioma. En la zona llana, practicaban la agricultura y vivían en poblados, llegando a colaborar con Roma frente a otros pueblos indígenas.

La Conquista Romana de Hispania

La Conquista Romana de Hispania fue un proceso histórico que abarca desde el siglo III a. C. hasta el 19 a. C. y que supuso el dominio de la Península Ibérica por Roma. Se pueden establecer tres etapas interrumpidas por períodos de inactividad bélica:

  1. La primera etapa (218-197 a. C.) se produjo dentro de la Segunda Guerra Púnica entre Cartago y Roma. Los romanos, con el fin de impedir el paso de los abastecimientos para Aníbal, enviaron a la Península dos ejércitos que desembarcaron en Emporion. Lucharon hasta vencer a los cartagineses y dominar la costa mediterránea y el sur peninsular.
  2. La segunda fase (197-133 a. C.) supuso la conquista de la Meseta pese a la feroz resistencia de lusitanos y celtíberos. La conquista de la ciudad de Numancia por Publio Cornelio Escipión Emiliano cierra esta fase.
  3. La última etapa tuvo lugar a finales del siglo I (29-19 a. C.), ya en época del emperador Augusto, y en ella se sometieron las tribus de cántabros y astures.

Romanización

La Romanización es el proceso histórico que experimentaron los pueblos conquistados por Roma entre el siglo III a. C. y el siglo V. Estos grupos fueron asimilando los rasgos propios de la cultura romana: el latín, el derecho, las instituciones, las costumbres y las creencias religiosas como el cristianismo. Los factores que favorecieron este proceso fueron la integración de los jefes indígenas en la administración, el asentamiento de colonos latinos, la urbanización del territorio y la concesión del derecho de ciudadanía romana. Este proceso se aceleró en la época imperial (S. I a V d. C.) y no fue homogéneo en toda Hispania; fue muy acentuado en el litoral mediterráneo, el sur, el este y en el Valle del Ebro, y más leve en el interior, norte y noroeste.

Provincias Romanas

Las Provincias Romanas eran las divisiones administrativas del territorio conquistado por Roma; cada una de ellas era dirigida por un gobernador del que dependían una serie de funcionarios encargados de las cuestiones administrativas, judiciales, militares y fiscales. En el siglo II a.C. se crearon dos provincias: Citerior y Ulterior. En el siglo IV habría finalmente seis: Tarraconense, Cartaginense, Bética, Lusitania, Galicia y Balearica. Navarra formaba parte de la Tarraconense. Las más romanizadas y pacíficas estaban bajo control del Senado, mientras que las fronterizas o conflictivas dependían del Emperador.

Andelos

Andelos es un yacimiento arqueológico de una antigua ciudad romana situada en una terraza del río Arga, cerca de Mendigorría, que alcanzó su esplendor en el siglo II. Tenía en su momento mayor extensión que Pompaelo, se construyó sobre un poblado de la Edad de Hierro. Entre sus restos se aprecia una estructura urbana de calles en retícula y la planta de varias casas con pavimentos de mosaico, así como un complejo hidráulico formado por una presa, un depósito regulador, el arranque de un acueducto y un depósito de distribución que abastecía de agua la ciudad.

Monarquía Visigoda

La Monarquía Visigoda fue el régimen político establecido por los visigodos entre 507 y 711. Tras la caída del Imperio Romano, y ser expulsados de las Galias, los visigodos dominaron el territorio peninsular y establecieron su capital en Toledo. El rey era elegido entre la aristocracia guerrera y gobernaba con el apoyo de dos instituciones: el Aula Regia y los Concilios de Toledo. Los visigodos lograron la unificación territorial, jurídica y religiosa (esta última al convertirse Recaredo al catolicismo) de la Península, pero los conflictos sucesorios facilitaron la invasión de los musulmanes.

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