Historia de España: Desde la Conquista Romana hasta la Reconquista
Cronología
- 218 a. C.: Inicio de la conquista romana de la península ibérica (Segunda Guerra Púnica).
- 133 a. C.: Conquista de Numancia.
- 19 a. C.: Augusto finaliza la conquista de Hispania.
- 313 d. C.: Edicto de Milán: Constantino legaliza el cristianismo.
- 406 d. C.: Invasión del Imperio Romano por parte de suevos, vándalos y alanos.
- 476 d. C.: Caída del Imperio Romano de Occidente.
- 507 d. C.: Los visigodos derrotan a los francos.
- 509 d. C.: Tercer Concilio de Toledo: el catolicismo se convierte en religión oficial del reino visigodo.
- 711 d. C.: Llegada de los musulmanes a la península ibérica.
- 711-714 d. C.: Emirato dependiente de Damasco.
- 714-755 d. C.: Emirato independiente.
- 722 d. C.: Batalla de Covadonga.
- 756-929 d. C.: Emirato de Córdoba.
- 929-1031 d. C.: Califato de Córdoba.
- 1031 d. C.: Desintegración del califato en reinos de taifas.
- 1085 d. C.: Conquista de Toledo por Alfonso VI de Castilla.
- 1090 d. C.: Llegada de los almorávides a la península ibérica.
- 1144 d. C.: Llegada de los almohades a la península ibérica.
- 1195 d. C.: Batalla de Alarcos (victoria almohade).
- 1212 d. C.: Batalla de las Navas de Tolosa (victoria cristiana).
- 1230 d. C.: Unión de los reinos de Castilla y León.
- 1248-1492 d. C.: Reino nazarí de Granada.
- 1348 d. C.: Llegada de la peste negra a Europa.
- 1410 d. C.: Compromiso de Caspe.
- 1492 d. C.: Conquista de Granada por los Reyes Católicos.
La Conquista Romana y la Romanización de Hispania
La conquista romana de la península ibérica se desarrolló en diversas etapas, comenzando en el año 218 a. C. en el contexto de la Segunda Guerra Púnica. Tras dos siglos de guerras, los romanos lograron dominar toda la península, sometiendo a los últimos pueblos indígenas a finales del siglo I a. C..
La conquista dio paso a un largo proceso de romanización, mediante el cual se implantó la organización administrativa, social, económica y cultural romana en Hispania. Este proceso fue especialmente intenso en el sur y el este peninsular, donde la influencia romana ya era notable. Entre los principales vehículos de romanización destacan:
- El latín, que se convirtió en la lengua oficial y dio origen a las lenguas romances peninsulares.
- La llegada de comerciantes, funcionarios y militares romanos, que contribuyeron a la difusión de las costumbres y el modo de vida romano.
- La división administrativa de Hispania en provincias, que facilitó la gestión y el control del territorio.
- El desarrollo de las ciudades, que se convirtieron en centros económicos y culturales, adoptando el modelo urbanístico romano.
La romanización tuvo un impacto profundo y duradero en la península ibérica, sentando las bases de la cultura y la identidad hispánicas.
Al-Ándalus: Emirato y Califato de Córdoba
En el año 711 d. C., tropas musulmanas al mando de Tariq ibn Ziyad cruzaron el estrecho de Gibraltar y derrotaron al rey visigodo Rodrigo en la batalla de Guadalete. Esta victoria marcó el inicio de la conquista musulmana de la península ibérica, que en pocos años pasó a formar parte del Imperio Omeya con el nombre de Al-Ándalus.
Durante los primeros siglos de dominación musulmana, Al-Ándalus experimentó diversas fases políticas:
- Emirato dependiente de Damasco (711-756): Durante este periodo, Al-Ándalus fue una provincia dependiente del califato Omeya de Damasco. La inestabilidad política fue una constante, con frecuentes cambios de gobierno y rebeliones.
- Emirato independiente (756-929): Abderramán I, un miembro de la dinastía Omeya que logró escapar a la matanza de su familia, se proclamó emir independiente de Al-Ándalus en el año 756. Durante este periodo, el emirato logró consolidar su independencia y alcanzar un notable desarrollo económico y cultural.
- Califato de Córdoba (929-1031): Abderramán III, aprovechando la debilidad del califato abasí de Bagdad, se proclamó califa de Córdoba en el año 929. Durante el califato, Al-Ándalus vivió su época de mayor esplendor, convirtiéndose en un centro cultural y económico de primer orden en el mundo islámico.
A partir del siglo XI, el califato de Córdoba entró en una fase de decadencia y se fragmentó en numerosos reinos de taifas. Esta fragmentación política facilitó el avance de los reinos cristianos del norte, que iniciaron un proceso de expansión territorial conocido como la Reconquista.
Los Reinos Cristianos del Norte: la Reconquista
Tras la conquista musulmana, en la franja cantábrica de la península ibérica se formaron pequeños núcleos de resistencia cristiana. Estos núcleos fueron el germen de los reinos cristianos del norte, que a lo largo de los siglos fueron expandiendo sus territorios hacia el sur, en un proceso conocido como la Reconquista.
Organización Política de los Reinos Cristianos
A finales de la Edad Media, los principales reinos cristianos peninsulares eran la Corona de Castilla, la Corona de Aragón y el Reino de Navarra. Aunque cada reino poseía sus propias características, compartían una estructura política similar, basada en la monarquía, las Cortes y los municipios.
Corona de Castilla
En Castilla, la monarquía experimentó un notable fortalecimiento a lo largo de la Baja Edad Media. Para gobernar, el rey se apoyaba en una administración central compuesta por:
- Las Cortes: Asambleas representativas de los distintos estamentos del reino (nobleza, clero y ciudades), que eran convocadas por el rey para aprobar subsidios, declarar la guerra, etc.
- El Consejo Real: Órgano de carácter consultivo que asesoraba al rey en asuntos de gobierno.
- La Audiencia o Chancillería Real: Tribunal supremo de justicia del reino.
A nivel local, destacaban los regidores y corregidores, representantes del rey en las ciudades y villas.
Corona de Aragón
La Corona de Aragón era una unión dinástica de reinos (Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca), cada uno de los cuales conservaba sus propias instituciones y leyes. El poder real estaba limitado por el pactismo, un sistema por el cual el rey debía respetar los fueros y privilegios de cada reino. En la administración central destacaban:
- Las Cortes: Órgano legislativo del reino, compuesto por representantes de los distintos estamentos.
- Las Diputaciones: Instituciones encargadas de controlar la administración real y defender los fueros de cada reino.
- La Justicia: En manos del Justicia Mayor, un alto funcionario encargado de velar por el cumplimiento de la ley.
A nivel local, los Concejos o municipios adquirieron un gran protagonismo, aunque a menudo estaban controlados por las oligarquías urbanas.
Reino de Navarra
al final de la Edad Media.