Historia de España: Transformaciones y Legados


Al-Ándalus

Los musulmanes llamaron Al-Ándalus al territorio hispano que conquistaron. Esta sociedad islámica permaneció desde principios del siglo VIII hasta finales del siglo XV, conociendo tres periodos políticos fundamentales: emirato independiente, califato y reinos de Taifas.

  • Las victorias cristianas consiguieron que, desde mediados del siglo XIII, Al-Ándalus quedara reducido a Granada.
  • Los soberanos andalusíes ejercieron un poder absoluto, concentrando la máxima autoridad política y religiosa.
  • En cuanto a su organización económica y social, cabe destacar la importancia que tuvieron las ciudades. Córdoba fue un gran centro cultural, sobre todo durante la época del Califato.
  • En la agricultura, destaca el impulso a los regadíos y la difusión de nuevos cultivos (cítricos, arroz, algodón).
  • Su cultura estuvo influida por la religión, que impregnaba toda la vida pública.
  • Tras ocho siglos de convivencia más o menos pacífica, la cultura islámica dejó huella. Actuaron como transmisores de conocimientos, sobre todo del mundo helenístico y de Oriente. Nuestro léxico todavía conserva palabras de origen árabe y la huella de su arte se aprecia en construcciones tan notables como la Mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada o la Aljafería de Zaragoza.

La Repoblación Cristiana

El avance de los ejércitos cristianos sobre territorio musulmán vino acompañado de un movimiento de colonización del mismo, que implicó una nueva organización social, política y administrativa. En algunas zonas permanecieron los musulmanes (mudéjares), gracias a unas capitulaciones de rendición.

  • Una parte de la tierra fue entregada a los nobles que participaron en la conquista, a las órdenes militares o a grandes concejos encargados de su repoblación.
  • En determinadas tierras de frontera se otorgaron cartas de población y fueros, en los cuales se concedían ventajas y facilidades a quienes fuesen a poblar las tierras de frontera. Suelen fijarse allí los límites de los términos, las condiciones del acceso a la tierra, la concesión de franquicias y unas normas básicas sobre la vida municipal.
  • Los fueros (a veces incluyen la primitiva carta de población) son instrumentos jurídicos, otorgados por los monarcas, que regulan la vida local.
  • En Aragón, a partir de 1247, se produjo un proceso de unificación foral que dará lugar a los Fueros de Aragón, normas legales emanadas del Rey con las Cortes.

Mudéjares y Moriscos

Conocemos con el nombre de mudéjares a los musulmanes sometidos a los poderes cristianos tras el avance de estos sobre territorio de Al-Ándalus. Se les permitió conservar su religión, sus costumbres, su cultura y se organizaron en aljamas que gozaron de la protección real. A lo largo de siglos hubo una coexistencia respetuosa entre cristianos y musulmanes.

  • No obstante, son poblaciones sometidas a una cierta segregación social y a unas cargas fiscales mayores que las soportadas por la población cristiana.
  • Con el tiempo, la tolerancia religiosa declinó, especialmente tras la toma de Granada, y se encaminó hacia la unidad religiosa.
  • La impronta mudéjar se aprecia en la arquitectura, con ejemplos sobresalientes en Aragón (Seo de Zaragoza, Torres mudéjares de Teruel).
  • A comienzos del siglo XVI fueron obligados a convertirse al cristianismo, momento a partir del cual se les denomina cristianos nuevos o moriscos.
  • El proceso de integración avanzó en algunas regiones, pero la presencia de los piratas berberiscos y de los turcos como enemigos de la monarquía, les hizo sospechosos. Fueron expulsados a comienzos del siglo XVII por el rey Felipe III, alegando su condición de malos cristianos y de potenciales aliados de los turcos. La medida afectó gravemente a Valencia y Aragón, dejando multitud de pueblos vacíos que fue necesario repoblar.

El Trabajo de los Indígenas Americanos tras la Conquista: Las Encomiendas

Los españoles en América aspiraban, entre otras cuestiones, a sacar rendimiento de la conquista y esto no se podía hacer sin el trabajo de los indígenas. Sin embargo, una buena parte de estos, no habituados al trabajo regular, no estaban dispuestos a trabajar voluntariamente, por lo que fue necesario obligarles.

  • La encomienda suponía la entrega, por parte de la Corona, de un número de indios a un español en calidad de fuerza de trabajo. Así ocurrió en las Antillas, mientras que en el continente, fundamentalmente, en lugar de repartir indios, se adjudicaron a los encomenderos los tributos de un cierto número de indígenas.
  • Los encomenderos tenían obligación de instruir y evangelizar a los indios, pero reunir en un mismo instrumento la cristianización de los indígenas y la explotación de su fuerza de trabajo resultó un fracaso. Los misioneros (Montesinos, Las Casas…) denunciaron la explotación del indio y fueron escuchados en España, contribuyendo así a la mejora paulatina de la situación del indígena americano.

La Inquisición

Fue un tribunal eclesiástico encargado de la persecución de la herejía, que se desarrolló en Europa a partir del siglo XII. La Inquisición española tiene una larga vida que se extiende desde 1479 hasta 1834.

  • La Inquisición desarrollada por los Reyes Católicos jugó un papel político, siendo un poderoso instrumento de control social al servicio del estado monárquico.
  • Estuvo vinculada al Estado y a la cabeza de la organización estaban el inquisidor general y el Consejo Supremo. El territorio quedó dividido en distritos, en cada uno de los cuales había un tribunal.
  • Sus procedimientos judiciales (proceso secreto) y sus consecuencias (graves penas, confiscaciones) generaban miedo y la convirtieron en una institución temible. Al principio se ocupó de los judeoconversos, después de los moriscos y, desde mediados del siglo XVI, de los cristianos viejos, tratando de conformar un modelo de religiosidad homogéneo en todo el país.

Los Decretos de Nueva Planta y el Fin del Foralismo

La muerte sin descendencia de Carlos II, el último de los reyes de la dinastía de los Austrias, planteó el problema sucesorio que enfrentó a dos pretendientes al trono: Felipe de Anjou (Francia) y el archiduque Carlos de Austria, apoyado el primero por Francia y Castilla y el segundo por el resto de las potencias europeas —temerosas de una mayor potencial francés sobre el continente— y los reinos de la Corona de Aragón. La situación provocó un conflicto internacional, la Guerra de Sucesión Española (1702-1713).

La Paz de Utrecht permitió a Felipe V acceder al trono español, a cambio de renunciar a sus derechos sobre la Corona de Francia, a la pérdida definitiva por la corona española de las posesiones europeas y la entrega a Inglaterra de Gibraltar y Menorca. El acceso del Borbón al trono, con los reinos de la Corona de Aragón derrotados, permitió a Felipe V aplicar una reforma político-administrativa del Estado con un carácter centralista siguiendo el modelo francés. Para ello utiliza la organización política de la Corona de Castilla, donde ya se había producido una concentración del poder real desde el siglo XVI.

La Ilustración

Es un movimiento ideológico y cultural que surge en Francia en el siglo XVIII y que, con el paso del tiempo, se va expandiendo por el resto de Europa. Tenía como objetivo aclarar las mentes de la humanidad mediante la razón, conduciéndola a una nueva era ideal (“El Siglo de las Luces”). Es firme partidaria de la educación y del progreso, afirma la igualdad y la libertad. Los principales representantes fueron: Montesquieu, que planteó la separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y Rousseau, defendiendo el principio de soberanía popular expresada con el voto libre y consentido.

Los Señoríos

El señorío supone el dominio hereditario sobre tierras y las personas que allí habitan, dado por el rey a nobles o clérigos como pagos o recompensas por servicios prestados. Similar al feudo, el señor acumula jurisdicción, rentas y propiedades. Es una institución propia de la Edad Media y la Edad Moderna en España y desaparece en las Cortes de Cádiz a inicios del siglo XIX.

Características del Antiguo Régimen

  • Absolutismo como forma de poder: el rey es fuente de todo poder y última instancia en todo conflicto. Su poder está limitado por las tradiciones, como eran las leyes y privilegios de los reinos y grupos sociales, o la necesidad de contar con la aceptación de sus súbditos para crear impuestos. En el siglo XVIII se desarrolla el despotismo ilustrado, que se caracteriza por la utilización del poder real para promover la realización de reformas sociales y económicas sin cambiar el sistema político.
  • Sociedad estamental, jurídicamente desigual, tres estamentos: nobleza, clero y tercer estado. Desigualdad por el nacimiento. Los privilegios sociales eran muy variados, como la reserva legal o tradicional de determinados oficios o cargos públicos, eclesiásticos o civiles; los oficiales del ejército debían ser nobles, etc. Por otra parte, les estaban negados cualquier oficio manual, trabajar en ellos era una deshonra. Su privilegio económico consistía en la exención de impuestos y el poder percibir servicios feudales, o en el caso de la Iglesia el cobro del diezmo (tributo en especie de aproximadamente el 10% de los beneficios del campesino, se pagaba para el mantenimiento del culto, durante el XVIII en España se intentó quitar, pero no se conseguirá hasta 1836).
  • Economía agraria y dirigida: la corona interviene en la perpetuación del orden social mediante la regulación de las actividades económicas, fijando los precios del trabajo y mercancías, tasas, etc. Esta economía se caracteriza por: escasa aplicación de la tecnología a la producción; gran lentitud en la aplicación de las innovaciones técnicas; predominio absoluto del trabajo manual. Debido al estancamiento tecnológico, el crecimiento de la producción era muy lento, y en agricultura provocaba periódicas crisis de subsistencia en las capas más bajas de la sociedad. Las crisis agrarias de tipo antiguo se caracterizan por la escasez, a diferencia de las actuales que se producen por sobreabundancia.

Paz de Westfalia

Tratado firmado en 1648 con el que se puso fin a la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). Consecuencias más destacadas:

  • Desapareció la supremacía de los Habsburgo en el continente.
  • Comenzó un equilibrio entre las potencias europeas.
  • Empieza la decadencia del Imperio Hispánico.
  • Finalizan las guerras de religión en Europa.
  • Se consolida el poder de las monarquías absolutas.

La Construcción del Ferrocarril

Los protagonistas llegan al poder por un pronunciamiento militar, el pronunciamiento de O’Donnell, y Narváez, al conseguir el poder, hacen una serie de reformas/leyes económicas: la desamortización de Madoz, la Ley de Ferrocarriles y la Ley Bancaria. El autor dice en el texto: “Era un partido a favor del desarrollo económico y de la importación de capital”.

  • Situación de los transportes españoles con respecto a los europeos: la red ferroviaria de España sufría un atraso notable con respecto a otros países europeos, tanto por la cantidad de kilómetros construidos como por la densidad, “un gran atraso”.
  • La Ley General de Ferrocarriles (1855): “Los progresistas consideraban que el ferrocarril era una parte esencial en la modernización de la economía española”.
  • Características de la red ferroviaria española: como consecuencia de la Ley de Ferrocarriles se estableció un sistema radial y un ancho entre carriles distinto al europeo, no para dificultar una hipotética invasión desde Francia, sino por una decisión de carácter técnico con el fin de aumentar la potencia de las locomotoras (“subir pendientes”) e instalar calderas de vapor más grandes.
  • El aspecto más controvertido fue el conceder la autorización de los libres aranceles.
  • Relación ferrocarriles-industrialización: la importación de materiales ha sido considerada una de las primeras razones para defender que la construcción de la red ferroviaria en España fue una oportunidad perdida para la industrialización. Los fabricantes denunciaron la entrada libre de mercancías. Además, si se hubiera construido más lentamente, la economía del país se hubiera paralizado, ya que las mercancías transportadas por el ferrocarril hubieran sido transportadas por animales. La alimentación de estos hubiese supuesto pérdidas de cereales para la alimentación de la población.
  • Efectos positivos: aparte de la etapa de construcción, el ferrocarril permitió desplazar mercancías y personas a una distancia mayor a un menor coste; además, contribuyó al transporte de vino y minerales para su exportación.
  • Efectos negativos: la red ferroviaria empezó a construirse tarde, con una planificación deficiente, una financiación inadecuada y un trazado especulativo, es decir, se construyó con prisas, mal, tarde y a un precio elevado.

La Institución Libre de Enseñanza

La situación de la enseñanza en la España del siglo XIX se resume en una serie de intentos fallidos de establecer un sistema educativo consolidado que fuera una fuente de cultura. Durante el reinado de Isabel II se produjo un intento de regular el sistema educativo. Se crearon los primeros institutos (en cada provincia) y las primeras universidades (en cada capital de provincia). Durante el gobierno de la Unión Liberal, se aprobó la Ley de Educación en 1857 (Ley Moyano) con un intento de regular el sistema educativo. En el Sexenio se quieren concretar las ideas que llegaban del resto de países europeos, pero la inestabilidad de la época impidió que se pudiesen llevar a cabo todas las expectativas. Por último, hay que señalar los antecedentes más inmediatos de esta institución. La educación estaba dividida en pública y privada. En la última, dirigida a una élite, se encontraban las escuelas religiosas y la Institución Libre de Enseñanza. Se empezaron a crear las primeras instituciones religiosas para los más marginados y otras de signo anarquista donde, además de educar, se transmitía esta ideología a los hijos de los obreros.

  • La Institución Libre de Enseñanza: fue un centro privado, alternativo, fundado en 1876 por algunos profesores que abandonaron la universidad al restablecerse la censura, con Francisco Giner de los Ríos como director.
  • Ideología: se buscaba la formación integral del individuo, en plena libertad y mediante el fomento de la curiosidad científica, la ausencia de dogmas y el desarrollo del talante crítico. Rechazaba las filiaciones políticas o religiosas, aunque la mayor parte de los profesores eran cristianos.
  • Contexto histórico: el régimen de la Restauración fue capaz de hacer convivir las críticas al sistema (excluido el cuestionamiento de la monarquía) con la corrupción electoral y el mantenimiento del nivel de analfabetismo de la población. Al gobierno no le interesaba que la población accediese a la cultura y la educación segura. Se rechazaban las novedades científicas y se le daba apoyo a la Iglesia (que rechazaba las teorías de Darwin). Los gobiernos canovistas devolvieron a la Iglesia parte del terreno perdido en las décadas anteriores al permitir la expansión de los colegios religiosos y el aumento de las congregaciones.
  • Base social
  • Sacrificio
  • Amor al trabajo
  • Odio a la mentira
  • Patriotismo
  • Desarrollo de la personalidad individual

La Guerra Hispano-Estadounidense

Se desató en 1898, durante la infancia del rey Alfonso XIII, cuando ejercía la regencia la reina María Cristina de Habsburgo. Aunque la voladura del acorazado Maine en la bahía de La Habana en febrero de ese mismo año fue la causa más directa del inicio del conflicto, hemos de ir un poco más atrás para entender esta guerra y, en especial, la postura de sus tres (no dos) contendientes:

  • Tras la pérdida de la mayor parte de las colonias americanas en 1824, Cuba, Puerto Rico y Filipinas se convirtieron en las últimas joyas del imperio colonial español y su permanencia dentro de él era una cuestión de honor. La política exterior de recogimiento de la época de la Restauración, que admitía la posición secundaria de España en la política internacional, no le impedía a España hacer en dicho contexto una referencia constante a su pasado glorioso y a la necesidad de reconocer sus derechos coloniales basándose en dicho pasado. De hecho, los 200.000 soldados enviados a Cuba para frenar el levantamiento independentista fue el mayor esfuerzo militar jamás llevado a cabo por una potencia colonial en América.
  • La burguesía criolla, con el apoyo del resto de la población cubana, demandaba más autonomía respecto de la metrópoli, si no directamente la independencia. Esto se comprobó tanto en la Guerra Larga o de los Diez Años (1868-1878), finalizada con los acuerdos de Zanjón, como en la Guerra Chiquita (1879) que, a pesar de la derrota cubana, reforzó aún más su postura independentista. En Filipinas también nacía un incipiente movimiento independentista.
  • Frente a la visión española de las relaciones internacionales centrada en su pasado imperial y sus derechos por ello, las nuevas potencias imperialistas (Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos) veían la situación de otra manera. El primer ministro británico Lord Salisbury defendía, tres días después de la derrota naval española en Cavite (Filipinas), que “podemos dividir las naciones del mundo grosso modo en vivas y moribundas”. Estados Unidos estaba sin duda entre las primeras, y fijaba su política expansionista (el llamado “Destino Manifiesto”) no sólo en todo el territorio norteamericano entre el Atlántico y el Pacífico, sino también, a partir de 1890, hacia el Caribe (su “patio trasero”, y con fuertes intereses económicos en la zona) y, en menor medida, el Pacífico. El conflicto con la vieja España era evidente.

La gran insurrección comienza con el “Grito de Baire” en 1895, con apoyo de la población negra y mulata y liderada por José Martí y Antonio Maceo, entre otros. Filipinas comienza la insurrección en 1896, abriendo un nuevo frente para España (Rizal, su líder, es fusilado por las autoridades españolas). Tras una primera etapa de conjugar guerra y negociaciones, llega a Cuba el general Weyler, partidario de una política de fuerte represión, intentando aislar a las guerrillas independentistas (mambises) de sus apoyos rurales. Pero la movilidad de las guerrillas y las enfermedades tropicales diezmaron al ejército español. Además, la dura política de Weyler contra la población cubana (recluida en campos de concentración) fue un escándalo azuzado por la prensa amarilla norteamericana.

Tras la explosión en el Maine y unas infructuosas investigaciones, los norteamericanos acusaron a España del hundimiento y lanzaron un ultimátum a las autoridades españolas que, tras rechazarlo, declararon la guerra a los EE. UU. (abril de 1898) en medio de la enfervorecida opinión pública española, muy mal informada de la realidad. En julio, la superioridad tecnológica de la flota norteamericana queda en evidencia con su gran victoria naval frente a Santiago. Las tropas norteamericanas, con el apoyo de los mambises independentistas, desembarcan y cercan Santiago, que capitula poco después. Se ocupa Puerto Rico y se inician los acuerdos de paz en agosto, coincidiendo con la derrota naval española en Cavite (Filipinas) y la capitulación de Manila. La firma de la Paz de París, como hemos visto, se pospone hasta el 10 de diciembre, pero desde el final del verano ya estaban llegando a España los soldados repatriados, una impresión penosa que se convirtió en la imagen más cercana y visible de la derrota. Por cierto, en este Tratado de Paz no intervinieron ningún representante cubano, filipino o de Puerto Rico.

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