Escuela de Niñas: Profesorado y Alumnas
Se elevó el número de niñas a 132, de las cuales 100 eran de pago y 32 de enseñanza gratuita. Consecuentemente, también se aumentó el número de maestras. La maestra cobraría 2200 reales y las dos ayudantas 550 reales cada una. Además, se repartirían el dinero recaudado de las niñas de pago de la siguiente manera: el 50% para la maestra y el 25% para cada ayudanta.
La maestra tendría derecho a una habitación en la escuela, con la obligación de cuidar el aseo, la limpieza y la provisión de agua de la misma.
La maestra sería nombrada a través de examen y las ayudantas serían seleccionadas a propuesta de la maestra.
Contenidos de Enseñanza
A los contenidos expresados en el primer reglamento se añadirían:
- La enseñanza correcta de la escritura.
- Las cuatro reglas fundamentales de la aritmética.
- La gramática castellana (utilizando los mismos textos que para los niños).
A estas materias se uniría la enseñanza de las labores y obligaciones consideradas propias del sexo femenino.
Nombramiento de Profesores, Apertura y Funcionamiento (1834-1854)
Tras la reforma del reglamento y su aprobación por la Reina Gobernadora, se reanudaron rápidamente los trámites para la apertura de las escuelas. El primer paso fue la convocatoria de oposición bajo nuevas condiciones, con fecha 18 de enero de 1834.
La comisión nombrada para el examen de los maestros dio comienzo a los ejercicios de la oposición el 12 de enero de 1834. En esta oposición solo intervinieron tres maestros, debido a la retirada de D. Blas Andreu.
El 17 de febrero finalizó la oposición de maestros. De acuerdo con el informe de la comisión examinadora, la Real Sociedad nombró:
- Maestros de la escuela de niños: D. Juan Leal (primero) y D. Mariano Hernández (segundo).
- Maestra de la escuela de niñas: Doña Dolores Payans.
Esto les fue comunicado en oficios del 21 de febrero de 1834, notificándoles que la apertura de las enseñanzas sería el 1 de marzo siguiente. Se les encargó coordinarse con los Socios Curadores de dichas escuelas para todos los asuntos relacionados. Pocos días después, a propuesta de los maestros, fueron nombrados:
- Pasante de la escuela de niños: D. José Ramón Berenguer.
- Ayudantas de la escuela de niñas: Doña Encarnación Rodríguez y Doña Juana Manuela López.
Con esto, quedaba completo el cuadro de profesores para el inicio de las clases.
Posteriormente, la Real Sociedad nombró a Doña Manuela Baño como maestra de su escuela de niñas, y a Isabel Gimeno y Lorenza Ibáñez como ayudantas. Para la escuela de niños, se nombró un nuevo pasante, D. Pascual Perea. A comienzos de 1835, impartían enseñanza a un total de 174 alumnos:
- Escuela de niños: 122 alumnos (41 gratuitos, 81 de pago).
- Escuela de niñas: 52 alumnas (27 gratuitas, 25 de pago).
Ambas escuelas funcionaban satisfactoriamente. El nivel de conocimientos alcanzado por los niños, demostrado en los exámenes, evidenciaba el dominio del método de D. José Mariano Vallejo.
En 1837, el profesorado se redujo:
- Escuela de niños: Un maestro y un pasante.
- Escuela de niñas: También sufrió una disminución.
Esta reducción tuvo una repercusión negativa en el rendimiento de las escuelas, como se manifestó en los exámenes anuales de los alumnos.
En 1843, la recién nombrada ayudanta Doña Josefa Perea, maestra titulada, solicitó a la Real Sociedad una casa habitación y la parte de la paga correspondiente a la segunda ayudanta (plaza que estaba vacante). La Sociedad atendió su solicitud, proporcionándole habitación y acordando que la paga de la segunda ayudanta se repartiera entre la maestra titular y ella, mientras no se cubriera dicha plaza.
Los exámenes celebrados en diciembre de 1844 mostraron una mejora en la enseñanza tanto de los niños como de las niñas.
En 1849, el nivel académico descendió. En abril de 1850, se compraron doce ejemplares de Ripalda y Fleuri y seis de aritmética para las niñas de enseñanza gratuita. En 1851, se dotó a la escuela de niñas de banquetas, una pizarra y una colección de muestras de letra.
En 1854, una maestra solicitó una nueva dotación de libros y material escolar para los niños de enseñanza gratuita de la escuela.
Cuestionamiento y Supresión de las Escuelas (1855-1860)
A partir de 1855, la existencia de suficientes escuelas públicas costeadas por el Ayuntamiento llevó al abandono de las escuelas «patrióticas» de la Real Sociedad. En 1855 (Nota: El texto original indicaba 1955, corregido a 1855 por contexto histórico), la comisión examinadora manifestó que la escuela de niños de la Real Sociedad se hallaba en un «estado de abandono lamentable». El bajo rendimiento de los alumnos, sumado a las dificultades de financiación, hizo plantear su posible cierre.
En 1857, surgió la propuesta de establecer en Murcia una fundación para dar enseñanza gratuita a entre ochocientos y mil niños pobres, mediante la creación de colegios de Padres Escolapios.
Este periodo vio la apertura de escuelas caritativas para la escolarización de niños pobres, aumentando el número total de escuelas de enseñanza primaria. Sin embargo, esto generó descontento entre los maestros de escuelas privadas, quienes se quejaban de la falta de alumnos al preferir estos las escuelas públicas gratuitas. Se inició una reforma que llevó a la supresión de muchas escuelas, culminando en 1860 con el cierre definitivo de las escuelas de la Real Sociedad.