La Segunda República Española (1931-1936)
El resultado de las elecciones del 12 de abril de 1931 dio la victoria a las fuerzas republicanas unidas en la mayoría de las grandes ciudades. Ante esta situación, el rey Alfonso XIII renunció a la Corona, abandonó España y el 14 de abril se proclamó la República (1931-1936). El régimen se mostraba para gran parte de la población española como una oportunidad para democratizar y modernizar el país. Pero la República nació en unas circunstancias difíciles. Por una parte, a nivel mundial se había producido la crisis económica de 1929, y los fascismos habían iniciado su ascenso. La falta de tradición democrática en España, la conflictividad social, la lentitud de las reformas y la oposición de los grupos conservadores condujeron a la inestabilidad política.
“La composición histórica que voy a realizar sobre … la encuadro en la Segunda República (1931-1936)”
El Camino hacia la República
Tras la dimisión de Primo de Rivera (1930), el general Berenguer fue nombrado presidente de gobierno (la dictablanda). Socialistas, republicanos y catalanistas firmaron el Pacto de San Sebastián para establecer una acción conjunta antimonárquica canalizada por un Comité Revolucionario presidido por Alcalá Zamora. En este contexto se produjeron dos intentos de alzamiento militar para proclamar la Segunda República: la sublevación de Jaca y la del aeródromo de Cuatro Vientos. Alfonso XIII nombró como nuevo presidente al almirante Aznar que convocó elecciones municipales el 12 de abril de 1931. Celebradas mediante sufragio universal masculino, supusieron el triunfo de la coalición republicano-socialista, triunfando principalmente en las zonas industriales. El día 14, Alfonso XIII se exilió a París tras publicar un comunicado explicando los motivos de su marcha. En ese mismo día fue proclamada la República.
Proclamación y Gobierno Provisional
Su proclamación fue muy popular entre las clases humildes, aunque en sectores de la Iglesia, el ejército, fuerzas de seguridad, sectores financieros y algunos propietarios agrícolas e industriales no tuvo tanta aceptación. El Gobierno Provisional estaba presidido por Alcalá Zamora, era un gobierno de coalición, entre otros políticos se encontraban: Lerroux (radical), Azaña (Acción Republicana), y Largo Caballero (PSOE). Pese a su provisionalidad, decretó una serie de medidas de extrema urgencia: la concesión de una amnistía general para los presos políticos, la proclamación de libertades políticas y sindicales, o reformas de carácter social. También tuvo que hacer frente a algunos conflictos, entre ellos el incendio de conventos y edificios religiosos. Asimismo, se produjeron las primeras huelgas del período que se saldaron con una fuerte represión. Esta situación motivó la promulgación de una Ley de Defensa de la República.
Las Cortes Constituyentes y la Constitución de 1931
Las elecciones a Cortes Constituyentes se celebraron el 28 de junio, y dieron la mayoría de los escaños a los socialistas y a los republicanos, los partidos que pertenecían a la izquierda y al centro. La Constitución de 1931 estableció un régimen democrático y adoptó medidas anticlericales, lo que provocó la dimisión de Alcalá-Zamora y la llegada de Azaña al gobierno. Sus artículos reflejaban planteamientos absolutamente nuevos, modernos y revolucionarios: igualdad ante la ley, la educación y el trabajo… Definía a España en su artículo 1º como una «república democrática de trabajadores de toda clase», se suprimía todo privilegio de clase social y de riqueza. Se apuntaba también la posibilidad de socialización de la propiedad y de los principales servicios públicos, aunque nunca se llevaron a cabo.
Principios de la Constitución
La Constitución recogía la división de poderes:
- El poder legislativo residía en las Cortes, constituidas en un único Congreso de diputados, elegidos por sufragio universal, incluso femenino.
- El poder ejecutivo recaía en el gobierno.
- El poder judicial residía en jueces independientes.
Se afirmó la laicidad del Estado, al no declarar ninguna religión como oficial y al reconocer el matrimonio civil y el divorcio. Respecto a la cuestión autonómica, la Constitución consideraba la República como un «Estado Integral». Esto abrió la posibilidad de elaborar Estatutos de autonomía y constituir regiones autónomas.
Principales Partidos Políticos
Los partidos más destacados son los siguientes:
- Partidos de izquierdas: PSOE (F. Largo Caballero), Partido Radical Socialista (Marcelino Domingo), Partido Comunista de España (Dolores Ibárruri), Esquerra Republicana de Catalunya (Macià y Companys).
- Partidos de centro: El Partido Radical y Derecha Liberal Republicana.
- Partidos de derecha: CEDA, Falange Española de las JONS, Liga Regionalista de Catalunya y PNV.
El Bienio Reformista (1931-1933)
Aprobada la Constitución, fue designado Presidente de la República Alcalá Zamora y Jefe del Gobierno, Manuel Azaña. El gobierno, integrado mayoritariamente por republicanos de izquierda y socialistas, impulsó un programa de reformas, con el objetivo de modernizar y democratizar la sociedad española.
Reformas Impulsadas
Se promulgó la extinción en dos años del presupuesto del Culto y Clero, creado en la Década Moderna para financiar la Iglesia, y el sometimiento de las órdenes religiosas a una ley especial (Ley de Congregaciones Religiosas). Se fueron promulgando leyes y decretos complementarios: disolución de la Compañía de Jesús; matrimonio civil, divorcio; prohibición de la enseñanza a las órdenes religiosas.
Otra medida fue la modernización del ejército. El ejército español tenía en ese momento un exceso de oficiales. Se promulgó la Ley de Retiro de la Oficialidad -«Ley Azaña»- que establecía que todos los oficiales en activo debían prometer su adhesión a la República, pero se les daba la posibilidad de retirarse con el sueldo íntegro. También se suprimió la Academia General de Zaragoza y se creó la Guardia de Asalto, una fuerza de orden público fiel a la República.
El gobierno de la República fue consciente de la necesidad de afrontar una reforma agraria. Casi la mitad de la población activa española trabajaba en la agricultura. El Gobierno provisional había promulgado varios decretos:
- Decreto de Términos Municipales: obligaba a contratar a los campesinos del pueblo.
- Decreto de Laboreo Forzoso.
Hubo gran resistencia, aumentando el número de huelgas como en Castilblanco y Arnedo. Todos estos decretos se culminaron con la aprobación de las Cortes de la Ley de Reforma Agraria. Las tierras de la nobleza fueron confiscadas. Para llevar a cabo la redistribución de las tierras se creó el Instituto de Reforma Agraria. Los problemas que se presentaron fueron numerosos y graves, sin contar con la oposición de los terratenientes expropiados o confiscados.
La cuestión de la diversidad nacional dentro de España fue uno de los primeros problemas que tuvo que plantearse la República, pero la Constitución ya mencionaba la posibilidad de conceder la autonomía a las regiones que lo solicitasen. Macià, presidente de Esquerra Republicana de Catalunya, había proclamado la República Catalana. El Gobierno provisional tuvo que negociar para que anulara esta proclamación a cambio de un gobierno autonómico provisional (la Generalitat).
En la educación, el problema básico con el que tuvo que enfrentarse la República fue el elevado índice de analfabetismo y la falta de escolarización. El objetivo fue promover una educación laica y liberal. Se intentó acabar con la hegemonía de la enseñanza religiosa y se adoptó un modelo de escuela mixta laica, obligatoria y gratuita. Para llevar a cabo estos proyectos contaron con la ayuda de: la Institución Libre de Enseñanza, bibliotecas ambulantes y misiones pedagógicas.
Fin del Bienio Reformista
Tras todas estas reformas, a finales de ese año, Azaña gozaba de un inmenso prestigio y popularidad. Sin embargo, pronto se iba a producir un inesperado vuelco de la situación. Hubo una oleada de esporádicos levantamientos anarquistas. Uno de ellos fue el de «Casas Viejas«, donde campesinos sin tierras estaban sometidos al paro forzoso estacional. La dura represión de los Guardias de Asalto causó un gran descrédito en el gobierno y obligó a la dimisión de Azaña. Alcalá Zamora otorgó la presidencia del gobierno a los radicales, primero a Lerroux y, pocas semanas más tarde, a Martínez Barrio. Su objetivo era la convocatoria de nuevas elecciones generales. Estas fueron celebradas el 18 de noviembre de 1933, las primeras en España en las que votaron las mujeres. El resultado fue la victoria de los partidos de centro-derecha, llamados CEDA, comenzando así el Bienio Radical-Cedista (1933-1935).