Historia Económica
Definición y Evolución
La Historia Económica estudia la economía del pasado. Cipolla la define como la historia del hombre en relación con sus circunstancias económicas, y su estudio se realiza de acuerdo a las características de cada época. Esta disciplina surgió a finales del siglo XIX y tuvo un gran desarrollo entre 1930 y 1970, complementándose con otras ciencias sociales.
Cipolla argumenta que la Historia Económica debe estudiar los hechos económicos pasados en uno o varios países. Además, distingue entre la Historia Económica y la economía en sí misma, ya que la primera tiene sus propios campos de investigación y desarrollo.
Diferencias entre el Historiador Económico y el Economista
El historiador de la economía estudia el pasado histórico en relación con otras variables, mientras que el economista se centra en el presente y busca formular leyes generales para el futuro. El objeto de estudio de la Historia Económica son los medios de producción, las formas de producción y distribución, y las estructuras geográficas, entre otros aspectos.
El economista realiza un estudio más incompleto, basado en referencias matemáticas, mientras que el historiador tiene una visión más completa de la situación económica, aunque no pueda crear leyes generales. El economista crea modelos a corto y largo plazo (macroeconomía y microeconomía), pero en la macroeconomía no se pueden crear modelos a largo plazo debido a la constante evolución de las variables. El historiador, por su parte, estudia el pasado y confía en las fuentes históricas para hacer suposiciones sobre el presente y el futuro.
El historiador abarca más aspectos que el economista, incluyendo la sociedad, las instituciones y la política.
Fuentes para la Historia Económica
Para reconstruir el pasado, el historiador utiliza fuentes existentes en un proceso que consta de tres fases: recopilación, crítica e interpretación, y utilización. En la fase de recopilación, hay que tener en cuenta que las fuentes pueden no haber sido creadas, pueden haber sido falsificadas o pueden haber sido destruidas.
Mabillon clasificó las fuentes en dos tipos en 1681:
- Primarias: narrativas y en forma de crónica.
- Secundarias: documentales, basadas en las primarias.
Las fuentes terciarias recopilan las primarias y secundarias. Algunos ejemplos de fuentes para la Historia Económica son: catastros, archivos municipales, fuentes semipúblicas, fuentes privadas (eclesiásticas, familiares, notariales), y fuentes cuantitativas.
Los historiadores económicos se han centrado tradicionalmente en el comercio y los precios, pero a partir de las tesis ruralistas francesas, el objetivo se ha ampliado a otros ámbitos.
Evolución de la Historia Económica en España
En España, los estudios económicos se desarrollaron durante la Ilustración y continuaron en la primera mitad del siglo XX con autores como Ramón de la Sagra y Argüelles. En los años 40, la historia económica española se vinculó a la extranjera con la influencia de autores como Hamilton, Klein, Hussey y Usher. Destacan las revistas Annales e Hispania.
En los años 50, destacan los franceses Lapeyre, Braduel, Bennassar y Vilar, que influyen en España. En este periodo, sobresalen autores como Vicens Vives, Vázquez de Prada y Ruiz Martín. En los años 60, aparece la historia total con Pierre Vilar, que se centra en la economía e industria catalanas.
En los años 70, la influencia de Annales continúa con Gonzalo Anes. Se implanta el estudio de Ciencias Económicas en varias universidades y se debate sobre el atraso económico español. En los años 80, se consolida la disciplina con la revista Journal of Iberian and Latin American Economic History y la figura de Gabriel Tortella.
En el último tercio del siglo XX, economistas y no solo historiadores realizan estudios de Historia Económica. Sin embargo, no existe una verdadera interrelación entre economistas e historiadores.
Historia Social
Definición y Debate Metodológico
La Historia Social es un concepto complejo y ambiguo. El debate sobre su definición y metodología se mantiene actualmente.
Labrousse elaboró un programa para abordar el análisis de la Historia Social que se basaba en la cuantificación de la riqueza de cada grupo social en un momento determinado y en un espacio concreto. Este enfoque se centraba en la transición del siglo XVIII al XIX y prefería hablar de clases sociales en lugar de estamentos.
Mousnier criticó la propuesta de Labrousse, argumentando que el elemento metodológico a usar debía ser el prestigio y el honor social. Mousnier priorizaba los elementos cualitativos y prefería hablar de estamentos u órdenes antes que de clases. Incluso planteó la reconstrucción de biografías y genealogías como método de estudio.
Alternativas Metodológicas
Para superar el enfrentamiento entre Labrousse y Mousnier, surgieron varias alternativas metodológicas:
- Historia Marxista:
- Variante clásica: Pierre Vilar (se centra en los procesos de producción y las relaciones de producción).
- Variante novedosa: W. Kula y G. Bois.
- Tendencia sociocultural: Estudia elementos culturales como las mentalidades, el nivel cultural y la lectura.
- Vía pragmática: Propone utilizar elementos de ambas posturas (cuantitativa y cualitativa) y construir clasificaciones sociales distintas según el tipo de sociedades que se estudian. Esta vía, defendida por autores como P. Goubert, G. Duby y L. Stone, es la que ha tenido más éxito.
- Soluciones dinámicas: Estudian el poder, la familia, el parentesco, el patronazgo y la clientela. Esta vía es defendida por G. Levi.
Fuentes para la Historia Social
Las fuentes para la Historia Social han avanzado mucho en los últimos tiempos. Algunas de las más utilizadas son:
- Catastros, vecindarios y padrones (fuentes fiscales).
- Protocolos notariales.
- Archivos parroquiales y privados.
Límites de la Historia Social
Los límites de la Historia Social son difusos. Se critica el análisis de la sociedad por grupos y se propone la creación de clasificaciones dinámicas que incluyan a los individuos y las familias.
Evolución de la Historia Social en España
En España, la Historia Social ha experimentado un avance interesante y rápido. En la Edad Media, destacan historiadores como Luis Suárez, de Moxo y Julio Valdeón, centrados en la nobleza y sus relaciones con la monarquía.
En la Edad Moderna, surgen estudios generales que recogen capítulos sobre la sociedad, fundamentalmente de los Austrias. Autores como Elliot, Kamen, Lynch, Carande, Ladero-Quesada y Domínguez Ortiz estudian la sociedad española, los grupos sociales y su protagonismo.
En cuanto a los estudios urbanos, destacan autores como Bennassar, Fortea y Gelabert. También existen numerosas monografías rurales, como las de García Sanz (Segovia), Baudilio Barreiro, J.M. Pérez García y Saavedra (Galicia) y Brumont (Castilla). El estudio del clero ha sido desarrollado por autores como Atienza y A. Irigoyen.
Los estudios de síntesis destacan el papel de los grupos privilegiados. En el caso de la nobleza, destacan autores como Domínguez Ortiz, Bertrand, Elliot, Fagar, Fernández Álvarez y Vázquez de Prada. En cuanto a la burguesía, destacan estudios sobre la burguesía financiera (P. Molas), la burguesía mercantil (R. Franch) y la burguesía valenciana. En 1991 se celebró en Madrid el congreso “La burguesía española en los siglos XVI-XIX”.
La historia de las mujeres está retrasada en comparación con la de los hombres. Los grupos marginales han sido estudiados por autores como Pedro Carasa, Alberto Marcos Martín y Elena Maza.