Huye sin mirar atrás


Teatro de innovación


1. La generación del 98: entre los primeros intentos de renovación destacan las aportaciones de Unamuno (con un teatro intelectual y filosófico), Azorín (que hizo un teatro simbólico e irreal), pero sobre todo Valle-Inclán.

Su obra teatral suele agruparse en tres ciclos:

El mito

La acción transcurre en una Galicia mítica, intemporal. Se representa una sociedad arcaica, elegida para ofrecer la visión de un mundo en el que la propia vida se rige por instintos: Comedias bárbaras, Divinas palabras

La farsa

Obras situadas en un espacio más ridículo, propio del Siglo XVIII: jardines, cisnes, flores…, en las que introduce personajes de la farándula, el uso de disfraces y el teatro dentro del teatro, buscando la ruptura del efecto de realidad que producen las obras dramáticas: La marquesa Rosalinda, Farsa y licencia de la reina castiza.

El esperpento

Luces de bohemia (1920) y la trilogía Martes de carnaval (Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán).

El esperpento consiste en abordar asuntos graves desde una perspectiva burlesca; al combinar la seriedad de los asuntos con la risa, brota lo grotesco. Es un intento de presentar la realidad española, pero deformándola: cosifica y animaliza los personajes que pierden su condición de humanos, personifica animales y objetos, 


selecciona los aspectos más indignos y los mezcla con los más delicados, une el lenguaje lírico y elevado a la expresión más soez… No se ofrece una visión natural y real, sino que se presentan los hechos de una manera exagerada y burlesca; y esa distorsión y exageración permite realizar una profunda crítica. Este tipo de teatro es un teatro de crítica de una realidad falsa y de unos valores que ya no tienen sentido (lo cual concuerda con la actitud crítica de los miembros de la generación del 98, a la que se incorporó Valle después de una época modernista)

Luces de bohemia inicia la estética del esperpento. La trama representa la última noche del escritor bohemio, ciego y arruinado, Max Estrella. En compañía de don Latino de Hispalis, guía desleal de Estrella, recorre los lados más sórdidos y marginales del Madrid de su época. Pretende ilustrar una España deforme, injusta, opresiva y absurda, traspasada por la miseria y el hambre. De la crítica de Luces no se libra nadie, desde la monarquía hasta el último plebeyo, pasando por la estéril bohemia: la queja es, así, total y aparece por primera vez una crítica colectiva. (Valle escribíó otras obras esperpénticas que no son teatro: las novelas Tirano banderas y El ruedo ibérico)


El grupo del 27


Significó una importante renovación con tres propósitos comunes: romper con el teatro que triunfaba comercialmente, acercar el teatro al pueblo y, al mismo tiempo, incorporar las nuevas tendencia vanguardistas. De entre todos ellos destacó Federico

García


La obra de Lorca puede agruparse en tres grandes bloques:

Primeras piezas teatrales

En 1920 estrena El maleficio de la mariposa, obra de influencia modernista sobre el amor entre una cucaracha y una linda mariposa, que inaugura ya el tema fundamental de la dramaturgia lorquiana: la insatisfacción amorosa. El estreno fue un fracaso del que Lorca se resarcíó pronto con Mariana Pineda, drama histórico basado en la heroína ajusticiada por Fernando VII en Granada por haber bordado una bandera liberal. A estas dos obras se unen las farsas trágicas sobre amores desgraciados de La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. En esta primera época también compone varias piezas breves de teatro de marionetas, en ellas desarrolla otro de los temas lorquianos: el conflicto autoridad/ libertad 

Teatro vanguardista


Las comedias imposibles. Lorca dio este nombre a las comedias creadas bajo el influjo surrealista. La técnica surrealista le vale para explorar en los instintos ocultos del hombre: 


en Así que pasen cinco años plantea que la única forma de prolongar el deseo es aplazando el amor, y El público (incompleta) defiende el amor como un instinto ajeno a la voluntad que se manifiesta de formas muy diversas, entre ellas, la homosexual, y critica a una sociedad que condena a todo el que es diferente.

La etapa de plenitud


Durante los años treinta, escribe obras teatrales que sí alcanzan el éxito comercial. Todas ellas tienen en común el protagonismo de las mujeres: Bodas de sangre y Yerma son dos tragedias de aire clásico, en las que mezcla la prosa y el verso, utiliza coros como en la tragedia griega para comentar la acción, maneja elementos simbólicos y alegóricos… En Bodas de sangre (una novia huye con su antiguo novio el día de su boda) aparecen temas conocidos de Lorca como el amor, la violencia, la muerte, las normas sociales que reprimen los instintos. Yerma aborda otros temas muy lorquianos: la esterilidad, la opresión de la mujer, el anhelo de realización que choca con la moral tradicional… Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores habla sobre la espera inútil del amor.

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