Ideas de la conciencia y la falsa conciencia en la filosofía de Marx


2- La ideas de la conciencia están determinadas por el proceso material de vida de los ‘hombres de carne y hueso’

  1. La filosofía alemana cree que las ideas y las diferentes formas de la conciencia poseen su propia sustantividad, su propia historia
  2. La moral, la religión, la metafísica… son formas de la conciencia dependientes del proceso material de vida, es decir, cambian con el desarrollo de los diferentes modos de producción material y de trato material. Su sustantividad es aparente
  3. El proceso material de vida es registrable empíricamente
  4. La ideología y las formas de la conciencia son ‘sublimaciones’ necesarias para el proceso material de vida del individuo real viviente

3.1- Marx afirma en el texto que el error que cometen los filósofos alemanes es «partir del cielo»

Es decir, explicar el proceso material de vida de los hombres a partir de lo que estos piensan, dicen o se imaginan. Según Marx, cada etapa de la historia posee su propia ideología. Es decir, en cada etapa de la historia podemos encontrar un conjunto de ideas falsas que fomenta la clase dominante para mantener sus privilegios. En la sociedad capitalista del siglo XIX, estas ideas de la falsa conciencia ideológica se caracterizan por ser conservadoras, por servir para perpetuar la situación de explotación, alienación, en la que viven los trabajadores, el proletariado. Estas «Formaciones nebulosas», ideológicas pretenden perpetuar la situación de explotación, alienación, en la que vive el proletariado.

3.2- Marx denomina como falsa conciencia a las concepciones e ideas de los individuos que no corresponden con sus condiciones materiales de existencia

Marx enfatizó los mecanismos ideológicos como parte del funcionamiento de las sociedades de clases porque ayudan a ocultar a sus miembros cuáles son sus ‘verdaderos’ intereses. Frente a la misteriosa función de la forma espiritual de la clase dominante, afirmó que ‘la existencia social determina la conciencia, no la conciencia determina la existencia social’. Con esta afirmación Marx buscaba enseñar la relación que existe entre las formas sociales de vida –es decir, las relaciones de clase– y sus formas mentales y culturales –la «conciencia»–. Marx explica el fenómeno de la falsa conciencia como un producto de la alienación. Si la actividad social de los individuos es alienada (no se corresponde con sus necesidades y deseos), la conciencia de estos individuos también lo será. La falsa conciencia de los trabajadores asalariados, entonces, se explica por su existencia social como clase dominada.

4.- Según Marx, las diferentes etapas de la historia que podemos distinguir simplemente reflejan los diferentes modos de producción que las personas utilizan para crear su sustento.

En cualquier caso, las filosofías idealista y materialista comparten una visión dialéctica de la realidad. Ven la historia como un proceso dialéctico (es decir, necesariamente dinámico, contradictorio, racional) necesario e ineludible, determinado por leyes racionales que nos permiten predecir el futuro. Además, todos coinciden en que el fin de la historia vendrá marcado por el fin de las contradicciones que hemos podido observar hasta ahora. Ahora, Marx criticó a los filósofos alemanes como ‘ideólogos’ que pretendían comprender el mundo en lugar de tratar de encontrar formas de cambiarlo. Marx reprende su carácter ‘conservador’ de todas sus filosofías anteriores. Además, Marx explica que el motor de la historia, en lugar del ‘desarrollo del espíritu absoluto’, se encuentra en la relación dialéctica existente entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción que encontramos en la infraestructura económica de todo modo de producción.

5- La filosofía de Marx parte de principios materialistas y se opone a la filosofía de carácter idealista, cuya tradición parte en la época clásica con la Teoría de las Ideas de Platón.

Para éste, el verdadero mundo es el mundo de las Ideas. El mundo de las cosas sensibles, concretas, «de lo que nace»… solo imita, refleja o participa de la verdadera realidad. Aunque podamos estudiar la historia de la filosofía, la historia de las religiones, la historia del arte… Las ideas de la conciencia que han guiado la creación de esas obras humanas han dependido siempre del modo en que los hombres de cada sociedad han producido sus medios de vida y del modo en que los han intercambiado.

La República de Platón es la primera obra utópica donde se establecen las bases de un estado ideal y en la que se inspiran filósofos de todos los tiempos, entre ellos Marx, para escribir textos «utópicos». Sin embargo, Platón defendía la división de la sociedad en tres clases. El estado debe obligar a sus ciudadanos a pertenecer a cada una de ellas en función de la parte del alma que predominante en ellos, validando así la especialización de tareas. Por tanto, la principal diferencia entre la sociedad ideal del ateniense y la del alemán sea que la del primero tiene un marcado carácter clasista y estatalista, mientras el segundo describe el «final de la historia» como un estado comunista sin clases sociales ni estado.

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