El punto de partida de su filosofía es que todo nuestro conocimiento consiste en percepciones. Existen dos tipos de percepciones:
Impresiones:
son sensaciones que se tienen en el momento y que se nos manifiestan de forma »fuerte». Estas impresiones afectan a nuestra mente, que es como un papel en blanco, rayado por las sensaciones, dando lugar a las ideas.
Ideas:
impresiones pasadas que se guardan en nuestro cerebro y, evidentemente son más débiles (Cuando te dan una patada, sientes dolor, pero cuando la recuerdas, ese dolor, ya no lo sientes). Las ideas pueden ser de dos tipos:
Simples:
que son las que se corresponden a las impresiones, como los olores, los colores…
Complejas:
se forman a partir de las simples, mediante la imaginación (facultad de hacer ideas) y las leyes de asociación: Estas leyes pueden ser por contigüidad, que consiste en la uníón de ideas simples cuyas sensaciones se dan junto a otras en el espacio o en el tiempo. Por semejanza, que consiste en la asociación de sensaciones que se parecen. Por causa-efecto, que consiste en la asociación de una impresión con una idea previa. Por ejemplo: En el espacio y en el tiempo se nos presentan las siguientes ideas simples de »amarillo» y de »forma ovoidal». Mediante la contigüidad asociamos ambas ideas llegando a la idea compleja de limón, este limón. Si ponemos otra idea compuesta de limón al lado de esa, vemos que se parecen, obteniendo entonces por semejanza el concepto general de limón. Cuando mordemos un limón obtenemos impresiones, ya sea de acidez, de amargura, etc. Entonces esperamos que si hacemos lo mismo con los otros limones, ocurrirá lo mismo, causa-efecto.
De todo esto llegamos al tenedor de Hume que afirma que todo nuestro conocimiento se resume a impresiones o ideas.
Ahora bien ¿cómo expresamos esos conocimientos? Con juicios, oraciones en las que un predicado se atribuye a un sujeto S es P y tiene una propiedad fundamental, que pueden ser verdaderos o falsos.
Hume divide los juicios en dos grandes grupos:
Relaciones de ideas (son la relación que se establece entre las ideas), aquí el P está contenido en el S, por eso se llaman juicios analíticos. Ejemplo: »EL triangulo tiene 3 lados» También son universales ya que todos los triángulos tienen 3 lados. Para saber si estos juicios son verdad tenemos que hacer por la deducción. Ejemplo:
1) Un cuadrado es un polígono de 4 lados.
2) ¿Cómo son los lados de un cuadrado? Perpendiculares
3) Una línea es perpendicular a otra cuando forman 90º.
4) Un cuadrado tiene 4 ángulos
5) Las ángulos de un cuadrado suman 360º.
Cuestiones de hecho:
son los llamados juicios sintéticos, dónde el P no está contenido en el sujeto. Ejemplo: »Las mesas del aula de filosofía son verdes» ¿Cómo averiguamos si este juicio es verdad o no? ¿A qué hay que acudir? A la experiencia. Tendremos que ir al aula de filosofía y mirar si las mesas son verdes. El proceso será el contrario a la deducción, tenemos que sumar casos para obtener un juicio general (inducción).
¿Quién nos proporciona conocimientos? La ciencia y la filosofía.
La Filosofía:
Hume estudia la filosofía de su época, por lo que analiza la filosofía de Descartes. Estudia las 3 verdades:
La idea del yo es una idea compleja que se obtiene por contigüidad temporal, nosotros nos conocemos mediante recuerdos. Por Hume somos un conjunto de recuerdos. Pero si lo que queremos es entenderlo desde una perspectiva entitativa, que sería el alma, en ese sentido, no tenemos ninguna impresión del alma, no hay ningún alma que configurase el yo. No hay algo que identifique o de verdad de un ser.
Del Dios, no tenemos impresión por lo tanto si no hay impresión no hay idea, entonces no lo podemos conocer.
El Mundo no es una idea simple porque no lo puedo ver y no es una idea compleja porque no lo podemos obtener mediante ninguna de las leyes de asociación de ideas. Con eso se carga toda la filosofía de Hume.
La Ciencia:
expresa sus conocimientos en leyes ¿Qué es una ley científica? Es un juicio sintético que expresa una regularidad observable. ¿Para qué sirven las leyes científicas? Sirven para predecir, acerca del futuro. Pero con la experiencia no podemos predecir el futuro, ya que nadie tiene experiencia del futuro. ¿Quién me asegura entonces a mi la validez de la leyes mañana? ¿Quién me asegura a mi que mañana va a salir el sol? Nosotros tenemos fe de que mañana saldrá. Por lo tanto, la ciencia queda reducida a una mera cuestión de fe. // El problema que deja planteado Hume es que si todo nuestro conocimiento procede de las impresiones, ¿dónde nos queda el mundo y las cosas? Una impresión es algo que yo tengo y que supongo que me lo ha provocado algo exterior a mi pero es una creencia, lo único que puedo afirmar es que siento algo, pero no puedo confirmar que exista algo, esto le lleva a un escepticismo y por otro lado al zenomenismo(de las cosas solo conozco sus fenómenos)