Iglesia de San Carlos de las Cuatro Fuentes
En Roma, construida en 1641. Es una iglesia conventual de pequeñas dimensiones. Tiene una planta elíptica con esquinas curvas. Al fondo, frente a la puerta de entrada está el altar mayor. Tiene capillas laterales separadas por columnas. Está cubierta por una gran cúpula elíptica con tambor y linterna apoyada sobre pechinas. La cúpula está muy decorada con casetones, cartelas… consta también de sacristía y claustro. La fachada, de 1667, es ondulada, con partes convexas, la puerta y la balconada refuerzan el centro, y partes cóncavas, que dan dinamismo y movimiento. Está muy decorada con columnas, tarja en el piso superior, y esculturas en nichos. En el lado izquierdo de la fachada, bajo una gran hornacina, se encuentra la fuente que da nombre al edificio. Iglesia de Santa Inés en la Plaza Navona. Iglesia de San Ivo: Planta mixtilínea, Fachada curva, Linterna en espiral.
Palacio de Versalles
Se concibió como una gran ciudad cortesana, que combinaba dos funciones: residencia real y sede del gobierno. Para la monarquía absolutista de Luis XIV, Versalles será expresión de poder y prestigio, así como símbolo del centralismo del gobierno, y de la importancia de la corte, ya que todo gira en torno al rey. Fue construido en la segunda mitad del siglo XVII por los arquitectos Louis Le Vau y Jules Hardouin-Mansart. Las ampliaciones finales, ya con Luis XV, las hizo Jacques-Ange Gabriel. También participaron otros artistas como André La Nôtre que diseñó los jardines, y Charles Le Brun que se encargó de la decoración de interior del patio.
El palacio sobrepasa los 500 metros de longitud y tiene dos fachadas: la principal que está abierta a la ciudad y la posterior que da paso a los jardines. Ambos cuerpos se extienden lateralmente formando un muro continuo. La fachada combina hábilmente entrantes y salientes. Se divide en tres pisos separados por una balconada corrida, el 1º y el 2º, y por un gran entablamento entre el 2º y 3º. El piso principal tiene grandes ventanales con arcos de medio punto, columnas y pilastras clásicas y esculturas en los cuerpos salientes. El edificio se remata con una balaustrada decorada con esculturas que se recortan en el cielo. En el palacio predomina la horizontalidad.
Escultura barroca
Cristo yacente: El tema lo repite varias veces. La primera versión conocida es la del Convento de Capuchinos del Pardo, cerca de Madrid, de 1614, la otra es la del Museo Nacional de Escultura de Valladolid de 1612. El tema: Cristo acaba de morir, todavía se observa en su rostro el sufrimiento y las heridas están abiertas. Composición: es un Cristo de tamaño natural, muerto, tumbado sobre la losa cubierta por una sábana. Está desnudo y solo le cubre el “paño de pureza”, hecho con pliegues quebrados y rígidos. El desnudo está tallado con un modelado perfecto, fruto de un estudio anatómico, que no evita detalles naturalistas como las costillas marcadas o la elevación del esternón. En la cara muestra los rasgos de la muerte: ojos y lágrimas (de cristal) y boca entreabiertos, heridas sangrantes… con un realismo violento que impresiona. Es el sufrimiento. Es la retórica de la persuasión. Fernández usó la policromía para acentuar y trasmitir el mensaje de la Contrarreforma. La técnica: tras la talla se recubría la escultura con una capa de yeso y se revestía con una tela fina, pegada directamente a la madera, para después aplicar los colores al temple.
La vocación de San Mateo: Pertenece a la serie dedicada a San Mateo. A la derecha del cuadro aparecen Cristo, que acompañado de San Pedro, está llamando a Mateo que se encuentra con cuatro acompañantes en torno a una mesa contando monedas. Representa la escena en un ambiente de taberna, con personajes sin idealizar vestidos a la moda de la época, excepto la figura de Jesús que lleva túnica. Los gestos son teatrales y destaca la sorpresa de Mateo. La composición tiene movimiento, conseguido por escorzos y gesticulación de las figuras. La luz que entra por el ángulo superior derecho del cuadro, corta en diagonal la escena, actuando como elemento compositivo. A la vez ilumina el rostro y las manos de los personajes. La luz es la protagonista del cuadro. Los colores son los típicos del tenebrismo: blancos, ocres, negros y algún tono rojizo, sobre fondos castaños y marrones, hasta llegar al negro en las zonas de más sombra. Con este cuadro, Caravaggio ha llegado a la culminación de su estilo. Concibe su pintura con un dibujo preciso y cuidado buscando la armonía y dejando el movimiento en segundo plano. El dominio del tenebrismo es perfecto capaz de subordinar la imagen al efecto de la luz y la sombra.
La Ronda de Noche: Es un óleo sobre lienzo de 387×502 centímetros y se hizo para la sala del Cuartel de la Guardia Cívica. Representa a la milicia urbana de Ámsterdam, grupo de comerciantes encargados de velar por el orden público. Es un retrato corporativo de la Compañía de arcabuceros del capitán Cocq, que aparece en el centro del cuadro vestido de negro y con una banda roja. A su lado el lugarteniente vestido de un color amarillo limón. Muchos de los personajes que, como en un tumulto, acompañan a estos dos, han sido identificados. La composición tiene numerosas líneas diagonales conseguidas con las lanzas del fondo del cuadro. Rompe el esquema tradicional del retrato colectivo holandés, ya que coloca en el centro y muy destacados a los dos oficiales. El resto de personajes son cabezas que emergen de las sombras. La luz actúa de elemento compositivo iluminando a los protagonistas. También es la luz la que organiza el cuadro por sucesiones de planos iluminados o por sombras, que alternan hacia el fondo de la escena. Hay dos focos de luz: uno que da directamente sobre los colores rojo y amarillo de los oficiales, y otro foco que irradia una luz incompresible, y sale de una niña con un callo atado a la cintura. Los claroscuros son violentos, con zonas muy iluminadas y otras en la oscuridad. En cuanto al color, coloca los cálidos en primer término: amarillos, anaranjados, rojizos…, y deja el fondo con colores oscuros llegando hasta el negro.
El martirio de San Felipe: Es un óleo sobre lienzo de 234×234 centímetros. Representa al santo en el momento en que varios verdugos alzan su cuerpo, que tiene las manos atadas al travesaño de una cruz. El fondo es bastante claro, y lo más notable es la tensión entre el peso del cuerpo y los esfuerzos por izarlo. La composición es en aspa, y con numerosos escorzos y diagonales que dan movimiento y dramatismo a la escena. El contraste es una de las bases compositivas: el desnudo frente a personajes vestidos, frontalidad frente a escorzos, iluminación frente a oscuridad, cárnicos frente a rojos. El color es rico en marrones, grises, verdes, rojos, amarillos terrosos en contraste con un grupo de tonos gris, blanco y rosa. Iconográficamente la pedagogía del concilio de Trento está aquí presente: el martirio es la vía de la Santidad.
Arquitectura barroca
Características: Pierde el sentido del equilibrio y la proporción. Busca efectos de luces y sombras en fachadas e interior de edificios. Logrados con alternancia de vanos y muro, de hueco y pared. El movimiento: La línea curva sustituye a la recta, las columnas se retuercen apareciendo la columna salomónica. Los frontones, entablamentos y muros se retuercen y se parten. Materiales pobres: Mampostería, ladrillos… Disimulados por una riqueza decorativa falsa. Las pinturas que imitan la piedra o el mármol. Elementos constructivos clásicos y renacentistas con criterios estéticos nuevos y distintos de orden gigante. Escenográfico y teatral: Urbanismo (plazas barrocas). Interior de los edificios (bóvedas pintadas). No hay innovaciones técnicas, solo decorativas: Frontones curvos y partidos. Columnas salomónicas. Estípites: pirámides truncadas, invertidas, con basas y capitel. Decoración vegetal muy gruesa y grande. Decoración fantástica: rayos de luz, nubes, cortinajes pintados… Tarjas: grandes escudos. Ménsulas: para apoyo de cornisas, entablamento. Templos: Gran variedad de plantas: rectangular, elíptica, curvas. Predominan los templos con una sola nave y capillas laterales comunicadas entre sí por vanos abiertos en el muro. Cubiertas cavas: bóvedas de luneto y cúpulas sobre pechinas con tambor y linterna. Interior: muy decorado. Abundan los altares en las capillas laterales, y en los retablos hay numerosas figuras de santos. Tiene gran importancia el púlpito, ya que son templos adaptados para la predicación.
Escultura barroca
Características: Movimiento y dinamismo: Figuras retorcidas, Composiciones abiertas en forma de aspa, separando los brazos y piernas del cuerpo. La Figura: proyectada hacia afuera → llena de dinamismo. Equilibrio inestable y composición en “serpentina” con un movimiento en espiral. Ropajes movidos, desordenados, como flotando en el viento, hinchados, crea efectos de luces y sombras y adquieren personalidad. Teatralidad en los gestos: Ojos en blanco. Manos crispados o extendidos. Bocas entreabiertas. La escultura religiosa: Busca mover el sentimiento. Utiliza expresiones dramáticas y de dolor. Representa escenas de éxtasis de los santos. Realismo: Calidad y textura de los objetos. Uso de telas, pelucas… España: se policroman las esculturas para conseguir la sensación de realidad. Materiales utilizados: Piedra, mármol y bronce. Trabajados buscando contrastes entre superficies pulidas y otras rugosas. España: madera policromada. Temas o géneros utilizados: Religiosos: Apoteósicos y martirios de santos. Escenas de la pasión de Cristo. Alegorías del triunfo de la Fe sobre la herejía. Temas marianos. Retratos: Busto. Cuerpo entero y ecuestres. Mitológicos y alegorías: fuentes, palacios, plazas de las ciudades… Sepulcros y escultura funeraria: Elementos macabros: esqueletos o relojes de arena y elementos que exaltan el poder y la gloria del difunto.
Escultura española: la imaginería
Tiene características propias y distintas a las de Europa. Se respira el ambiente religioso de la Contrarreforma y se hace por encargos: retablos, pasos de Semana Santa y esculturas de bulto.
Características: Utilización de madera policromada. Técnica de encarnado y estofado. Busca el realismo: Utilización de “postizos”: lágrimas de resina, ojos de cristal, dientes de pasta vítrea, ropas… y con Imágenes “de vestir”: Solo se talla la cara, manos y pies. Se deja el cuerpo como el de un maniquí vestido con túnicas y mantos. Los temas son religiosos: Imágenes de la Virgen y santos, “Pasos” para las procesiones → escenas de la Pasión de Cristo y retablos. Los escultores, “imagineros”: se dedican a hacer imágenes. Escultura funeraria hay muy poca. Las esculturas ecuestres de monarcas decoran plazas y son hechas en bronce por escultores extranjeros llamados por la Corte. Los escultores están agrupados en escuelas: Siglo XVII → escuela castellana y andaluza. Siglo XVIII → foco artístico: Murcia.
Caravaggio
Es el iniciador de la pintura barroca y el principal pintor italiano.
Características: Realismo: Reacciona contra el manierismo, acerca la pintura al pueblo y es imitado por otros pintores. Representa escenas callejeras con mendigos, vagabundos, vendedores… y rechaza la idealización y la búsqueda de belleza. Renueva la iconografía religiosa: tiene un sentido costumbrista y popular, sin idealizaciones. Utiliza como modelos: tipos humildes encontrados en la calle. Es el creador del tenebrismo: Usa la luz para dar sentido dramático, las zonas iluminadas destacan sobre oscurecidas, que ocupan la mayor parte de sus lienzos. Utiliza fuertes contrastes que realzan las figuras que se recortan sobre fondos de sombra. La luz espacia los elementos que se convierte en protagonista de la obra. Realiza escorzos violentos y composiciones asimétricas: sus personajes gesticulan y extienden sus brazos con gestos teatrales. Trata el género de las “naturalezas muertas”. Predominancia de temas religiosos. Hace grandes dimensiones para colocar pinturas en altares y retablos. Obras: La conversión de San Pablo. La crucifixión de San Pedro. Temas mitológicos: baco Joven. Bodegones: Cesta de frutas. Otras grandes obras son la Vocación de San Mateo y la Muerte de la Virgen.
Rubens
Principal representante de la escuela flamenca, vivió en Italia y estudió y trabajó la pintura de Miguel Ángel. Estudió la pintura veneciana del siglo XVI. Estudió la pintura de Caravaggio. Recibió numerosos encargos de Cortes europeas. Trabajó en equipo con sus discípulos y colaboradores. Estaban especializados en paisajes, arquitecturas, animales, telas, bodegones… Rubens se encarga de la composición del cuadro, dibujo de bocetos y pintura de personajes. Características: Movimiento y dinamismo, composiciones abiertas: diagonales y en espiral que prolongan el movimiento fuera del cuadro. Conseguido con escorzos y retorciendo figuras, telas, arbolado. Da aparatosidad y teatralidad. Personajes corpulentos: Figuras masculinas: gigantescas y musculosas, de piel oscura. Figuras femeninas: exuberantes, rubias y corpulentas; piel sonrosada y clara. Inspiradas en la pintura veneciana. Color claro y brillante. Influjo veneciano. Gama de colores cálidos. Dibujo: Seguro y enérgico en los bocetos. Pinceladas sueltas y rápidas. Temas religiosos: pone su arte al servicio de la Contrarreforma.
Velázquez
Nace en Sevilla y se forma como pintor en el taller de Pacheco, se casa con su hija. A los 23 años viaja a Madrid. Con 24 años Felipe IV le nombra pintor de la Corte, conoce a Rubens y trabaja para él hasta su muerte.
Características: Naturalismo sereno: no cae en los extremos desagradables de Ribera y objetividad: retrata reyes y nobles sin adulaciones. Domina la composición. Parece que el movimiento y la agrupación de los personajes no han sido elaborados ni pensados. Utilización de colores cálidos y fríos. Consigue a la perfección con el uso de grises plateados y asalmonados. Se inicia en el tenebrismo y domina el estudio de la luz y la perspectiva aérea, interponiendo la atmósfera en el cuadro. Utiliza una técnica que evoluciona hacia una pincelada cada vez más ligera y deshecha, es precursor del impresionismo.