La Guerra Civil Española (1936-1939): Consecuencias
Impacto Demográfico
El conflicto tuvo un alto coste humano. Se estima que cerca de 500.000 personas murieron, tanto en combate como por la represión. Además, el crecimiento natural se desplomó. La guerra se concibió como un conflicto total, con nuevas estrategias de terror (bombardeos) y armamento (tanques, aviones). La crueldad y los ajustes de cuentas fueron comunes en ambos bandos.
- Zona republicana: Ejecuciones frecuentes, especialmente en los primeros meses, dirigidas a sospechosos de simpatizar con los sublevados.
- Zona nacional: Ejecuciones de miembros y simpatizantes de partidos de izquierda y sindicatos, continuando la represión en la posguerra.
Ejemplos de acciones violentas son la matanza de Badajoz (1936) por los nacionales y los fusilamientos de Paracuellos del Jarama (1936) por los republicanos. El exilio republicano, con la evacuación de los «niños de la guerra» y el éxodo de 1939, supuso la pérdida de medio millón de españoles, incluyendo gran parte de las élites intelectuales y artísticas.
Impacto Económico
La guerra fue una catástrofe económica. Se destruyeron infraestructuras (carreteras, ferrocarriles, puentes, edificios), aunque el tejido industrial sufrió menos daños. La producción agraria disminuyó un 20% y la industrial un 30%. La renta per cápita cayó un 30% y no se recuperó hasta los años 50. El nuevo Estado enfrentó una enorme deuda y la pérdida de las reservas de oro del Banco de España. La consecuencia fue la carestía y el hambre, que el franquismo intentó mitigar con una política autárquica. El patrimonio cultural también sufrió importantes pérdidas.
Impacto Social
La guerra restauró la hegemonía de la oligarquía, el ejército y la Iglesia. Se impuso el conservadurismo moral y social, prohibiendo el matrimonio civil y el divorcio. La mujer quedó relegada a un segundo plano. El exilio intelectual provocó un retroceso cultural. La censura se impuso en todos los ámbitos, y la educación se convirtió en un instrumento de adoctrinamiento político y religioso.
Impacto Político
Se instauró un régimen autoritario con Franco concentrando todos los poderes. La Constitución de 1931 fue abolida y se crearon las Leyes Fundamentales. Se eliminaron las libertades individuales, los partidos políticos y los sindicatos. El régimen, vinculado al fascismo, sufrió aislamiento internacional hasta los años 50. Con la Guerra Fría, España se acercó a Occidente, ingresando en la ONU en 1955.
Evolución del Franquismo
Autarquía (1939-1959)
El franquismo inicial se centró en la reconstrucción. La política autárquica e intervencionista buscaba la autosuficiencia, pero limitó el desarrollo industrial. El Estado controló la economía, fijó precios agrícolas, realizó obras públicas, promovió industrias básicas (INI) e implantó el racionamiento. Ante el fracaso de la autarquía, se iniciaron reformas liberalizadoras a mediados de los 50, coincidiendo con la ayuda americana y la llegada de los tecnócratas del Opus Dei. El Plan de Estabilización de 1959 buscó liberalizar la economía, atraer inversión extranjera y devaluar la peseta.
Desarrollismo (1960-1975)
El desarrollismo impulsó un rápido crecimiento económico. Factores clave fueron la inversión extranjera, el turismo y la emigración. Los Planes de Desarrollo buscaban concentrar la producción en polos de desarrollo y promoción. Consecuencias del desarrollismo:
- Crecimiento de las clases medias y la sociedad de consumo.
- Creación de empleo industrial.
- Influencia cultural del turismo.
- Mecanización del campo y mejora de la dieta.
- Crecimiento demográfico (baby boom).
- Éxodo rural y desequilibrios regionales.
- Dependencia del exterior.
- Cambio de mentalidad social.
Institucionalización del Franquismo
Ideología y Organización
El régimen franquista, inicialmente sin un proyecto definido, se institucionalizó progresivamente. Franco concentró el poder, unificando las fuerzas políticas en la Falange (1937) y creando la Junta Técnica de Estado (1938). Los principios ideológicos incluían el nacional-catolicismo, el anticomunismo, el antiliberalismo, el militarismo, el culto a Franco y el nacionalismo centralista. El Estado se definió como Reino (1947), con Franco como Jefe de Estado vitalicio y la posibilidad de designar sucesor. El Movimiento Nacional se convirtió en el partido único. Tras la Segunda Guerra Mundial, se intentó disimular el carácter dictatorial con una «democracia orgánica».
Etapas del Franquismo
- Nacional-sindicalismo y Nacional-catolicismo (1939-1959): Consolidación del régimen mediante la represión. Aislamiento internacional tras la Segunda Guerra Mundial, suavizado con la Guerra Fría. Creciente influencia católica y entrada en la ONU.
- Desarrollismo (1960-1973): Liberalización económica, pero inmovilismo político. Creciente oposición y primeras huelgas.
- Tardofranquismo (1973-1975): Separación de la Jefatura del Estado y del Gobierno. Asesinato de Carrero Blanco. Debilidad del régimen, aumento de la oposición y crisis económica.
Tras la muerte de Franco (1975), se abrieron dos caminos: la continuidad del franquismo o la democracia. La Ley para la Reforma Política (1976) sentó las bases para la Transición.