Impacto de los Movimientos Migratorios en España
Los movimientos migratorios tienen efectos significativos en diversas áreas. A continuación, se detallan sus consecuencias en el ámbito demográfico, económico, social y medioambiental, con un enfoque especial en la inmigración extranjera en España.
Efectos Demográficos
Las migraciones han contribuido a desequilibrios en la distribución espacial de la población, generando un vaciamiento del interior y altas densidades en la periferia. También han influido en la estructura por sexo y edad, elevando el índice de masculinidad en algunas áreas. Las migraciones causan el envejecimiento de la población en las áreas emisoras y el rejuvenecimiento en las receptoras, ya que los emigrantes suelen ser jóvenes. El incremento de población en las áreas receptoras exige mayores dotaciones de equipamientos y servicios.
Efectos Económicos
En las áreas emisoras, las migraciones inicialmente aliviaron el crecimiento natural y el paro, pero con el tiempo generaron problemas de subpoblación y descenso de la productividad al marchar la gente más joven y capacitada. En las áreas receptoras, el retorno de población joven puede impulsar la creación de negocios. Las divisas enviadas por los emigrantes contribuyeron al desarrollo económico español, pero muchos ahorros no se invirtieron en las áreas de partida, y muchos retornados se instalaron en otras zonas.
Efectos Sociales
La instalación de jóvenes neorurales puede incidir positivamente en el mantenimiento de escuelas y actividades tradicionales. Sin embargo, los emigrantes enfrentan problemas de asimilación al pasar de comunidades con valores tradicionales a sociedades urbanas competitivas. La integración suele darse en la siguiente generación. La inmigración masiva provoca problemas de suelo, vivienda, equipamientos y servicios. Las migraciones residenciales hacia municipios pequeños han originado cambios en la composición social y modos de vida autóctonos.
Las migraciones exteriores generan desarraigo, condiciones de vida penosas, salarios bajos y dificultades laborales. Tras la crisis de 1975, los emigrantes fueron los primeros afectados por los despidos y regresaron sin mejorar su cualificación profesional.
Efectos Medioambientales
En las zonas de procedencia, las áreas quedaron abandonadas y se deterioraron las actividades tradicionales. En las grandes ciudades, el crecimiento acelerado debido a la inmigración creó problemas de contaminación atmosférica y ruido.
Inmigración Extranjera en España
Desde mediados de la década de 1980, y especialmente desde 1995, España ha recibido un elevado volumen de inmigrantes. En 2008, la población extranjera superaba los 5.2 millones, y en 2014 se situaba en torno a 4.6 millones. Este descenso refleja el retorno de inmigrantes a sus países de origen debido a dificultades económicas.
Es importante diferenciar entre extranjeros nacionalizados, inmigrantes legales e ilegales. Las causas de la inmigración extranjera son variadas:
- Por parte española: necesidad de mano de obra, medidas que atraen a inmigrantes como regularizaciones y reagrupamiento familiar.
- Por parte de los inmigrantes: motivos económicos y políticos.
La procedencia de los inmigrantes ha variado. Inicialmente, predominaban los europeos, pero desde 1996, los inmigrantes extracomunitarios de África, Iberoamérica y Asia son mayoría. Su destino principal son las comunidades con grandes centros urbanos y de servicios.
Los inmigrantes comunitarios suelen ser jubilados o adultos atraídos por el trabajo y los negocios. Los extracomunitarios son jóvenes que buscan oportunidades económicas o huyen de persecuciones políticas. Realizan trabajos de baja cualificación en diversos sectores.
Consecuencias de la Inmigración Extranjera
La inmigración ha tenido diversas consecuencias:
- Demográficas: ha contribuido al crecimiento demográfico y ha evitado el decrecimiento en algunas comunidades.
- Económicas: aporta mano de obra activa, aunque a menudo en trabajos peor remunerados.
- Sociales: han surgido actitudes xenófobas y racistas. Muchos inmigrantes sufren duras condiciones laborales y de vida, y son injustamente responsabilizados de diversos delitos. Las dificultades de integración pueden generar tensiones con la población autóctona.
Política Inmigratoria Española
España lleva a cabo una política inmigratoria para que la inmigración resulte beneficiosa para todas las partes. El marco de esta política está constituido por la política de asilo e inmigración de la Unión Europea y por la Ley de Extranjería.
Las medidas para potenciar los efectos positivos y evitar los negativos son:
- Colaboración con los países emisores.
- Ordenación de los flujos migratorios.
- Impulso de la integración de los inmigrantes.
- Lucha contra la inmigración clandestina.
Panorama Actual de la Migración en España
Aunque España ha pasado de ser un país emigratorio a ser un país inmigratorio, la situación ha cambiado en los últimos años. La crisis económica de 2008 ha provocado saldos migratorios negativos desde 2010, con un aumento de las salidas y un descenso de las entradas. La mayor parte de las emigraciones son protagonizadas por extranjeros residentes en España. Las emigraciones de población española al extranjero han dejado de aumentar, siendo principalmente jóvenes con alta cualificación que buscan alternativas laborales en Europa y Estados Unidos.
La persistencia de flujos importantes de emigrantes podría tener un efecto significativo sobre la demografía y la economía españolas, por lo que se plantea la necesidad de reducir la tasa de paro y facilitar el regreso de los emigrantes.