Factores Genéticos y Trastornos
Los factores genéticos no solo intervienen en la caracterización física y psicológica de los individuos, sino que también pueden aumentar o reducir la probabilidad de aparición de ciertos trastornos que, a su vez, influyen notablemente en el desarrollo del individuo.
Desarrollo Físico y Motor
El desarrollo físico y el motor son ejemplos de la dificultad de establecer áreas o periodos de influencia propios y diferenciados de la herencia y el ambiente. En el desarrollo motor, la herencia establece las nociones generales de cambio, pero la experiencia contribuye a la secuencia precisa y al ritmo en que aparecerán los hitos del desarrollo.
En las primeras semanas de vida, los factores puramente madurativos, como el crecimiento del cerebro y del cuerpo, serán los principales motores del desarrollo. Posteriormente, el grado de estimulación que es capaz de provocar el contexto a través de las interacciones paternas, o simplemente de la cantidad y variedad de objetos circundantes, tomarán el relevo como motor del desarrollo.
Plasticidad Cerebral
La plasticidad cerebral, sobre todo en las primeras etapas del desarrollo, es capaz de explicar los fenómenos de compensación que a menudo observamos en niños que han padecido algún tipo de daño cerebral y que, sin embargo, encuentran modos alternativos de realizar acciones y alcanzar metas.
Influencia de los Genes
Los genes influyen en el desarrollo, pero no siempre del mismo modo. En diferentes edades producen diferentes cantidades de proteínas, marcando el ritmo de los acontecimientos vitales.
Desarrollo Motor del Bebé
Los reflejos son respuestas fijas, no aprendidas, involuntarias e inconscientes. A medida que van desapareciendo los reflejos, se va completando el proceso de mielinización neuronal, lo que posibilita la maduración del control postural y de las principales habilidades motrices.
- Desarrollo motor grueso: se refiere al control sobre las acciones que ayudan al niño a salir al ambiente, como gatear o andar.
- Desarrollo motor fino: tiene que ver con movimientos más pequeños, como coger objetos.
Desarrollo del Autocontrol
Entre los 18 meses y los 3 años, los niños aprenden a controlar sus emisiones, primero de día y después de noche, primero de heces y después de orina. La variabilidad es enorme, pudiendo constatarse diferencias muy notables en cuanto al momento del logro, debidas, por un lado, al ritmo personal de maduración fisiológica y, por otro, al modo en que los padres aborden este entrenamiento.
- 2-3 años: el niño, que ya tenía un control bastante bueno de brazos y manos, se centra ahora en la potenciación de piernas y pies.
- 3 años: trazado de líneas y círculos y, poco a poco, figura humana y recortar.
- 4-5 años: trazan letras e integran círculos y líneas con dibujos más complejos.
Establecimiento de la Preferencia Lateral
Aunque el cuerpo es simétrico desde el punto de vista morfológico, funcionalmente es asimétrico, de manera que los dos hemicuerpos no se utilizan igualmente. Esto ocurre con brazos, piernas y también ojos. La lateralidad tiene que ver con la organización cerebral y no con un hábito, por lo que modificar la lateralidad de un niño es una práctica muy invasiva (entre 3 y 6 años).
Desarrollo Físico y Motor en Educación Primaria
Con respecto a la estatura, hay un aumento progresivo. A partir de los 10 años se produce un crecimiento acelerado (10-12 años en chicas, 12-14 en chicos). La fuerza física aumenta de forma más considerable que el tamaño.
En cuanto al desarrollo del cerebro, en torno a la edad de 5 o 7 años, el tamaño alcanzado del córtex cerebral es aproximadamente el del adulto. Se completa la mielinización del córtex y esto facilita las interconexiones entre las diferentes partes del cerebro.
Pubertad
Los primeros signos de la pubertad suelen aparecer en torno a los 11 años. Estos cambios físicos y hormonales constituyen una auténtica transformación que dura 4-5 años. La autoimagen puede tener efectos bastante duraderos en sus sentimientos sobre sí mismos. Cabe destacar en el momento actual los trastornos de la alimentación (anorexia, bulimia).
Atención y Recursos Cognitivos
Los recursos con que cuenta el sistema cognitivo humano son limitados, por eso se hace necesario un mecanismo encargado de distribuir los recursos en respuesta a las exigencias de la tarea que se realiza en cada momento. La atención tiene una triple función:
- Se encarga de seleccionar qué estímulos son interesantes para ejecutar una tarea y desestimar los no relevantes.
- Los mecanismos atencionales están implicados en el sostenimiento de la actividad.
- Otras funciones consisten en organizar la distribución de los recursos atencionales, dando prioridad a los procesos implicados en la ejecución de la tarea principal.
Maduración de la Atención y la Exploración Perceptiva
La mayor o menor atención que un niño pequeño presta a un estímulo depende en gran medida de las características del estímulo. Los niños más mayores también ven atraída su atención por estímulos con esas características, pero existe en ellos una diferencia importante respecto a los más pequeños: empiezan ya a autorregular su atención, mejorando el control, la adaptación, la planificación y las estrategias.
El control aumenta de forma constante entre 1 y 4 años; sin embargo, aún no es demasiado bueno a los 5 o 6 años. El control es la capacidad para concentrar y mantener la atención en algo y evitar distracciones. También mejora con la edad la capacidad de adaptación, que implica prestar más atención a lo esencial que a lo irrelevante, concentrar la atención de forma voluntaria en estímulos concretos y aspectos determinados del estímulo, y poder cambiar la atención, si la tarea lo requiere, de un estímulo a otro alternativamente.