Introducción a la Personalidad: Teorías y Rasgos


Introducción a la Personalidad

1. ¿Qué es la Personalidad?

La personalidad es un conjunto de características únicas que definen a un individuo y lo distinguen de los demás. Se manifiesta en la forma en que una persona tiende a comportarse y responder de manera previsible ante diferentes situaciones. Es importante destacar que la personalidad no es una colección de rasgos inconexos, sino una organización coherente de los mismos.

Para comprender mejor la personalidad, es necesario diferenciarla de conceptos como el carácter y el temperamento.

1.1. Temperamento y Carácter

El temperamento se refiere a la base congénita, incluso biológica, de la personalidad. Es aquello que una persona es desde siempre y seguirá siendo, sin que los factores externos puedan cambiarlo significativamente.

Por otro lado, el carácter se construye a partir del temperamento, pero también se ve influenciado por factores externos como la educación y la voluntad del individuo. A diferencia del temperamento, el carácter puede variar a lo largo de la vida de una persona.

2. Teorías de la Personalidad

Existen diversas teorías que intentan explicar la personalidad. A continuación, se presentan algunas de las más relevantes:

2.1. Teorías Intrapersonales

Estas teorías se centran en los factores individuales internos. Incluyen:

  • Psicoanálisis
  • Psicología Humanística
  • Teorías sobre las bases biológicas
  • Teorías que enumeran rasgos de la personalidad o clasifican las personalidades en tipos.

2.2. Teorías Situacionistas

En contraste con las teorías intrapersonales, las teorías situacionistas enfatizan los factores ambientales. Incluso llegan a negar la existencia de la personalidad como una constitución interna, considerándola más bien como un conjunto de hábitos aprendidos que se expresan en patrones estables de conducta. Un ejemplo de esta perspectiva es el conductismo radical de Watson y Skinner.

2.3. Teorías Interaccionistas

Estas teorías interpretan la personalidad como el resultado de una interacción entre el sujeto y el ambiente. La personalidad se entiende en referencia a procesos afectivos y cognitivos, pero se desarrolla en un medio social y es activada por elementos del mismo. Algunos representantes de esta corriente son Bandura, Erikson y Rotter.

3. Teoría de la Personalidad de Freud

La teoría de Freud se basa en la existencia de un conflicto entre diferentes partes o aspectos de la personalidad, lo que él denominó la escisión del yo. Este conflicto se puede observar tanto en personas con enfermedades mentales como en individuos aparentemente normales que experimentan contradicciones en su voluntad o se ven abrumados por pensamientos o impulsos que no pueden controlar.

3.1. Ello, Yo y Superyó

Freud explicó este conflicto como una lucha entre tres centros psíquicos: el ello, el yo y el superyó.

  • Ello: Representa la impulsividad pura y se rige por el principio del placer. En la infancia, la gratificación primordial del ello proviene del pezón materno y, posteriormente, de otros objetos sustitutos. Esta etapa se conoce como fase oral.
  • Yo: A partir del segundo año de vida, el niño desarrolla la capacidad de retener las heces y descubre la autoridad, que le exige posponer sus impulsos. Surge así el principio de realidad y una parte del ello se separa para formar el núcleo del yo. Esta etapa se denomina fase anal.
  • Superyó: Se forma como una introyección de la figura paterna durante el complejo de Edipo. El niño renuncia a su madre como objeto sexual y toma al padre como modelo. El castigo o amenaza de castigo del padre por el deseo incestuoso es internalizado por el niño como sentimiento de culpa. Esta transformación ocurre durante el despertar de la sexualidad genital, entre los 4 y 5 años, y se consolida durante la latencia hasta la pubertad.

4. Rasgos y Tipos de Personalidad

4.1. Teorías de Tipos y Rasgos

A lo largo del siglo XX, surgieron diversas teorías que clasificaban la personalidad en tipos o rasgos. Algunas de ellas, como las teorías de tipos psicosomáticos, establecían relaciones entre el aspecto corporal y los rasgos psicológicos. El psicoanálisis también clasificaba a los individuos según la fijación en una de las fases del desarrollo psicosexual.

Sin embargo, la mayoría de las teorías no se limitaban a definir tipos, sino que los describían en función de rasgos más fácilmente identificables. Un ejemplo es la bacteriología de Heymans y Le Senne, que definía ocho temperamentos a partir de la combinación de tres rasgos básicos: emotividad, actividad y resonancia.

4.2. Teorías de Rasgos como Continuos

Autores como Cattell y Eysenck propusieron teorías de rasgos en las que estos se entendían como continuos, donde cada individuo se situaba en un punto entre dos extremos. Cattell identificó dieciséis factores básicos, mientras que Eysenck propuso un modelo tridimensional.

4.3. El Modelo de los Big Five

Actualmente, el modelo más aceptado es el de los Big Five, que considera cinco grandes factores para describir la personalidad:

  • Estabilidad emocional: Desde la serenidad y seguridad hasta la ansiedad e inseguridad.
  • Extraversión: Desde la sociabilidad y afectuosidad hasta la introversión y reserva.
  • Apertura mental: Desde la imaginación e independencia hasta el pragmatismo y conformismo.
  • Afabilidad: Desde la confianza y amabilidad hasta la suspicacia y dureza.
  • Responsabilidad: Desde la organización y disciplina hasta el desorden e impulsividad.

El modelo de los Big Five ha sido fundamental para el estudio de la influencia genética en la formación y desarrollo de la personalidad.

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