Es bastante poco frecuente, casi imposible conseguirlo en los primeros siglos del cristianismo. A veces colocan la cruz, pero la cruz SOLA. El primer concilio que recomienda la representación de Cristo sobre la cruz es el Concilio de Quinisexto ¿(691 d.C). de forma que las primeras crucifixiones son a partir del s. VII.
La primera manera de representarlo es Cristo aun vivo sobre la cruz, vestido con traje largo, con los ojos abiertos y unido a la cruz con 4 clavos. A veces puede llevar una corona, pero una corona regia indicando que está vivo y vencerá a la muerte
Sin embargo a partir del s. XI-XII se impone la visión más dramática de la crucifixión: ojos cerrados, desplomado, lleva ya una túnica corta o paño de pureza (perizoneum) indicando q ha sido despojado de sus vestiduras y para dejar ver todas las llagas. Además será un Cristo de 3 clavos, de forma que el artista lo representa con mayor torsión. En este caos lleva la corona de espinas. Siempre como Cristo siriaco.
Además suelen aparecer algunos ángeles o bien recogiendo la sangre de Cristo en unos cálices, señalando q esa sangre será después la eucaristía, o bien haciendo el oficio de diáconos, como si asistiéramos a u n oficio religioso, en cuyo caso aparecen con incensarios o con las manos tapadas.
Inclusión de Juan Bautista como inclusión del momento del juicio final en que la Virgen y el Bautista actúan como intercesores. NO es normal verlo.
Además de colocar a José de Arimatea se coloca también a quienes asistirán al entierro (Nicodemo, las mujeres, etc.) Una de las figuras en que se hace mayor hincapié es en la Virgen. Al aislar esa figura de la Virgen, desconsolada, se va generando el tema de la piedad.
Este tema era uno de los que entraba dentro del teatro medieval, lo que se traduce en cómo se representa la escena. Temas muy repetidos en la Baja Edad media (s XIV y XV)
Los dolores de la Virgen: paralelismo entre dolores de Cristo durante su martirio, y la Virgen que sufre dolores paralelos. José de Arimatea es quien le quita los clavos a Cristo.
Momento en que parece la Virgen sentada con la imagen de Cristo muerto sobre las piernas. Normalmente no aparecen referencia a la cruz ni los personajes que ayudaron a bajar a Cristo de la cruz. Este tipo de iconografía tendría dos fuentes, por un lado el relato en el que están bajando a Cristo de la cruz, este sería el momento siguiente. Pero sobre todo su fuente más directa son todos los textos que escriben los místicos en los siglos XIV y XV, que tendrán como tema recurrente el sufrimiento de la Virgen con Cristo entre sus brazos. Muchos insisten en el punto de que la Virgen al tenerlo en sus brazos lo recuerde cuando era un niño y lo tenía entre sus brazos. Eso justificará que en algunas representaciones Cristo este representado con unas proporciones relativamente pequeñas.
En la edad media es bastante frecuente que en las escenas de la pasión se introduzca a los donantes.
Se encuentra en el texto del Evangelio, es un poco la continuación del descendimiento. En general los 3 sinópticos son bastante similares, y como es usual el que más diferencias introduce es Juan
Nos cuentan que José de Arimatea descendió el cuerpo de la cruz, lo envuelve en un lienzo y lo sepulta en un sepulcro escavado en la roca, y coloca una piedra/losa por miedo a que robaran el cuerpo de Cristo y profanaran la tumba.
A continuación se acercan unas mujeres cuyo nombre y número dependiendo del evangelista, pero usualmente son las Marías, y se acercan para ungir el cuerpo de Cristo muerto con perfumes. En cambio el Evangelio de Juan nos dice que en este momento de depositar a Cristo en el sepulcro participan tanto José de Arimatea como Nicodemos, y son ellos mismos lo que ungen a Cristo. No obstante a la hora de representarlo se coloca el máximo número de personas posibles. Siempre en un entorno rocoso, en alusión a la piedra que colocan para que el cuerpo de Cristo no sea robado.
En algunas de las esculturas de s XV y XVI era usual colocar la boca de Cristo abierta para, en Semana Santa, poner una hostia consagrada en su boca. Uno de los tantos ritos teatrales y etc. del Medioevo
FIN CICLO DE LA PASION
No tiene base bíblica sino que tiene raíz apócrifa. El texto que lo recoge es el Evangelio Apócrifo de Nicodemo (manual de textos apócrifos) Lo que nos cuenta es que cuando Cristo esta en el sepulcro, y antes de su resurrección su alma, sin el cuerpo, baja al limbo a liberar a los justos. ¿Quiénes son estas personas que debe liberar? Todos aquellos que no habían conocido a Cristo por distintas situaciones, como los patriarcas. Este relato a finales de la edad media se difundirá mucho gracias a la Leyenda Dorada que lo vuelve a recoger.
Cuando encontremos un ciclo en que las escenas vayan en secuencia consecutiva lo colocan después de la resurrección porque era más práctico de representar así. El limbo no tiene iconografía propia, no hay descripción del limbo como tal, con lo cual al final lo que se hace es representarlo como si fuera el infierno: bien una ciudad fortificada custodiada por diablos, o una especie de cueva en la roca también custodiada por demonios, o las fauces del Leviatán también custodiado por diablos.
La primera manera de representarlo es Cristo aun vivo sobre la cruz, vestido con traje largo, con los ojos abiertos y unido a la cruz con 4 clavos. A veces puede llevar una corona, pero una corona regia indicando que está vivo y vencerá a la muerte
Sin embargo a partir del s. XI-XII se impone la visión más dramática de la crucifixión: ojos cerrados, desplomado, lleva ya una túnica corta o paño de pureza (perizoneum) indicando q ha sido despojado de sus vestiduras y para dejar ver todas las llagas. Además será un Cristo de 3 clavos, de forma que el artista lo representa con mayor torsión. En este caos lleva la corona de espinas. Siempre como Cristo siriaco.
Además suelen aparecer algunos ángeles o bien recogiendo la sangre de Cristo en unos cálices, señalando q esa sangre será después la eucaristía, o bien haciendo el oficio de diáconos, como si asistiéramos a u n oficio religioso, en cuyo caso aparecen con incensarios o con las manos tapadas.
Inclusión de Juan Bautista como inclusión del momento del juicio final en que la Virgen y el Bautista actúan como intercesores. NO es normal verlo.
EL DESCENDIMIENTO
Además de colocar a José de Arimatea se coloca también a quienes asistirán al entierro (Nicodemo, las mujeres, etc.) Una de las figuras en que se hace mayor hincapié es en la Virgen. Al aislar esa figura de la Virgen, desconsolada, se va generando el tema de la piedad.
Este tema era uno de los que entraba dentro del teatro medieval, lo que se traduce en cómo se representa la escena. Temas muy repetidos en la Baja Edad media (s XIV y XV)
Los dolores de la Virgen: paralelismo entre dolores de Cristo durante su martirio, y la Virgen que sufre dolores paralelos. José de Arimatea es quien le quita los clavos a Cristo.
LA PIEDAD
Momento en que parece la Virgen sentada con la imagen de Cristo muerto sobre las piernas. Normalmente no aparecen referencia a la cruz ni los personajes que ayudaron a bajar a Cristo de la cruz. Este tipo de iconografía tendría dos fuentes, por un lado el relato en el que están bajando a Cristo de la cruz, este sería el momento siguiente. Pero sobre todo su fuente más directa son todos los textos que escriben los místicos en los siglos XIV y XV, que tendrán como tema recurrente el sufrimiento de la Virgen con Cristo entre sus brazos. Muchos insisten en el punto de que la Virgen al tenerlo en sus brazos lo recuerde cuando era un niño y lo tenía entre sus brazos. Eso justificará que en algunas representaciones Cristo este representado con unas proporciones relativamente pequeñas.
En la edad media es bastante frecuente que en las escenas de la pasión se introduzca a los donantes.
EL ENTIERRO
Se encuentra en el texto del Evangelio, es un poco la continuación del descendimiento. En general los 3 sinópticos son bastante similares, y como es usual el que más diferencias introduce es Juan
Nos cuentan que José de Arimatea descendió el cuerpo de la cruz, lo envuelve en un lienzo y lo sepulta en un sepulcro escavado en la roca, y coloca una piedra/losa por miedo a que robaran el cuerpo de Cristo y profanaran la tumba.
A continuación se acercan unas mujeres cuyo nombre y número dependiendo del evangelista, pero usualmente son las Marías, y se acercan para ungir el cuerpo de Cristo muerto con perfumes. En cambio el Evangelio de Juan nos dice que en este momento de depositar a Cristo en el sepulcro participan tanto José de Arimatea como Nicodemos, y son ellos mismos lo que ungen a Cristo. No obstante a la hora de representarlo se coloca el máximo número de personas posibles. Siempre en un entorno rocoso, en alusión a la piedra que colocan para que el cuerpo de Cristo no sea robado.
En algunas de las esculturas de s XV y XVI era usual colocar la boca de Cristo abierta para, en Semana Santa, poner una hostia consagrada en su boca. Uno de los tantos ritos teatrales y etc. del Medioevo
FIN CICLO DE LA PASION
BAJADA AL LIMBO/ BAJADA A LOS INFIERNOS
No tiene base bíblica sino que tiene raíz apócrifa. El texto que lo recoge es el Evangelio Apócrifo de Nicodemo (manual de textos apócrifos) Lo que nos cuenta es que cuando Cristo esta en el sepulcro, y antes de su resurrección su alma, sin el cuerpo, baja al limbo a liberar a los justos. ¿Quiénes son estas personas que debe liberar? Todos aquellos que no habían conocido a Cristo por distintas situaciones, como los patriarcas. Este relato a finales de la edad media se difundirá mucho gracias a la Leyenda Dorada que lo vuelve a recoger.
Cuando encontremos un ciclo en que las escenas vayan en secuencia consecutiva lo colocan después de la resurrección porque era más práctico de representar así. El limbo no tiene iconografía propia, no hay descripción del limbo como tal, con lo cual al final lo que se hace es representarlo como si fuera el infierno: bien una ciudad fortificada custodiada por diablos, o una especie de cueva en la roca también custodiada por demonios, o las fauces del Leviatán también custodiado por diablos.