Juan Martínez montañés


Tema 14. El Barroco en España



1. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA

El Barroco tuvo su origen en Italia, en el s.XVII. Se expandíó inmediatamente por Europa y América hasta la primera mitad del s.XVIII. Fue inicialmente una reacción contra el manierismo, que había surgido como un refugio erudito ante el desorden vital y moral. El nuevo sentimiento Barroco buscó la recuperación de la realidad y la verosimilitud.

2. ARQUITECTURA. 2.1. La iglesia

En España es un de los paladines de la Contrarreforma católica. El poder de la Iglesia es grande, por ello que la temática sea religiosa, y el arte servirá como argumento persuasivo del poder católico. Sin embargo, en el s.XVII se inicia la decadencia del Imperio español. Es frecuente el empleo de materiales pobres y se suele optar por mejorar o completar las iglesias ya existentes. Estructuralmente España apenas aporta nada ni acusa la influencia de Borromini siendo las plantas sencillas: cruz latina de una sola nave, cúpula y capillas laterales. 1º) En la primera mitad del s.XVII pervive el estilo escurialense, cuya grandeza es patente en las obras de Juan Gómez de Mora, como la CLERECÍA de Salamanca o el convento de la ENCARNACIÓN de Madrid. También en Madrid, Pedro Sánchez y Francisco Bautista realizan la CATEDRAL DE SAN ISIDRO, con fachada de orden gigante. Por primera vez se emplea una gran cúpula encamonada. 2º) El Barroco se consolida en la segunda mitad del s.XVII gracias una mayor riqueza y movilidad en las fachadas con una decoración naturalista, escultórica o geométrica. Con los típicos materiales del Barroco madrileño, Pedro de la Torre erige la CAPILLA DE SAN ISIDRO, con dobles pilastras. En Andalucía destaca Alonso Cano autor de la FACHADA DE LA CATEDRAL de Granada, que decora con motivos vegetales. Herrera el Mozo edifica el templo del Pilar en Zaragoza. 3º) En la primera mitad del s.XVIII triunfa el pleno Barroco, con su exuberancia y fantasía ornamental. Apenas destacan iglesias nuevas pero se enriquecen con fachadas, retablos… En Castilla recibe el nombre de churrigueresco debido a los Churriguera. José Churriguera es el autor del retablo de San Esteban en Salamanca, con doradas y gigantescas columnas salomónicas. Alberto Churriguera diseña el segundo cuerpo de la fachada de la catedral de Valladolid. Narciso Tomé mezcla con audacia arquitectura, escultura y pintura en el TRANSPARENTE de la catedral de Toledo. Maravilla el empleo de sus ricos materiales (bronce y mármol). En Galicia destaca la fachada del OBRADOIRO de la catedral de Santiago, obra de Casas Novoa, que abre enormes ventanales para iluminar el Pórtico del maestro san
Mateo. En la zona levantina destacan las fachadas de las catedrales de Valencia y Murcia, con plantas elípticas, destacando la iglesia de San Marcos de Madrid, obra de Ventura Rodríguez.

2.2. La plaza mayor

1º) Siglo XVII: la Plaza Ducal de Lerma estaba presidida por el palacio del Duque de Lerma, pero, no se trata propiamente de una plaza mayor, más bien es un centro político más que comercial. La mayor novedad del urbanismo Barroco español es el desarrollo de las plazas mayores. Tras la breve estancia de la corte en Valladolid, Felipe III encarga a Juan Gómez de Mora la Plaza Mayor de Madrid, que sigue el modelo de la de Valladolid. De planta rectangular, se adapta a sus principales funciones: plaza para el comercio y lugar la celebración de espectáculos públicos. 2º) Siglo XVIII: la Plaza Mayor de Salamanca, proyectada por Alberto Churriguera, se inspira en la de Valladolid y sobre todo en la de Madrid. La planta es casi cuadrada y los soportales ya no son adintelados sino con arcos de medio punto. En el Ayuntamiento, obra de Andrés García, se acentúa la churriguera decoración y remata con escenográficas estatuas y espadaña.

2.3. El palacio

1º) La arquitectura palacial de la primera mitad del s.XVII presenta una gran homogeneidad, pues sigue el modelo de los Austria; se inspira en El Escorial y en el Palacial Real de Valladolid. A este modelo de geometrismo postherreriano se ajustan los edificios civiles de Juan Gómez de Mora, como el Palacio ducal de Lerma y el Ayuntamiento de Madrid. Pero el más destacado ejemplo de esta centuria es el Palacio del BUEN RETIRO de Madrid que Felipe IV encarga a Alonso Carbonell. Los palacios reales de esta época eran sobrios, con comodidades, con tapices y cuadros.

tema 14. 2º) Con los Borbones la arquitectura palaciega adquiere importantes proporciones. Tras el incendio de Alcázar, Felipe V encarga al italiano Juvara la construcción de un nuevo PALACIO REAL de Madrid, con muchos patios y con una fachada inspirada en la del palacio de Louvre. Sin embargo, muerto Juvara, su discípulo Sacchetti respetará la fachada berniniana pero reducirá las dimensiones e incrementará la altura del edificio. Se prescinde del ladrillo, apelando a materiales más nobles: granito y piedra caliza en dos tonos y cubiertas de plomo en vez de madera para evitar incendios . Teodoro Ardemans por encargo de Felipe V, elabora el proyecto del palacio de LA GRANJA. Del estilo Austria sólo se respetan elementos como las torres con chapiteles de pizarra. Este respeto a las normas clásicas y el deseo de equilibrio y armónía culminan con el italiano Santiago Bonavía que construye el palacio de ARANJUEZ. Fuera de la corte es interesante el palacio del Marqués de dos aguas en Valencia, obra de Hipólito Rovira.

3. ESCULTURA

Predomina en España la temática religiosa acorde con los ideales de la contrarreforma. Se desarrolla la costumbre de sacar en procesión imágenes individuales o formando grupos de carácter narrativo, denominado pasos. Los santos y temas de la pasión se interpretan con devoto Realismo buscando conmover pero con una sencillez ajena al dinamismo. La técnica sigue siendo la madera policromada a la que se añaden ahora postizos.

3.1. Escuela de Castilla: el Realismo patético de Gregorio Fernández

1º) De origen gallego, establece su taller en Valladolid. En sus primeras obras también es palpable la influencia del manierismo, como vemos en los Arcángeles de la iglesia de San Miguel o retablo de Nava del Rey (Valladolid). 2º) A partir de 1614 encuentra su estilo carácterístico, ya Barroco, con fuerte Naturalismo y patetismo, empleando amplios pliegues angulosos. Sus anatomías son perfectas, alcanzando su punto culminante en los rostros, de extraordinaria expresividad. Sus monumentales retablos de sobria arquitectura postescurialense, presenta enormes relieves de escenas sencillas, con pocos personajes y escasos efectos de perspectiva: relieve del Bautismo de Cristo, retablo de Las Huelgas de Valladolid y retablo de la catedral de Plasencia. Es un genial creador de tipos iconográficos como SANTA TERESA DE JESÚS. También crea los tipos, de gran influencia posterior, de San Isidro Labrador, San Ignacio de Loyola, San Francisco y sus Inmaculadas. Modifica tipos de cristo ya existentes pero que él hará célebres, como el CRISTO YACENTE, en dolorosa soledad y dramático Realismo o el Cristo a la columna.También destacan sus crucificados como el CRISTO DE LA LUZ. También es un gran creador de pasos procesionales, de carácter escenográfico, como el impresionante DESCENDIMIENTO.

3.2. Escuela Andaluza: el Realismo clásico de Martínez Montañés

En la escuela andaluza se prefiere lo melancólico y místico a lo trágico. La policromía es con rico estofado de oro. Juan Martínez Montañés (1568-1649) es el gran maestro de esta escuela. Parte de lo clásico y domina el desnudo y las actitudes reposadas. Sin embargo, son obras barrocas pues presentan un carácter emocional y realista. Los pliegues son amplios y minuciosos. Con San Cristóbal se aleja de sus maestros manieristas. EL CRISTO DE LA CLEMENCIA es de prototipo crucificado andaluz, perfecta armónía, rostro sereno y clásico. Su alargada proporción recuerda a los Cristos del Greco. Es de cuatro clavos y logra la sensación de estar hablando al fiel que se acerque a rezar. Crea el popular tipo del Niño Jesús, desnudo bendiciendo. También destacan sus INMACULADAS, con abundantes ropajes. Del retablo de Santo Domingo solo se conserva el torso desnudo y del RETABLO DE SANTIPONCE destaca el ascético San Jerónimo penitente y la belleza digna de Fidias, de armónica composición y exacta combinación entre Realismo e idealización. En Granada destacan Alonso Cano, autor de la Inmaculada de la catedral de Granada, y su discípulo Pedro de Mena, autor de la Magdalena penitente o el San Francisco muerto de pie.

3.3. Francisco Salzillo

Hijo de un escultor napolitano, trabaja en Murcia. Trasluce en su obra el encanto y la delicadeza propios del rococó como vemos en sus pasos procesionales o en sus pequeñas figuras del Belén.

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