Introducción
El objetivo central del Trabajo Social con grupos es potenciar las capacidades de las personas para hacer frente a los retos, oportunidades y problemas que se les presentan, en un entorno histórico concreto.
Modelos de práctica grupal
Tres principios comunes:
Comparten su experiencia
Una capacidad indiscutible para lograr cambios significativos en sus miembros
La dinámica de grupos permite manejar las interacciones entre las personas como medio terapéuticos
Sistémicos, psicodinámicos, modelo de ayuda mutua, cognitivo- conductuales.
El modelo sistemático
Sistema formado por subsistemas.
El modelo sistémico parte de la relación entre los elementos y la totalidad: una relación circular, en la que cada una de las partes que componen el sistema influye sobre las demás.
Carácterísticas:
La importancia de este modelo es obvia: sitúa la intervención del trabajador social en un contexto más amplio. Carácterísticas:
Toda conducta es comunicación
El sistema es complejo y está compuesto de partes articuladas en función de dicho sistema
Se centra en el cambio personal aquí y ahora
Principalmente a las familias:
Integrado por relaciones
Sistema natural: da respuesta tanto a las necesidades físicas como psicológicas y sociales
La unidad objeto de estudio es la familia y las relaciones que tienen lugar dentro de ella
Es un sistema abierto
Las familias repiten sus pautas de actuación a lo largo del tiempo
La función del trabajador social
Estas herramientas pueden definirse como el conjunto de relaciones y conexiones fruto de las interacciones entre las personas, grupos y comunidades.
Los modelos psicodinámicos
Los modelos psicodinámicos se centran en el análisis de los procesos psíquicos internos, en función de los cuales se explica el comportamiento de cada persona dentro de la sociedad. Su máximo exponente es el psicoanálisis, que centra su interés en el conflicto intrapsiquico.
Carácterísticas:
Sentimientos y conflictos, tanto conscientes como inconscientes. Su objetivo es liberar al usuario de un conflicto que ha ocurrido en el pasado. La libre asociación, el análisis de los fenómenos de transferencia.
La función del trabajador social
Cumplir dos reglas básicas. La primera, la regla de abstinencia: no dar respuesta a las demandas del grupo.
Se debe limitar a comportarse como un espejo del grupo, y de cada uno de los miembros. En segundo lugar, la regla de la atención flotante: no da prioridad a ningún elemento del discurso tanto grupal como personal.
El modelo de ayuda mutua
El modelo de ayuda mutua se basa en una experiencia cotidiana: las personas que comparten un mismo problema, forman grupos y con el paso del tiempo, logran establecer un sistema de ayuda mutua. Algunas situaciones grupales en las que se genera una dinámica de ayuda mutua son las siguientes:
Cuando una persona ofrece a otro miembro del grupo un pequeño gesto de amabilidad o de entendimiento, se establece una dinámica de ayuda mutua.
Cuando el grupo se une como un todo, como una fuerza defensiva o de cambio, también aparece la ayuda mutua
Cuando los miembros de un grupo establecen un dialogo sobre asuntos considerados tabú fuera del ámbito grupal y ofrecen un espacio seguro en el que las personas son libres de observar las diferencias y exploran nuevas formas de ser, pensar o actuar
Ayudar al grupo a identificar los aspectos más relevantes y positivos de cada uno de los miembros. Produce mejoras tanto en el bienestar personal como en el interpersonal
Identificando los problemas, las necesidades, las preocupaciones, deseos u objetivos que les van a unir, dando lugar a una comunidad.
Enseñar a cada persona las estrategias para interaccionar adecuadamente
Carácterísticas
Todas las personas tienen derecho a participar
Solución de problemas
Ayudar a las personas dentro de su propio ambiente
Cada miembro del grupo habla en primera persona
La comunicación dentro del grupo se basa en un estilo de participación libre
Equilibrio, flexibilidad y evaluación continua
Función del trabajador social
Apoyar a los miembros del grupo para que puedan establecer un sistema de ayuda mutua.
Orientar a los participantes
Cada persona tome conciencia de sus habilidades y sus limitaciones
Traslada a cada miembro, poco a poco, la responsabilidad de manejar asuntos del grupo
3 fases:
Fase de inicio:
Facilita los primeros encuentros del grupo
Cuando se observa que no se da la conexión adecuada entre persona y el grupo, debe derivarla hacia otro grupo
Adopta la función del asesor o consultor para los miembros del grupo, como persona de referencia para aclarar dudas.
Fase de trabajo y correspondencia: objetivo es mantener al grupo en conexión con su medio ambiente
Fase final: debe orientar la interacción grupal hacia la vida que va a tener lugar fuera ya del grupo