La Casa de Bernarda Alba: Un Análisis Profundo de la Libertad y la Autoridad


La Casa de Bernarda Alba: Un Análisis Profundo de la Libertad y la Autoridad

1. Argumento

Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba impone a sus cinco hijas un luto de ocho años, recluyéndolas en su casa como en una cárcel. El luto exagerado, que normalmente duraba un año, se convierte en una metáfora de las restricciones sociales y morales que oprimen al ser humano.

2. Personajes

Bernarda Alba: Representa la autoridad ciega y opresora, preocupada por las apariencias y el qué dirán.

Angustias: Se casa con Pepe el Romano por su herencia, pero es la única que puede salir de la casa.

Magdalena: Sumisa pero con amargas protestas, hubiera preferido ser hombre.

Amelia: Resignada y tímida.

Martirio: Compleja, impedida de casarse por su madre, pero enamorada de Pepe.

Adela: La más joven, hermosa y apasionada, se enfrenta a su madre por su libertad.

María Josefa: La madre de Bernarda, loca y encerrada, representa la frustración y el deseo de libertad de las mujeres.

La Poncia: Vieja criada que interviene en los conflictos y descubre la relación entre Adela y Pepe.

La Criada: Sumisa e hipócrita ante Bernarda.

Pepe El Romano: Encarna el deseo masculino, aunque no aparece en escena.

3. Estructura

Tres actos que coinciden con el desarrollo argumental:

* Acto I: Planteamiento (luto, Angustias novia) * Acto II: Nudo (Adela y Pepe amantes) * Acto III: Desenlace (descubrimiento de los amantes, tragedia)

4. Tema Central

 El enfrentamiento entre la libertad individual y la autoridad (normalmente representada en las normas y restricciones sociales y morales).

Temas secundarios

El erotismo y el deseo sexual
El sexo es presentado en la obra como un instinto tan ciego e irracional como el poder y la autoridad que representa Bernarda. El deseo sexual condiciona a todas las hijas, pero se manifiesta con toda su fuerza en Adela
La hipocresía, el mundo del que dirán y la marginalidad de la mujer
El tema de la hipocresía está relacionado con el de la marginalidad de la mujer y el sentido de la honra. Lo que es consentido en los hombres no lo es en las mujeres. Estas viven guardando las apariencias, comportándose como se espera de ellas: honestas, solo tienen novio para casarse con él y luego son obedientes esposas y cuidadoras de su casa.

5. El Espacio

La acción se desarrolla en la casa de Bernarda Alba, un espacio cerrado. Este lugar, transmite una atmósfera asfixiante y es  comparado a lo largo de la obra con un “convento”, un “presidio” o un “infierno”.

6. El Lenguaje

El manejo del lenguaje en la obra es magistral y es el elemento que hace creíble la  mezcla de realidad y poesía de la obra. Los personajes emplean una lengua que parece coloquial y adecuada al mundo rural, pero es solo apariencia porque se trata de un lenguaje muy medido y rítmico, conciso y preciso, y con una fuerte carga poética. El diálogo destaca por el empleo de  réplicas cortas y rápidas. Pero, como decimos, lo nuevo y original es que Lorca fue capaz de crear un lengua literario (nadie en los pueblos habla como lo hacen los personajes de la obra) pero de apariencia coloquial. Ese equilibrio es difícil, casi imposible de conseguir.


7. Los símbolos. La obra está repleta de simbolismo. El recurso de cargar a las palabras y a las acciones de un doble significado es un hecho que se repite en toda la producción de Lorca tanto en su poesía como en su teatro. Algunos de los símbolos usados en La Casa de Bernarda Alba han aparecido repetidamente en toda su obra anterior; nos referimos por ejemplo al agua, el caballo, el color verde, el calor… Otros símbolos son propios para este  drama como por ejemplo la etimología del nombre en los personajes y su  paralelismo bíblico.


Quizá el primer símbolo sean la hijas y Bernarda; las primeras representan la  libertad y Bernarda la  autoridad que no las deja ser libres. El ser humano enfrentado a las normas sociales.


Resto de significaciones simbólicas destacadas:


El Agua. En Lorca el agua tiene un doble significado. Si fluye libre (como el agua de un río) tiene significado de vida; en cambio el agua detenida, el agua de los pozos o estanques significa muerte.
(En el acto I) Bernarda: Es así como se tiene que hablar en este maldito pueblo sin río, pueblo de pozos, donde siempre se bebe el agua con el miedo de que esté envenenada. (Acto III)Prudencia: Yo dejo que el agua corra. No me queda más consuelo que refugiarme en la iglesia, pero como me estoy quedando sin vista tendré que dejar de venir para que no jueguen con una los chiquillos…


 El calor. Está en relación con la situación de angustia personal que viven las hijas y que viene provocada por la opresión del encierro. Con el calor se acentúa la sensación de asfixia dentro de la casa.
[Acto II]  Amelia: (A la Poncia.) Abre la puerta del patio a ver si nos entra un poco el fresco. (La Poncia lo hace.) Martirio: Esta noche pasada no me podía quedar dormida del calor. Amelia: ¡Yo tampoco!


 La Locura: La Madre-Loca de Bernarda: Símbolo de la libertad que se enfrenta a la autoridad, también de los deseos de maternidad y matrimonio (ver fin acto I)
 El Caballo. Símbolo de la pasión, la vitalidad. Aparece casi al final de la obra como anuncio de que la fuerza incontenible de la pasión golpea los muros  que acabará por derribar de la casa.
(Se oye un gran golpe, como dado en los muros.) ¿Qué es eso? Bernarda: El caballo garañón, que está encerrado y da coces contra el muro. (A voces.) ¡Trabadlo y que salga al corral! ( En voz baja.) Debe tener calor.


 Simbolización con Cristo y el nuevo testamento. En la etimología de los nombres y en algunos de los comportamientos de los personajes se observa esta implicación con los hechos bíblicos que dota al drama de una nueva implicación de alcance místico. Adela sería el Cristo, muere “colgada” y tienen que descolgarla como al Cristo de la cruz (final de la obra). Ella misma asume ese papel cuando dice que  me pondré delante de todos la corona de espinas. La madre de Bernarda lleva los nombres de los padres de cristo María Josefa. La Poncia como Poncio Pilatos es testigo de los hechos pero no se implica en la denuncia explicita. Incluso Pepe tiene el sobrenombre de el Romano. Elementos todos, en definitiva,  que ayudan a crear un nuevo plano en la obra.

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