La casa de Bernarda. Moral y libertad


3.- Enfrentamiento entre una moral Autoritaria y el deseo de libertad

La casa de Bernarda Alba es una obra teatral en tres actos del autor Federico García Lorca Escrita en 1936. La abundancia de simbología es de carácter vanguardista y es Muy común en las obras de Lorca y de la generación del 27.

En la obra Dramática de Lorca se pueden observar tres constantes: la experiencia de formas Vanguardistas a la vez que el regreso al teatro clásico, la búsqueda de un Teatro poético y el enfrentamiento entre una moral autoritaria y el deseo de libertad.
Lorca elige a la mujer como protagonista para representar el ansia de Libertad en una sociedad machista; una mujer marcada siempre por un destino Trágico y por pasiones condenadas al rechazo. Se produce un enfrentamiento de Dos series de fuerzas como principio de autoridad y principio de libertad: por Un lado, orden, tradición, etc.; por otro lado instinto, deseo… A ellos se suma La fuerza del amor, normalmente imposible, planteado sobre el conflicto entre El deseo y la realidad, la libertad y la autoridad. Como consecuencia surge la frustración, Que aparece en Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba.
El personaje de Bernarda encarna esa forma machista de pensar en que la Libertad de la mujer está totalmente supeditada al hombre y al miedo a las Murmuraciones, sobre todo al final de la obra, cuando sentencia tras el Suicidio de su hija
Adela. “Descolgarla. Mi hija ha muerto virgen. Llevadla a su cuarto y vestirla como si doncella Fuera. Nadie dirá nada”

En la Tragedia lorquiana los principios de autoridad ya están dictados y son las Mismas mujeres severas las que los transmiten contra toda rebeldía. La Violación de las reglas tendrá un solo precio: la muerte. De esta manera, Adela Utiliza el suicidio como única válvula de escape a los principios autoritarios De la madre.

La casa de Bernarda

Alba constituye la cima final de la Obra dramática de Lorca. Refleja la sociedad española de los años 30 a través Del contraste entre una moral autoritaria y el anhelo de libertad.

El Autoritarismo de Bernarda está presente desde su primera intervención en la Obra hasta sus últimas palabras. Con la muerte del marido cierra a cal y canto La casa con las cinco hijas casaderas dentro, y con el suicidio de Adela torna A hacer lo mismo al término de la obra. Entre tanto, se sucede un drama de Jóvenes luchando por la supervivencia, que en ellas no ha de ser otra cosa que El matrimonio y la felicidad. Sin embargo, esa dicha será impedida por una Madre inflexible que pretende mantener a raya todas las pasiones y los deseos De sus cinco hijas.

Paradójicamente, La moral retrasada de un pueblo hipócrita lo representa a la perfección Bernarda, con su implacable actitud con respecto a los suyos, para que nadie Pueda decir nada de ellas. Solo un acontecimiento romperá momentáneamente este Estado: el cortejo de Pepe el Romano a Angustias, la mayor de las hermanas, la más Rica. Este hecho desestabiliza y prende la mecha de una contienda que ha de Mantenerse durante toda la obra, en cuatro puntos de apoyo: en Angustias, que Recibe al mozo en la ventana cada noche con el consentimiento de su madre; en Adela, la más joven e impulsiva se entromete entre su hermana; en Pepe el Romano, al que recibe en su propia ventana cuando este termina de hablar con Angustias; y en Bernarda. La madre no solo marca el comportamiento que han de Tener sus hijas respecto a los hombres, sino que restablece el orden cuando sus Hijas discuten. “Una hija que desobedece Deja de ser hija para convertirse en enemiga”

De un modo Paulatino, la acción se complica y sube la temperatura del drama, pues una de Las hermanas, Martirio, intenta convencer a Adela para que deje en paz al novio De Angustias. No obstante, las más jóvenes, como Adela, se hallan en el momento Culminante de una juventud poderosa a la que no quieren renunciar, de ahí que Se rebelen. Esta lucha de Adela es el emblema de un anhelo de libertad y de un Impulso amoroso.

Finalmente, Adela se encara con su madre, le arrebata el bastón y lo rompe “¡Aquí se acabaron las voces de presidio!”. Bernarda coge la escopeta y sale a la calle a matar a Pepe el Romano (pero no Lo mata). Se oyen los disparos, y todos piensan que el hombre ha muerto. Adela Ya no encuentra razón para seguir viviendo y la encuentran colgada. El drama se Cierra casi como se ha abierto, mientras Bernarda Alba vuelve a imponer Silencio.

Otro de los Personajes en los que se manifiesta el deseo de libertad es Mª Josefa, quien Muestra su rebeldía a través de la locura. Su prisión resulta más asfixiante Que la de las hijas de Bernarda. Sin embargo, su locura le da fortaleza para Proclamar sus anhelos de libertad y denunciar el sufrimiento de sus nietas. En Resumen, la opresión de Bernarda provoca dos respuestas estériles: el suicidio Y la locura por lo que la libertad no es posible. 

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