La Ciudad como Horizonte Colectivo
En la cultura griega coexistían dos tendencias aparentemente contradictorias: la búsqueda de lazos identitarios y políticos con otros pueblos helenos, y la defensa de la independencia, entendida como autosuficiencia y autogobierno. Esta dualidad se originaba en la idea fundamental de la ciudad como único espacio posible para el hombre civilizado. Por ello, los griegos despreciaban tanto a las tribus, dominadas por poderes mágicos, como a los grandes imperios, como el Persa, sometidos al poder del tirano.
Atenas: Un Referente Urbano
Para comprender la importancia de Atenas como modelo de ciudad, es crucial considerar dos ideas fundamentales:
1. La Filosofía Racional
La ruptura con el mundo mágico impulsó un proceso de indagación reflexiva y libertad de conciencia. Este proceso dialéctico, que enfrentó la razón a la diosa madre tierra, se tradujo en categorías sociológicas como el dominio del hombre sobre la mujer y el esclavo. El conocimiento se convirtió en dominio de los filósofos, es decir, de cualquier ciudadano libre. Esta sabiduría se reflejaba en la ciudad como una comunidad, una totalidad, incluso superior a las individualidades de sus ciudadanos. La filosofía racional transformó la ciudad de un espacio sagrado a un espacio humano, planificado y ordenado por la razón, dando lugar a la polis.
2. La Democracia
Aunque limitada a quienes podían ejercerla, la democracia ateniense fue la primera de la historia. El ejercicio político se consideraba una obligación y una virtud, y la ausencia de participación convertía al individuo en un extraño. El poder no solo debía satisfacer necesidades, sino también distribuirse equitativamente.
El Amor por la Ciudad y el Cuerpo
Los griegos amaban su ciudad por encima de sí mismos, amaban sus cuerpos y el cuerpo de su amante varón, utilizando la misma palabra para ambos tipos de amor. La visibilidad en el espacio urbano era fundamental para fortalecer el vínculo con la ciudad. El ciudadano griego valoraba la desnudez como muestra de su estatus y condición ciudadana. Existía una estrecha relación entre varón, poder, calor corporal y visibilidad, con una marcada connotación de sexualidad entre varones. El calor corporal, asociado a la virilidad, se vinculaba a la capacidad de argumentación política. El debate político elevaba la temperatura corporal y la capacidad de argumentación.
En contraste, las mujeres eran consideradas blandas, frías, apáticas, y nunca visibles en la calle ni desnudas. Los griegos creían que los esclavos y los bárbaros carecían de las capacidades propias de los varones griegos.
Instituciones y Normas Sociales
Los griegos crearon instituciones y normas para alcanzar el ideal de ciudadano. Las academias, inicialmente gimnasios donde los niños preadolescentes fortalecían sus cuerpos, se convertían en espacios de iniciación sexual y política. Los jóvenes eran instruidos por maestros en prácticas sexuales, combinando conocimientos políticos, gimnasia y erotismo. Sin embargo, estas relaciones entre varones libres estaban sujetas a normas estrictas, que prohibían la penetración y otras prácticas de sometimiento. La relación debía ser igualitaria, de pie y cara a cara.
El ágora, además de ser el espacio para la discusión política, albergaba espectáculos, comercio y diversas actividades, creando un ambiente heterogéneo.