La coherencia entre los principios del conocimiento, los instrumentos del conocimiento y el resultado de conocimiento del proceso de conocimiento



— La filosofía de la mente esta relacionada con las ciencias cognitivas, que son aquellas que se ocupan de que es el conocimiento y cómo aprendemos, por tanto en un campo interdisciplinal, es decir, investigado por muchas disciplinas ya que es muy amplio(ejemplos: la psicología, las ciencias de la computación y las neurociencias).

El objeto de estudio de la filosofía de la mente son

La relación mente (el conjunto de pensamientos que uno tiene) y el cuerpo (cerebro), y por tanto, en cierto modo, de la relación entre mente y conducta, así como del conocimiento. También reflexiona sobre la naturaleza o realidad de los estados mentales y los llamados qualia (propios de la subjetividad de la percepción), la existencia de la propia conciencia y de otras mentes, el problema de la identidad y su permanencia a través del tiempo, el peso de las sensaciones y de las emociones frente al de la racionalidad, el papel de la intencionalidad y la motivación, y la importancia de la libertad. 


—La identidad personal: se refiere a nuestra apariencia y a nuestra manera de ser, que incluye comportamientos, creencias y actitudes. Es un proceso subjetivo de construcción personal a través del cual el individuo se reconoce a sí mismo como un ser independiente, separado del mundo circundante, y con conciencia de sí mismo a lo largo del tiempo, que permanece pese a los cambios. Esta construcción se hace con elementos propios de cada individuo, pero también con elementos externos carácterísticos del ambiente al que se pertenece; por eso podemos hablar de otro tipo de identidad, la social. 


— La identidad social: se trata de la conciencia de uno mismo como individuo que forma parte de un colectivo o grupo (tribu, etnia, religión, territorio, país, cultura). Por tanto, está muy determinada por la sociedad en que se vive. Así, identificarse con un grupo implica compartir con sus integrantes una serie de creencias, valores, normas de conducta, ideas sobre el mundo… En este sentido hablamos de identidad cultural, política, religiosa, etcétera. 


— Nuestra identidad es dinámica ya que cambia con las experiencias de la vida y con la interacción sociocultural. En la relación con otros, el individuo no solo observa modelos y pautas que ayudan a construir su identidad, sino que se forma una imagen de sí mismo producida por su propio juicio y por el que los demás tienen de él. Luego la identidad es un proceso de crecimiento personal y cambio que nos proporciona un sentido de pertenencia. 


— La personalidad es el conjunto de rasgos psicológicos que tiene todo ser humano, que expresan la particular forma de ser y actuar de cada cual, por tanto, quiénes somos. No existen dos personalidades idénticas, es única en cada individuo, aunque tiene carácterísticas comunes a todos. En definitiva, la personalidad es el modo carácterístico y habitual en que cada uno siente, piensa y se comporta, identificándonos ante los demás y ante nosotros mismos. Además, es estable y dinámica a la vez, pues algunas de las carácterísticas que la constituyen pueden cambiar conforme vamos construyendo nuestra identidad a lo largo de la vida. Por último, no es cuantificable, no hay personas que tengan más personalidad que otras sino que algunas de sus carácterísticas personales son muy firmes, están muy definidas o marcadas,y  llaman nuestra atención.


—Teoría del aprendizaje social o sociocognitiva:

se basa en el conductismo pero lo considera insuficiente. Sus principales representantes son Julián Rotter (1916-2014) y Albert Bandura (1925), quienes sostienen que hay una influencia mutua entre el individuo y el ambiente, que modifica a ambos. La personalidad es modelada por los estímulos que el individuo recibe del exterior, pero también hay que tener en cuenta la manera en que estos estímulos se organizan en la mente. Según Bandura, la personalidad es resultado de tres tipos de factores:

A) Cognitivos

Refieren a lo que una persona piensa ante una situación: su manera de percibir la realidad, sus ideas, creencias, conocimientos, así como la visión que tiene de sí misma y sus expectativas.

B) Conductuales

Son los aprendizajes que una persona acumula, por tanto, su experiencia.


 

C) Ambientales


Son los elementos externos que afectan a una persona, que a su vez son modificados por las acciones de esta. /// Se produce una retroalimentación entre cognición y ambiente: por un lado, el sujeto, desde su experiencia y teniendo presentes sus objetivos, valora la situación y actúa en consecuencia; por otro, esa conducta provoca unos resultados que influyen en las expectativas para situaciones futuras. Por consiguiente, las diferencias de personalidad entre los seres humanos dependen del modo en que cada uno relaciona y organiza estos tres elementos.


—La personalidad tiene tres componentes o niveles:  ***Temperamento

Es el conjunto de carácterísticas de la personalidad heredadas genéticamente (vinculadas al sistema nervioso y endocrino) y, por tanto, su modificación es muy difícil. Constituye la base de la personalidad y se trata de emociones y sentimientos básicos presentes en nuestro comportamiento habitual. Así, por ejemplo, hay personas más nerviosas que otras, o más activas, o más tranquilas, etcétera.

***Carácter

Es el conjunto de hábitos de comportamiento (intelectuales, afectivos, procedimentales, morales) aprendidos. Por tanto, su base es la inteligencia. Se adquiere a lo largo de la vida, puede ser modificado e implica cierto grado de conformidad con las normas sociales. Ejemplos: ser trabajador, diligente, paciente, comprensivo, etcétera.

***Voluntad

  Capacidad de elegir libremente cómo ser. Por la voluntad elegimos qué queremos y hacemos. Para llevar a cabo nuestro proyecto de vida escogemos unos valores por los que guiarnos o el modo de enfrentarnos a situaciones a partir de nuestro propio temperamento y, sobre todo, carácter. La base de la voluntad, es decir, de las carácterísticas de la personalidad que proceden de ella, es la memoria. Porque esta permite tener una idea clara del yo a través del tiempo, ayuda a interpretar el entorno, a adaptarnos a él y, por tanto, a escoger para nuestra personalidad aquellos rasgos que hagan viable el proyecto de vida escogido.

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Están relacionados entre sí: la voluntad actúa sobre el carácter para que controle el temperamento en la persecución de las metas escogidas. Así, temperamento, carácter y voluntad constituyen la estructura de la personalidad y contribuyen a la construcción de la identidad. 


— El psicoanálisis:

Su autor es Sigmund Freud (1856-1939). Es una teoría sobre el desarrollo y funcionamiento de la mente y de la personalidad para explicar la conducta. Según Freud, en la mente hay procesos de los que somos conscientes, es decir, procesos sobre los que tenemos control y de los que somos responsables, pero también hay otros que afectan a la conducta y no los controlamos. A estos los llama inconsciente y, fundamentalmente, son impulsos de autoconservación y sexuales, que buscan ser satisfechos a toda costa. La personalidad sería como un iceberg, en el que la parte visible sería el consciente, mientras que la sumergida sería el inconsciente. Frente a la tradición de pensamiento occidental (especialmente, el Racionalismo y la Ilustración), para Freud la mente no se identifica con la razón, sino que es de naturaleza conflictiva entre las partes consciente e inconsciente. En la personalidad se da una lucha interna entre tres estructuras psíquicas: 

– Ello

Es la parte inconsciente más primitiva de la mente, que engloba los deseos internos o impulsos que nos mueven a actuar.

– Superyó

También es una parte inconsciente de la personalidad. Contiene las normas sociales y culturales, luego representa la autoridad, la conciencia moral, que señala el comportamiento correcto y, por tanto, se opone a los principios “primitivos” del ello.

– Yo

Es la parte consciente y racional que media entre el ello y el superyó: adapta las exigencias del superyó a los deseos íntimos del ello.


— El conductismo

Su principal representante es Burrhus F. Skinner (1904-1990). Resalta el papel del ambiente externo y los efectos del condicionamiento y el aprendizaje en la personalidad. Para el conductismo, el comportamiento se explica por el contacto y la relación con el entorno. De acuerdo con esto, la personalidad es un conjunto de hábitos o patrones de conducta aprendidos durante la vida. Ese aprendizaje se produce en función de si una determinada conducta es recompensada o castigada. En consecuencia, según esta teoría, la personalidad puede modelarse por completo de acuerdo con un sistema de premios y castigos, siendo así que para conocer la personalidad de alguien basta con observar su conducta. 

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