La Constitución de 1931 y el Bienio Social-Reformista
El rey encargó a Berenguer la formación de un nuevo Gobierno, considerando que la salida era la vuelta a la constitución anterior a la dictadura, sirviéndose de unas Cortes ordinarias. Así surge la Dictablanda.
Todos los partidos solicitaron la formación de unas Cortes Constituyentes. Las fuerzas políticas formularon un programa de acción conjunta con la izquierda catalana y con el Partido Socialista, constituyendo un comité revolucionario. El Gobierno Berenguer logró controlar la sublevación militar. Un nuevo Gobierno, presidido por Aznar, decidió celebrar elecciones municipales. La mujer aún no tenía derecho al voto. Las candidaturas republicanas vencieron en las grandes ciudades, y los republicanos consideraron que la obtención del voto urbano era un triunfo definitivo.
El día 13, el conde de Romanones aconsejó al rey que saliera de España. El 14 de abril, los miembros del Comité Revolucionario se dirigieron al Ministerio de la Gobernación, donde fueron aclamados por la multitud que vitoreaba la Segunda República Española. Fue recibida con entusiasmo, con la esperanza de regenerar y modernizar España de manera legal.
El Gobierno Provisional
El Comité Revolucionario se convirtió en Gobierno provisional, presidido por Niceto Alcalá Zamora (derecha). El centro estaba ocupado por los radicales de Alejandro Lerroux y los radicales-socialistas de Marcelino Domingo. La izquierda estaba representada por los socialistas, como Francisco Largo Caballero, y por la Alianza Republicana de Manuel Azaña. Fuera del poder quedaron los comunistas y los anarquistas.
El cambio de régimen significó el paso del poder de la aristocracia terrateniente y de la alta burguesía a los representantes de las clases medias. El Gobierno Provisional tenía como objetivo convocar elecciones a Cortes constituyentes. Estableció en el campo la jornada laboral de ocho horas y, en educación, autorizó la construcción de escuelas y oposiciones para maestros.
Los problemas no tardaron en llegar. En Cataluña, Maciá proclamó ilegalmente la República Catalana. El anticlericalismo dio lugar a la quema de conventos y hubo un creciente aumento de huelgas. Los elementos fundamentales del sistema político fueron los partidos políticos y la Constitución de 1931.
Las Cortes Constituyentes y la Constitución de 1931
En junio de 1931 se celebraron las elecciones de las Cortes Constituyentes por sufragio universal masculino, al que se pudieron presentar mujeres como candidatas. Triunfó la coalición formada por los republicanos de izquierda y los socialistas. Se creó la comisión encargada de presentar el proyecto de Constitución.
La Constitución de 1931 fue un texto muy avanzado de carácter democrático y progresista. Se basó en seis puntos esenciales:
- El carácter popular de la soberanía.
- El reconocimiento del derecho a voto de la mujer por primera vez en España.
- El tema autonómico (fórmula para posibilitar las autonomías regionales). Se establecieron competencias.
- El tema religioso. El Estado republicano se declaró no confesional, con libertad de conciencia y cultos. Se suprimió la ayuda económica a la Iglesia y se le prohibió ejercer la enseñanza. Se reconoció el matrimonio civil y el divorcio.
- Extensa declaración de los derechos y libertades individuales, políticas, económicas y culturales.
- La limitación del derecho de propiedad privada.
- La nueva organización de poderes. El poder legislativo quedó en manos de un Parlamento unicameral. El presidente de la República ocupó la Jefatura del Estado. Se estableció un poder judicial independiente y se creó el Tribunal de Garantías Constitucionales.
Era totalmente progresista y permitía el desarrollo de un sistema político de izquierdas y derechas. Fue atacada por la Iglesia y la derecha en lo referido al tema autonómico y religioso, no consiguiendo así el consenso de todas las fuerzas políticas.
El Bienio Reformista
Alcalá Zamora fue elegido Presidente de la República y Manuel Azaña Presidente del Gobierno. Republicanos de izquierda y socialistas formaron un gobierno que emprendió un esfuerzo reformista cuyo objetivo era afrontar los graves problemas irresueltos en España. Se llevó a cabo:
Reformas Clave
- La reforma militar: Impulsada por Azaña, con el objetivo de someter el Ejército al poder civil gubernamental y reducir el número de oficiales. Se redujo el presupuesto militar, se suprimieron algunos rasgos tradicionales y el número de Divisiones, y se clausuró la Academia General de Zaragoza.
- La reforma educativa: El objetivo era conseguir la modernización de España. Se declaró la escuela primaria laica, gratuita y mixta. Se incrementaron las ayudas económicas para gastos educativos, desarrollando la construcción de escuelas y más plazas de maestros.
- La reforma agraria: Los problemas de la agricultura eran los latifundios y el elevado número de jornaleros sin tierra. Tenía un triple objetivo: social, político y económico. En 1932 se aprobó la Ley de Reforma Agraria. Las tierras pertenecientes a la extinguida Grandeza quedaron expropiadas, pero el Instituto de Reforma Agraria (IRA) no contó con el dinero para alcanzar estas metas. El ritmo de esta reforma fue demasiado lento.
- La reforma religiosa: Los primeros objetivos fueron secularizar la sociedad española, eliminando el poder de la Iglesia y su influencia social. La cuestión religiosa se convirtió en un gran problema que acentuó el enfrentamiento entre los españoles de izquierdas y de derechas.
- El problema regional: Las reivindicaciones catalanas se encauzaron con la Constitución a través del Estatuto de Cataluña. Maciá fue elegido presidente de la Generalitat y Companys lo fue del Parlamento. En el País Vasco se aprobó un proyecto de estatuto, aunque no se aprobó definitivamente hasta 1936.
Conflictos Sociales y Fin del Bienio
Los conflictos sociales fueron continuos, provocados por las esperanzas puestas por los campesinos y obreros en el nuevo régimen y la oposición de los propietarios agrícolas, el ejército y la Iglesia, frente a las reformas. La voluntad revolucionaria de los partidos y sindicatos de izquierda agudizó estos enfrentamientos.
Las huelgas, las insurrecciones y las ocupaciones de las tierras fueron en progresivo aumento. Los anarquistas protagonizaron una sublevación de los mineros de Cataluña y de los campesinos de Andalucía. La posterior represión solía ser muy cruenta.
En 1932, estalló la sublevación del general Sanjurjo, que evidenció la protesta de los sectores afectados por las reformas del gobierno. Finalmente fracasó y el gobierno obtuvo el respaldo necesario para aprobar las leyes.
El dramático episodio de Casas Viejas provocó la dimisión de Azaña en septiembre de 1933, disolviendo las Cortes y convocando nuevas elecciones.
Las reformas republicanas y la conflictividad social disgustaron a las élites económicas y sociales. Estos grupos fueron agrupándose en grupos conservadores, destacando CEDA y Falange (de carácter fascista), que fueron ganando adeptos gracias a la intensa campaña de agitación callejera.