La Crítica de Nietzsche a la Cultura Occidental: Dios ha muerto, Viva el Superhombre


1. Las Bases del Pensamiento del Siglo XX: Marx, Nietzsche, Freud, Darwin

Los cuatro maestros de la sospecha: Charles Darwin, Karl Marx, Sigmund Freud y Friedrich Nietzsche, convergen en su crítica hacia la conciencia occidental, que consideran fundamentalmente falsa.

Marx señala que esta falsedad surge de intereses económicos, al denunciar que las ideologías dominantes son herramientas de la clase dominante para mantener la desigualdad.

Darwin cuestiona las ideas religiosas sobre la posición privilegiada del hombre en la naturaleza, argumentando que es simplemente un ser vivo más, sujeto a la selección natural y la evolución.

Freud examina la tensa relación entre los deseos del «ELLO» y las normas sociales del «SUPERYO», identificando la represión como causa de malestar mental y proponiendo la revelación de contenidos reprimidos como solución.

Nietzsche, por su parte, denuncia los valores occidentales como falsos y decadentes, proponiendo un nuevo ideal afirmativo de la vida en contraposición a una moral de esclavos.

Estos pensadores no solo diagnostican la enfermedad de la conciencia occidental, sino que también ofrecen terapias para su curación:

  • Marx propone la supresión de la propiedad privada de los medios de producción.
  • Nietzsche aboga por un nuevo ideal que celebre la vida y rechace los valores de debilidad.
  • Freud sugiere la liberación de los contenidos reprimidos para alcanzar la aceptación.
  • Darwin propone una visión científica y no teológica del lugar del hombre en la naturaleza.

En conjunto, estos enfoques apuntan hacia una transformación radical de la conciencia occidental, buscando superar sus falacias y promover una comprensión más auténtica y liberadora del ser humano y su entorno.

2. Crítica a la Religión en Nietzsche

Nietzsche plantea una dura crítica al cristianismo, al considerarlo como la fuente primordial de los males modernos. Argumenta que esta religión ha cultivado un profundo odio hacia la naturaleza y sus valores inherentes. Desde su perspectiva, el cristianismo ha provocado una transformación radical de los valores morales, donde la mayoría compuesta por individuos débiles, mediocres e insignificantes ha prevalecido sobre la minoría de fuertes y distinguidos, desplazando así los valores originales.

El cristianismo, según Nietzsche, ha llevado a la humanidad a renunciar a su verdadera naturaleza, considerando como pecaminosos los placeres y valores terrenales, y exaltando la mansedumbre, la obediencia y la sumisión como ideales humanos. En su opinión, esta religión consagra una vida decadente que desprecia la nobleza, la grandeza y la fuerza. Su crítica fundamental se dirige hacia la igualdad ante Dios, que, según él, ha generado un desprecio hacia la humanidad que ya no inspira temor, sino más bien repulsión.

Ante esta situación, Nietzsche plantea una alternativa clara:

  • Opción 1: La negación de la vida, la represión de la sensibilidad y la pasión, el temor ante los obstáculos y la evasión de los mismos.
  • Opción 2: La afirmación de la vida, el desarrollo de los sentidos, la potenciación de la pasión y la voluntad de poder, la búsqueda del riesgo y el peligro, demostrando así una gran confianza en uno mismo y una disposición para enfrentar los mayores sufrimientos y las más elevadas alegrías.

3. El Superhombre

Nietzsche proclama que el hombre debe ser superado, siendo el ultrahombre la encarnación de este ideal. Este proceso se divide en tres etapas, según describe Zaratustra:

  1. El espíritu se convierte en camello, soportando los valores cristianos.
  2. El camello se transforma en león, negando esos valores establecidos y abriendo paso al ultrahombre.
  3. El león se convierte en niño, capaz de crear nuevos valores sin prejuicios morales.

El ultrahombre se caracteriza por su ansia de vivir, superioridad frente a la igualdad, desdén hacia los valores tradicionales, fidelidad a la tierra y voluntad de poder. Rechaza la moral de esclavos y se ríe de los valores establecidos, abrazando la vida concreta y manifestando su deseo de dominar y recrear el mundo y sus valores en su búsqueda de la realización plena.

4. La Crítica a la Civilización Occidental

Nietzsche critica la civilización occidental como una negación de la vida, caracterizándola como una historia de hombres atemorizados, débiles y resentidos. Este declive tiene sus primeros indicios con Sócrates, quien enfatiza la razón sobre los instintos y pasiones, seguido por Platón, que inventa un mundo ideal de Ideas frente al mundo real sensible. Este desdén por lo natural surge de la debilidad interna del pueblo griego, que crea un mundo imaginario para escapar del mundo real de nacimiento y muerte.

En contraste con la concepción platónica de un ser fijo e inmutable, Nietzsche propone una inversión ontológica: solo existe el mundo de las apariencias, los fenómenos. Rechaza la idea de una verdad objetiva, afirmando que la verdad es construida por fuerzas en conflicto, dando lugar a verdades subjetivas.

Además, Nietzsche reivindica lo corporal sobre lo espiritual, situando al cuerpo como el núcleo del ser humano. Para él, vivimos, gozamos, sufrimos y valoramos a través del cuerpo, lo que contrasta con la centralidad del alma en la búsqueda de la verdad de Platón. Esta perspectiva corporal redefine nuestras valoraciones y nuestra comprensión del ser humano.

5. Apolo y lo Dionisíaco

Nietzsche critica la filosofía socrática y platónica en «El nacimiento de la tragedia griega en el espíritu de la música» (1871), destacando la decadencia frente a la cultura griega anterior. En la tragedia griega, Nietzsche identifica dos elementos personificados por Apolo y Dionisos.

  • Dionisos representa el caos, la exuberancia y el deseo de vivir sin límites, abrazando el devenir y la embriaguez de la vida.
  • Apolo simboliza la belleza, la medida y la individualidad, embelleciendo la realidad y creando obras de arte equilibradas.

Grecia logró una síntesis armoniosa de ambos elementos, permitiendo al hombre sumergirse en las fuerzas del mundo mientras imponía límites y mesura. Sin embargo, con Sócrates y Platón, la debilidad humana llevó a la ilusión de un mundo ideal inmutable, escapando de la realidad dolorosa y efímera. Esta concepción del mundo eterno y perfecto refleja una incapacidad para enfrentar el devenir, señalando una decadencia frente a la visión trágica y afirmativa de la vida griega anterior.

6. Voluntad de Poder y Eterno Retorno

Nietzsche concibe el ser como la voluntad y el actuar, identificando la vida con el deseo de crecimiento y poder, en contraposición a la mera adaptación. La voluntad de poder, para él, implica dominio, fuerza y pasión, no solo como lucha, sino como un esfuerzo por extender y intensificar la vida, superando la fatalidad y la muerte.

El concepto del eterno retorno propuesto por Nietzsche desafía la linealidad del tiempo cristiano, proponiendo una visión circular donde los mismos eventos se repiten infinitamente. Invita a abrazar esta idea con un «sí» firme y gozoso, amando la vida en su totalidad y aceptando su repetición eterna.

Según Nietzsche, aquellos capaces de afirmar la vida se transportan a un mundo pleno e inconmensurablemente valioso, mientras que para otros, la existencia se convierte en una carga intolerable. Esta concepción del eterno retorno se convierte en el centro de una «nueva moral», que insta a vivir auténticamente y desear cada instante con verdadera pasión.

En resumen, Nietzsche propone una visión de la vida como voluntad de poder y acción, donde el eterno retorno implica un profundo amor por la existencia y una búsqueda constante de sentido y autenticidad.

7. La Transmutación de los Valores

Nietzsche distingue dos morales opuestas: la de los señores y la de los esclavos.

  • Moral de los señores: Se considera como virtud aquello que es exitoso, dominante y poderoso, mientras que se desprecia la debilidad y el fracaso. La distinción entre bueno y malo se basa en esta dicotomía: lo bueno se identifica con la fortaleza, la salud, la nobleza y la autoridad, mientras que lo malo se asocia con la debilidad, la enfermedad y la sumisión.
  • Moral de los esclavos o del rebaño: Valora la humildad, la compasión y la igualdad. Se considera virtuoso ser débil, compasivo y obediente. Esta moral, contraria a la naturaleza según Nietzsche, condena los impulsos vitales.

Lo sorprendente es que, a pesar de la superioridad aparente de la moral de los señores, la moral de los esclavos ha prevalecido en la historia, influyendo en las creencias y los valores de la sociedad. Esta inversión de valores, impulsada por influencias judías y cristianas, ha llevado a la desvalorización de la fuerza y el poder, considerándolos como negativos. Nietzsche interpreta este fenómeno como una transvaloración de los ideales propios de la casta guerrera.

Sin embargo, Nietzsche vislumbra la posibilidad de una nueva evaluación de valores después de la supuesta muerte de Dios y el declive de la moral de los esclavos. Este proceso de transvaloración ofrece la oportunidad de crear valores que promuevan la vida y ofrezcan un futuro esperanzador.

8. La Muerte de Dios y Nihilismo

La «muerte de Dios» señala el declive gradual de la visión religiosa cristiana en la cultura europea desde el Renacimiento, conocido como secularización. Este cambio se manifiesta en la sustitución de la supremacía de Dios por conceptos como la razón y el progreso. La muerte de Dios implica la pérdida del ideal supremo que fundamentaba concepciones religiosas, morales y filosóficas, provocando la desintegración de la civilización. Con ello, desaparecen la moral tradicional, el más allá y conceptos como el pecado y la culpa, sumiendo a la cultura occidental en el nihilismo más radical, donde ya no hay valores absolutos.

El nihilismo, derivado de «nihil» en latín, implica una falta de fundamentos. Se refiere a la decadencia de los verdaderos valores de la vida, donde los valores tradicionales eran falsos y negaban la vida. La moral cristiana, al domesticar al hombre, lo enfermó y lo sumió en un profundo cansancio y falta de esperanza. La falta de esperanza conlleva a la pérdida de creencias y valores, resultando en un nihilismo que cuestiona la existencia misma.

Sin embargo, la muerte de Dios también representa una oportunidad para el nihilismo activo, donde se puede crear nuevos valores que afirmen la vida. Nietzsche aboga por esta opción, instando a una reinvención de los valores que otorguen sentido y propósito a la existencia humana.

9. El Vitalismo

El vitalismo es una concepción ética que concede valor a todo aquello que conserva y refuerza la vida. De esta manera, todo aquello que favorece la vida, que la afirma será bueno y todo aquello que la rebaje o niega es malo.

Nietzsche quiere afirmar la vida aceptándola tal cual es, sin enmascararla. La vida es instinto, fuerzas enfrentadas a otras fuerzas en constante lucha. La vida es cambio, un constante devenir, nada permanece estable. La vida es trágica, un proceso de dominio de unos frente a otros (instinto, agresividad, creatividad, violencia destructiva, …)

Esa aceptación de la vida tal cual supone también la afirmación del dolor y la lucha. El dolor, incluso más que el placer, es valioso en la vida. Los peligros, los sufrimientos nos entregan más sabiduría que el placer. El dolor es un fármaco contra el aburrimiento, contra el cansancio.

Para vivir necesitamos un espíritu fuerte, duro, capaz de dominar y sufrir. Y lo primero a dominar es a nosotros mismos, a nuestros instintos naturales para adquirir dominio de nosotros mismos.

10. Crítica de la Religión en Marx: La Alienación Religiosa

Marx identifica la alienación en la sociedad capitalista como una condición en la que los individuos se encuentran desposeídos y tienen una percepción errónea de la realidad. La forma más fundamental de alienación para Marx es la económica, donde el trabajador es despojado del producto de su trabajo, ya que pertenece al propietario de los medios de producción.

Según Marx, la ideología refleja esta alienación económica y se convierte en un conjunto de creencias distorsionadas que justifican el dominio de las clases dominantes y ocultan la explotación. Por ejemplo, la religión, al promover la fraternidad y la igualdad ante Dios, enmascara la competencia y la desigualdad reales entre las personas. Marx critica esta función de la religión como un «opio del pueblo», que tranquiliza a los oprimidos con una felicidad ilusoria y desmoviliza la lucha contra la injusticia.

Marx sostiene que la religión no puede transformar el mundo, sino que actúa como un obstáculo para el cambio social y económico necesario. Al eliminar la religión, se confrontaría directamente la realidad de la desigualdad y surgiría la necesidad de buscar una felicidad real en esta vida, en lugar de esperarla en el más allá. Marx no menosprecia los valores de igualdad y fraternidad asociados con la religión, sino que aspira a realizarlos en la sociedad terrenal.

Texto 1

Resumen:

Nietzsche condena a «Dios» porque es un concepto creado como una idea opuesta a la vida misma, pretendiendo destruirla. De igual manera, rechaza el concepto del «más allá», que se ha creado para menospreciar la realidad terrenal, privándola de propósito y valor. También se opone a la noción del «alma» ya que ha sido creada para despreciar el cuerpo, debilitarlo y envenenarlo.

Definiciones:

  • Vida: Para Nietzsche, autor vitalista, la vida es la expresión más fundamental de la existencia, caracterizada por el instinto y una voluntad de poder. Es el flujo dinámico de fuerzas que busca afirmarse a sí mismo, superar obstáculos y crear nuevos valores. La vida es un proceso de devenir constante, marcado por el cambio y la transformación. También es trágica, un proceso de dominio de unos frente a otros.
  • Alma: Nietzsche condena el alma, rechazando la tradición occidental originada en Platón. Cree que es una ilusión surgida de la conciencia y las interpretaciones subjetivas, ya que piensa que hay que partir del cuerpo, reivindica lo corporal frente a lo espiritual. Para él, el alma no tiene más función que hacer enfermar al cuerpo. Cree que nos lleva descuidar el cuerpo y nuestra parte instintiva, lo que nos hace fuertes.
  • Dios: Dios era la garantía de validez de las concepciones religiosas, filosóficas, morales… de la cultura europea, de los valores, la máxima autoridad moral. La muerte de Dios marca el colapso de la cultura europea al desaparecer la garantía de validez para las concepciones religiosas, filosóficas y morales, así como la máxima autoridad moral y los valores tradicionales. Esto conlleva la pérdida de la moralidad convencional, la desaparición del más allá y de conceptos morales como el pecado y la culpa. La ausencia de Dios sumerge a la cultura occidental en un radical nihilismo, dejando un vacío existencial.

Texto 2

Resumen:

Nietzsche condena la moral cristiana ya que estos llaman bueno a exaltar la debilidad y el sufrimiento de uno mismo. Nietzsche, se opone a la inversión de la ley natural de la selección y la glorificación del hombre débil sobre el fuerte, los que el cristianismo calumnió como “malvados”. Ya que, en cambio, defiende valorar la fuerza y estar orgulloso de uno mismo, es decir, la autoconfianza.

Definiciones:

  • Bueno: En este fragmento, Nietzsche explica dentro de la moral de los esclavos que bueno significa la adhesión a valores de compasión, humildad y obediencia, los cuales considera expresiones de debilidad y sumisión. Son aquellos que se conforman con las normas establecidas, renunciando a su voluntad de poder y a una vida auténtica y afirmativa. No hay esperanza, ni ninguna promesa de futuro en el bueno, para Nietzsche el bueno también es un poco tonto, tal vez. Aquello que no sirve para nada y que da asco.
  • Moral: En este fragmento, Nietzsche explica los valores que defiende la moral cristiana como la compasión, la humildad y la obediencia, que él considera como expresiones de debilidad y sumisión. Por otro lado, Nietzsche destaca la figura del «hombre fuerte», aquel que se libera de las restricciones morales convencionales y vive conforme a su propia voluntad de poder. Aquel hombre arrogante y según el cristianismo “malvado”.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *