La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)


Primo de Rivera (1923-1930). El malestar del ejército por su responsabilidad en el desastre de Annual, la indecisión del gobierno y la falta de confianza del rey Alfonso XIII en el sistema de la Restauración, que se encontraba desprestigiado ante la opinión pública, contribuyeron a crear las condiciones para que el Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, se pronunciara contra el gobierno provisional de García Prieto y no hallase prácticamente oposición. Esta circunstancia hizo que el rey Alfonso XIII lo llamase para formar gobierno y lo nombrara Presidente y ministro único. Primo de Rivera presentó la dictadura como un régimen transitorio que extirparía los males del país y que, una vez resueltos estos, se volvería a la normalidad constitucional. Su propósito era resolver los graves problemas que padecía la sociedad española: la “vieja política”, destruir el caciquismo, poner fin al desgobierno y la subversión social, así como hacer frente a la amenaza del separatismo que atentaba contra la unidad nacional.

El Directorio Militar (1923-1925)

El Directorio Militar fue el primer gobierno formado por Primo de Rivera, compuesto exclusivamente de militares. Este proclamó el Estado de guerra durante dos años, suspendió la Constitución de 1876, disolvió las Cortes, implantó la censura de prensa y prohibió las actividades de los partidos políticos y de los sindicatos. Además, los ayuntamientos fueron disueltos y sustituidos por juntas de vocales elegidos por los mayores contribuyentes, estrechamente vinculados al sistema caciquil. Lejos de desaparecer, el viejo caciquismo se perpetuó de forma diferente. En Cataluña, con el Estatuto Provincial en 1925, desapareció la Mancomunidad, lo que potenció el radicalismo e incluso el separatismo.

Primo de Rivera, consciente de la impopularidad de la guerra de Marruecos, asumió personalmente el Alto Comisariado en Marruecos. En 1925, España y Francia acordaron una ofensiva militar conjunta. El desembarco de las tropas españolas en Alhucemas fue un rotundo éxito y, un año después, quedó sometido todo el protectorado.

Directorio Civil (1925-1930)

En esta segunda fase, Primo de Rivera sustituyó el Directorio Militar por un gobierno civil con la clara intención de permanecer en el poder, y afirmó su voluntad de construir un régimen autoritario inspirado en la Italia fascista de Mussolini. Impulsó desde el poder un partido denominado Unión Patriótica, que no tenía una ideología definida y cuya finalidad era asegurar el apoyo popular al régimen.

En 1926 anunció la convocatoria de una Asamblea Nacional Consultiva compuesta por representantes del Estado, de la administración y de la Unión Patriótica, con la finalidad de elaborar una constitución y de asesorar a Primo de Rivera en las leyes que este elaboraba y promulgaba.

• Economía

En el ámbito económico, la dictadura se benefició de la coyuntura expansiva de los años 20. Su política económica se caracterizó por el intervencionismo estatal, impulsando la industria nacional mediante unos aranceles proteccionistas y la concesión de ayudas a las grandes empresas. También creó grandes monopolios estatales como la CAMPSA o la Telefónica. El fomento de las obras públicas fue uno de los aspectos más destacados de esta etapa. En 1926 se crearon las confederaciones hidrográficas para aprovechar los ríos tanto para el riego como para la producción de electricidad. Esta política de incremento del gasto público no fue acompañada de una reforma fiscal, lo que obligó a una emisión constante de deuda pública.

• Crisis y caída de la dictadura

Al final de la década, la mala coyuntura económica de 1929 (el famoso crack de la bolsa de Nueva York) impidió la continuación de las obras públicas. El régimen entró en crisis. En 1926 se formó la Alianza Republicana, integrada por Acción Republicana, liderada por Manuel Azaña, el Partit Republicà Català de Marcelino Domingo y el Partido Radical de Lerroux. También fue en aumento la oposición de los intelectuales, escritores y periodistas, entre los que destacan figuras de prestigio como Ortega y Gasset y Unamuno. Por su parte, los estudiantes se movilizaron contra la dictadura y protagonizaron manifestaciones callejeras. En 1929 surgió la Federación Universitaria Española (FUE), prorrepublicana. La CNT, tras años de represión, se había desmoronado y radicalizado. Frente a los sectores más sindicalistas, los partidarios de la insurrección revolucionaria constituyeron en 1927 la Federación Anarquista Ibérica (FAI).

Alfonso XIII retiró su apoyo a Primo de Rivera, que dimitió en enero de 1930, y decidió restablecer el viejo sistema parlamentario, pero los dos Gobiernos que se sucedieron fueron incapaces ya de resucitar lo que podía considerarse un cadáver político.

• El Pacto de San Sebastián y la proclamación de la Segunda República

Al margen del sistema, los partidos de la oposición establecieron el Pacto de San Sebastián (1930), integrado por republicanos y autonomistas catalanes, a los que se incorporaron después socialistas y anarquistas. Finalmente, la caída de la monarquía se produjo por los resultados de las elecciones municipales que tuvieron lugar el día 12 de abril de 1931, donde los partidos monárquicos fueron derrotados. Ante la victoria de los partidarios de la República, el rey decidió abandonar España. El día 14 de abril se proclamaba la Segunda República y se formaba un Gobierno provisional.

Gobierno provisional.

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