La Escuela de Atenas, pintada entre 1509 y 1511, es un fresco de 7.70 metros de base ubicado en la Stanza della Signatura del Vaticano, en Roma. En 1508, Rafael llegó a Roma llamado por el Papa Julio II, a instancias del arquitecto Bramante, para decorar las Estancias Vaticanas. La Estancia de la Signatura era la más importante, ya que allí se firmaban los decretos del Tribunal Eclesiástico.
Cuando Julio II contrató a Rafael, este era un joven de 25 años con poca experiencia en pinturas de gran tamaño y en la técnica del fresco. Sin embargo, demostró su talento en esta obra. La decoración completa de la estancia representa un complejo programa iconográfico, del cual destacamos La Escuela de Atenas.
Descripción de la Obra
En La Escuela de Atenas, se representan diversos personajes (sabios, artistas y filósofos) dentro de un grandioso edificio con bóvedas de cañón artesonadas y una amplia cúpula. El marco arquitectónico recuerda las construcciones de la Roma imperial y el proyecto de San Pedro del Vaticano. En los nichos laterales, se encuentran esculturas de Apolo (conocimiento filosófico y razón) y Atenea (sabiduría).
En el centro de la composición, destacan los filósofos Platón, con el Timeo bajo el brazo y señalando al cielo (idealismo), y Aristóteles, sosteniendo la Ética y con la palma hacia abajo (empirismo). A su alrededor, se encuentran otros filósofos y sabios:
- A la izquierda: Sócrates con jóvenes, Epicuro, y Pitágoras demostrando sus teorías.
- Detrás: Averroes, Heráclito escribiendo, y Diógenes sentado en las escaleras.
- A la derecha: Euclides explicando geometría, Zoroastro con una esfera celeste, y Tolomeo con un globo terráqueo.
Los personajes muestran una variedad de posturas y expresiones, con una idealización que los eleva por encima de lo cotidiano. El espacio se organiza mediante la perspectiva lineal, con el punto de fuga entre las cabezas de Platón y Aristóteles.
Significado y Contexto
El tema de La Escuela de Atenas es la búsqueda racional de la Verdad, en contraste con La Disputa del Sacramento, que representa la búsqueda a través de la Revelación. La filosofía neoplatónica busca conciliar la cultura grecorromana con la cristiana, dando un carácter moralizante a los temas paganos.
La obra también refleja la nueva consideración social del artista renacentista. Algunos personajes tienen los rostros de artistas contemporáneos de Rafael: Leonardo como Platón, Miguel Ángel como Heráclito, Bramante como Euclides, y el propio Rafael autorretratado discretamente. Los artistas se integran en la asamblea de sabios, elevando las artes figurativas a la categoría de artes liberales.
Josefina Sánchez Paniagua 30 IES Tubalcaín (Tarazona)
Josefina Sánchez Paniagua 31 IES Tubalcaín (Tarazona)