Tras las Abdicaciones de Bayona las autoridades españolas se sometieron a Napoleón Bonaparte. Por ello el pueblo fue organizándose en juntas. Las primeras juntas fueron las de Asturias y Sevilla. Todas estas juntas se unieron y formaron la Junta Suprema Central presidida por Floridablanca. La Junta asume los siguientes principios: soberanía nacional y la encargada de convocar las Cortes en 1810. Las Cortes de Cádiz estaban formadas por 95 diputados de los 240 que habían sido llamados. Fundamentalmente sus miembros eran clérigos (40% del total), la nobleza apenas tuvo presencia (14 miembros) y el resto eran miembros de la burguesía (abogados, catedráticos, escritores, médicos, comerciantes, militares, funcionarios).
División de las Cortes
Las Cortes se dividieron en 3 grupos:
- Absolutistas. Son los conservadores de la cámara y defienden la sociedad estamental y la monarquía absoluta.
- Jovellanistas. Son reformistas pero respetando algunos elementos del Antiguo Régimen. Estos políticos quieren imponer un sistema político similar al de Gran Bretaña.
- Liberales o doceañistas. Defienden ideas liberales como la soberanía nacional, sociedad de clases con predominio de la burguesía y aprobación de una Constitución.
La obra legislativa de las Cortes fue la siguiente:
- Defensa de la soberanía nacional y división de poderes.
- Aprobación de la imprenta y supresión de la censura.
- Reforma Administrativa con división de provincias.
- Supresión de los privilegios señoriales.
- Reformas económicas, libertad de trabajo, para los propietarios, comercio y reforma agraria (desamortización).
- Abolición del Tribunal de la Inquisición.
La Constitución de Cádiz
La Constitución de Cádiz fue el texto más extenso de la historia de España. Este texto fracasó por ser demasiado moderno para la época en la que fue redactado. Las características más importantes son:
- Defensa de la soberanía nacional.
- División de poderes según los escritos de Montesquieu.
- Declaración de Derechos del Ciudadano que garantiza libertad de imprenta, igualdad ante la ley y derecho a la propiedad.
- Servicio militar obligatorio para defender la Constitución.
- Enseñanza uniforme para evitar el analfabetismo.
El reinado de Fernando VII
El reinado de Fernando VII presentó tres etapas:
- Sexenio Absolustista (1814-1820).
- Trienio Liberal (1820-1823).
- Década Ominosa (1823-1833).
La llegada de los Borbones a España
La llegada de los Borbones a España significó la implantación de un método francés. Una de las primeras medidas fue la publicación de los Decretos de Nueva Planta, aplicados a la Corona de Aragón. Se abolieron los fueros, instituciones y privilegios de la Corona de Aragón. Todo el territorio de la Corona de Aragón quedó bajo las leyes de Castilla. Solo Navarra y País Vasco conservaron estos privilegios.
La llegada de Carlos I
La llegada de Carlos I significó la instalación de la dinastía de los Austrias en España. Este Rey recibió una vasta herencia. De Isabel la Católica y ante la incapacidad de Juana la Loca, Carlos I recibió la Corona de Castilla, los territorios americanos descubiertos y plazas del Norte de África. De Fernando el Católico consiguió la Corona de Aragón y las posesiones de Italia. De María de Borgoña recibe Países Bajos, Luxemburgo y Franco Condado. De Maximiliano de Austria recibió el derecho a ser proclamado Emperador.
La Guerra de los Treinta Años y la pérdida de hegemonía española en Europa
La dinastía de los Austrias intentó mantener la defensa del catolicismo. Como consecuencia de esta política los Austrias peninsulares y del Imperio se enfrentaron a los protestantes (Suecia, Dinamarca, Holanda). Esta guerra (1618-1648) fue inicialmente por los Austrias (Rendición de Breda). Sin embargo la entrada de la católica Francia en el lado protestante provocó el decline de los Austrias. La victoria francesa en Rocroi puso fin al conflicto. La Paz de Westfalia (1648) reconoció la independencia de Provincias Unidas por España.
Este tratado no puso fin a la guerra entre España y Francia. La victoria francesa en la Batalla de las Dunas obligó a España a firmar la Paz de los Pirineos (1659). En esta paz España pierde Rosellón y Cerdeña. El fin de la hegemonía española coincidió con el reinado de Carlos II donde se perdió el Franco Condado (Paz de Nimega).
Al morir Carlos II España solo conserva los territorios de Flandes, Milán, Nápoles, Sicilia y Cerdeña.