La España del siglo XIX: De la Crisis de 1808 a la Restauración


La Crisis de 1808 y la Guerra de la Independencia

1. El Reinado de Carlos IV y la Crisis de 1808

El Reinado de Carlos IV (1789-1808)

Tras las políticas de alianzas entre España y Francia llevadas a cabo por Carlos III y ratificadas en el Tercer Pacto de Familia (1761), que incluyeron la intervención conjunta en la Guerra de Independencia de las colonias británicas en Norteamérica, España recuperó Menorca en 1802 tras el Tratado de Versalles (1783). Carlos IV luchó contra la Francia revolucionaria, siendo España derrotada en 1795 (Paz de Basilea). Poco después, se retomó el sistema de alianzas con el Tratado de San Ildefonso (1796) contra Inglaterra, con nefastas consecuencias como la destrucción de la flota en Trafalgar (1805) y el Tratado de Fontainebleau (1807), que autorizaba el tránsito de tropas francesas en dirección a Portugal.

La Crisis de 1808

La situación era de una absoluta crisis económica, política y social, motivada por el aumento incontrolado de los precios, el colapsado comercio exterior tras Trafalgar, el endeudamiento del Estado (financiación de las guerras) y la indignación contra Carlos IV y Godoy (primer secretario de Estado), que gobernaba como un valido. Estos factores provocaron la aparición de un grupo de oposición al rey y al gobierno, organizado en torno al príncipe de Asturias e hijo de Carlos IV, Fernando (futuro Fernando VII), en el llamado partido fernandino, con apoyo del clero y la nobleza.

Los hechos más destacados de este periodo fueron:

  • Tratado de Fontainebleau (27 oct 1807): Firmado por Godoy y Napoleón, permitía al ejército francés atravesar España para ocupar Portugal, colaborando así al bloqueo continental de Francia contra Inglaterra. A su vez, un tratado secreto de partición de Portugal en tres partes (Francia, España y Godoy). Sin embargo, el plan de Napoleón incluía la invasión de España, y las tropas francesas fueron tomando posiciones.
  • Motín de Aranjuez (17-19 marzo 1808): Asalto popular al palacio de Godoy, provocado por los fernandinos. Consiguieron que Carlos IV cesara a Godoy y que abdicara en su hijo Fernando.
  • Abdicaciones de Bayona (mayo 1808): Renuncia al trono de España de Carlos IV y Fernando VII a favor de Napoleón, quien entregó la Corona española a su hermano José Bonaparte, que reinará con el nombre de José I. Las clases privilegiadas y gran parte de las instituciones aceptaron la autoridad francesa, incluidos los afrancesados.
  • El 2 de mayo de 1808: El pueblo de Madrid se levantó contra el invasor francés, apoyados por algunos oficiales españoles como Daoiz y Velarde. Murat reprimió la rebelión popular (fusilamientos del 3 de mayo), pero resultó inútil. La rebelión contra los franceses se extendió y generalizó rápidamente en toda España, dando comienzo a la Guerra de la Independencia.

2. La Guerra de la Independencia (1808-1814)

Bandos enfrentados

Fue una guerra nacional de liberación frente a la invasión del ejército francés, donde se enfrentaron dos bloques opuestos:

  • Ejército francés: Muy numeroso y organizado, a disposición del gobierno de José I Bonaparte, apoyado por los afrancesados, que veían la ocupación francesa como una oportunidad de modernizar España tomando como modelo las ideas de la Ilustración.
  • Ejército y pueblo español: En nombre del legítimo rey Fernando VII. Inferioridad y deficiente organización. Sin embargo, la guerrilla y la ayuda de unidades portuguesas e inglesas, al mando del duque de Wellington, jugaron un papel fundamental. Destacaron los generales Palafox (sitio de Zaragoza) y Castaños (Batalla de Bailén). Guerrilleros destacados fueron Espoz y Mina, el Empecinado y el cura Merino. Encontrados dos facciones ideológicas:
    • Liberales: Su objetivo era establecer una monarquía constitucional.
    • Absolutistas: Su objetivo era que Fernando VII tomara el trono de España y restaurase el absolutismo monárquico.

Desarrollo, Fases y Consecuencias de la Guerra

  • Hasta noviembre 1808: Caracterizada por la reacción de la mayor parte de los españoles ante la invasión. El ejército español derrotó al francés en Bailén, impidiendo la ocupación francesa de Andalucía. Esto provocó que José I abandonase Madrid y estableciese su residencia en Vitoria
  • Noviembre 1808 – enero 1812: Fase de predominio francés. Destacan tres hechos:
    • Napoleón se pone al frente de las operaciones militares en España.
    • Aparece la guerrilla popular como nueva táctica de lucha frente al ejército regular francés.
    • Inglaterra entra en el conflicto, apoyando al bando español.
  • Enero 1812 – agosto 1813: Las tropas españolas e inglesas del general Wellington, con el apoyo de Portugal en la retaguardia, consiguieron las victorias de Arapiles, Vitoria y San Marcial. Por el Tratado de Valençay (11 diciembre 1813), Napoleón devuelve el trono de España a Fernando VII. Las últimas tropas francesas abandonan España.

Consecuencias de la guerra

Importantes daños humanos, pérdida del 5% de la población (medio millón de personas), entre fallecidos, ilustrados desterrados y exiliados, y graves daños materiales por la destrucción de infraestructuras, ciudades, agricultura, industria y patrimonio cultural. Además, se inició el proceso emancipador en las colonias de América Latina.

La Década Moderada (1844 – 1854)

Características Generales del Reinado Efectivo de Isabel II (1843 – 1868)

El reinado de Isabel II estuvo marcado por la alternancia entre varios partidos liberales burgueses, liderados por figuras militares:

  • Partido Moderado (Narváez): Defendía la soberanía compartida, sufragio censitario, confesionalidad católica y limitación de derechos individuales.
  • Partido Progresista (Espartero): Apoyaba la soberanía nacional, sufragio menos restrictivo, estado aconfesional y más derechos individuales.
  • Unión Liberal (O’Donnell): De centro ideológico, entre moderados y progresistas.
  • Partido Demócrata: Escisión del Progresista, defendía el sufragio universal.

La Década Moderada (1844 – 1854)

Durante este periodo, los moderados, liderados principalmente por Narváez, gobernaron de manera continua. Se promulgaron importantes leyes y la Constitución de 1845, destacando:

  • Soberanía compartida y confesionalidad del Estado
  • Derechos individuales, aunque limitados por leyes posteriores.
  • Parlamento bicameral con un Congreso elegido por sufragio restringido y un Senado nombrado por el Rey.

Sistema Político Conservador

  • Limitación de derechos individuales: Ley Electoral restringida al 1% y Ley de Imprenta con censura.
  • Orden Público: Creación de la Guardia Civil (1845)
  • Influencia de la Iglesia: Concordato de 1851, que garantizaba apoyo económico a la Iglesia a cambio de su respaldo al régimen.

Centralización y Unificación Legal

  • Control Administrativo: La Corona nombraba a los gobernadores provinciales y a los alcaldes de grandes poblaciones.
  • Reforma de la Hacienda: Sistema único de impuestos directos e indirectos.
  • Unificación Jurídica: Aprobación del Código Civil y Penal.

Final del Gobierno Moderado

  • Segunda Guerra Carlista (1846-1849): Conflicto por medidas centralizadoras y planes matrimoniales de Isabel II.
  • Oposición Política: Formación del Partido Demócrata (1849) y el Partido Republicano.
  • Malestar General: Autoritarismo, crisis económica y corrupción llevaron a la Vicalvarada (1854) y al Manifiesto del Manzanares, que pusieron fin a la Década Moderada.

La Evolución Política del Sexenio Democrático (1868-1874)

El Pacto de Ostende y la Revolución Gloriosa

En 1868, Isabel II perdió apoyo político debido a la exclusión de los progresistas, la muerte de O’Donnell, la crisis económica y escándalos financieros. Protestas como la revuelta de la Noche de San Daniel (1865) y la Sublevación de los Sargentos del Cuartel de San Gil (1866) reflejaron el descontento. Tras la muerte de O’Donnell en 1867, el general Serrano, su sucesor en la Unión Liberal, se unió al Pacto de Ostende (1866), impulsado por el general Prim y firmado por progresistas y demócratas.

La Revolución Gloriosa

En septiembre de 1868, el pronunciamiento de la flota en Cádiz por el almirante Topete, junto con Prim y Serrano, inició la revolución. El Manifiesto «España con honra» llamó a la organización de juntas locales, convirtiendo el pronunciamiento en una revolución popular. Isabel II se exilió en Francia tras la derrota en Alcolea, comenzando el Sexenio Democrático (1868-1874).

El Gobierno Provisional y la Constitución de 1869

Tras la huida de Isabel II, se formó un Gobierno Provisional presidido por Serrano y compuesto por progresistas, unionistas y demócratas. Este disolvió las juntas locales y convocó elecciones a Cortes constituyentes mediante sufragio universal masculino, ganadas por la coalición gobernante. Los republicanos obtuvieron representación significativa. Las Cortes redactaron la Constitución de 1869, estableciendo un régimen democrático con:

  • Soberanía nacional: en la nación, no en el rey.
  • Aconfesionalidad del Estado: libertad de culto.
  • Derechos individuales: sufragio universal masculino, libre asociación y reunión, y libertad de enseñanza.
  • Monarquía parlamentaria: limitación del poder de la Corona.
  • Poder legislativo bicameral: Congreso y Senado.

El Reinado de Amadeo I (1871-1873)

Tras la Constitución, Serrano fue nombrado regente mientras se buscaba un nuevo monarca. Prim y los progresistas eligieron a Amadeo de Saboya, hijo de Víctor Manuel II de Italia. Amadeo I llegó a España poco después del asesinato de Prim. Durante su reinado, respetó la Constitución y actuó como moderador entre los partidos, pero enfrentó numerosos problemas:

  • Falta de apoyos políticos: los progresistas se dividieron tras la muerte de Prim.
  • Oposición política: carlistas, republicanos y monárquicos alfonsinos rechazaron su reinado.
  • Conflictos armados: guerra de Independencia en Cuba y la Tercera Guerra Carlista.
  • Descontento popular: por su origen extranjero y políticas religiosas.
  • Movimiento obrero: ganó fuerza gracias a la libertad de asociación.

Amadeo I abdicó en febrero de 1873 debido a la falta de apoyo.

La Primera República (1873-1874)

Proclamada tras la abdicación de Amadeo I, votada por republicanos y radicales de Ruiz Zorrilla. Enfrentó grandes dificultades:

  • División de republicanos: federalistas vs. unitarios.
  • Oposición política: carlistas, alfonsinos y progresistas constitucionalistas.
  • Conflictos armados: Tercera Guerra Carlista, guerra en Cuba y movimiento cantonal.
  • Expectativas populares: revolución social, reparto de tierras y mejoras laborales.
  • Falta de apoyo internacional: reconocida solo por EE.UU. y Suiza.

Gobiernos Republicanos

  • Estanislao Figueras: convocó elecciones constituyentes.
  • Francisco Pi y Margall: redactó la Constitución de 1873, dividió a los federales y dimitió.
  • Nicolás Salmerón: enfrentó la insurrección cantonal, dimitió por no firmar penas de muerte.
  • Emilio Castelar: buscó estabilizar la república, acusado de autoritarismo y cesado.

Fin de la Primera República

En enero de 1874, el general Pavía disolvió las Cortes, manteniendo la república bajo un gobierno militar autoritario liderado por Serrano. La restauración borbónica se consolidó en diciembre de 1874 con Alfonso XII como nuevo monarca.

Oposición Política al Régimen de la Restauración en España

Durante el periodo de la Restauración en España, caracterizado por la alternancia pacífica de los partidos Conservador y Liberal, surgieron diversas fuerzas de oposición que cuestionaban el sistema político establecido. A pesar de la diversidad de movimientos opositores, ninguno logró consolidarse como una alternativa sólida debido a divisiones internas y conflictos ideológicos. Las principales fuerzas de oposición fueron las siguientes:

  • Carlismo: Aunque derrotado en la Tercera Guerra Carlista, el carlismo persistió como un movimiento marginal, especialmente en Navarra y el País Vasco.
  • Republicanismo: Defendiendo valores como el sufragio universal y el laicismo, el republicanismo mantuvo influencia entre sectores ilustrados de la clase media y las clases obreras. Sin embargo, la división entre federalistas y centralistas limitó su impacto político.
  • Movimiento Obrero: Dividido en corrientes marxistas y anarquistas, el movimiento obrero en España se organizó a través del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y organizaciones anarquistas como la CNT. A pesar de su lucha por mejorar las condiciones laborales, el movimiento obrero enfrentó obstáculos como el falseamiento electoral y la falta de representación en las Cortes.
  • Regionalismo y Nacionalismo: En regiones como Cataluña y el País Vasco, surgieron movimientos nacionalistas en respuesta a la centralización política impuesta por la Restauración. Estos movimientos buscaban autonomía e independencia, apoyándose inicialmente en clases medias y populares. Destacan el Catalanismo, con su enfoque autonomista, y el Nacionalismo Vasco, liderado por el PNV y basado en la defensa de la identidad étnica vasca.

En resumen, la oposición política al régimen de la Restauración en España reflejó la diversidad de fuerzas y demandas que desafiaban la estabilidad política del país durante ese periodo.

Regionalismo en Galicia durante la Restauración

En Galicia, el regionalismo tuvo sus comienzos en una minoría intelectual, en el movimiento cultural del Rexurdimiento, con figuras destacadas como Rosalía de Castro y Manuel Murguía, representantes de un liberalismo progresista. Paralelamente, surgió una corriente conservadora y tradicionalista, heredera del carlismo, liderada por Alfredo Brañas. El regionalismo gallego no se consolidó hasta el final de la dictadura de Primo de Rivera, con la creación de la Organización Republicana Gallega Autonomista (ORGA).

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