La Crisis de 1808 y el Inicio de la Guerra
Contexto Histórico
La crisis de 1808 en España se caracterizó por una grave situación económica, política y social. El aumento de los precios, el colapso del comercio exterior tras la derrota en Trafalgar, el endeudamiento del Estado por las guerras y la impopularidad de Carlos IV y Godoy crearon un ambiente de descontento. Surgieron grupos de oposición, liderados por el príncipe Fernando, que formaron el partido Fernandino.
Tratado de Fontainebleau y el Motín de Aranjuez
El Tratado de Fontainebleau (27 de octubre de 1807), firmado por Godoy y Napoleón, permitía al ejército francés atravesar España para ocupar Portugal y bloquear a Inglaterra. Sin embargo, Napoleón tenía la intención de invadir España y comenzó a ocupar territorios estratégicos. El Motín de Aranjuez (marzo de 1808), un asalto popular al palacio de Godoy instigado por los Fernandinos, forzó la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en favor de su hijo Fernando.
Abdicaciones de Bayona y el 2 de Mayo
Las Abdicaciones de Bayona (mayo de 1808) significaron la renuncia al trono de Carlos IV y Fernando VII en favor de Napoleón, quien entregó la corona española a su hermano José Bonaparte (José I). Algunos privilegiados y Fernandinos aceptaron el nuevo gobierno. El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se levantó contra la invasión francesa. La represión de Murat a la rebelión popular desencadenó la Guerra de la Independencia.
La Guerra de la Independencia (1808-1814)
Desarrollo del Conflicto
La Guerra de la Independencia fue una guerra nacional contra el dominio francés. El ejército francés contaba con el apoyo de los afrancesados, quienes veían en la invasión una oportunidad para modernizar España. El ejército y el pueblo español, en nombre de Fernando VII, lucharon con el apoyo de unidades portuguesas y las guerrillas. Destacaron figuras como Palafox en Zaragoza y Castaños en la batalla de Bailén.
Factores Ideológicos
- Liberales: Buscaban establecer una monarquía constitucional.
- Absolutistas: Deseaban la restauración de Fernando VII y el absolutismo.
Fases de la Guerra
- Hasta noviembre de 1808: Reacción generalizada contra la invasión. Victoria española en Bailén. José I se traslada a Vitoria.
- De noviembre de 1808 a enero de 1812: Napoleón lidera las tropas francesas. Auge de las guerrillas. Inglaterra se une a la guerra del lado español.
- Enero de 1812 a agosto de 1813: Victorias españolas e inglesas en Arapiles, Vitoria y San Marcial.
Tratado de Valençay y Consecuencias
El Tratado de Valençay (1813) restituyó el trono a Fernando VII y las tropas francesas abandonaron España en 1814. La guerra dejó graves consecuencias: pérdidas humanas (5% de la población), destrucción de infraestructuras, ciudades, agricultura, industrias y patrimonio cultural.
La Revolución Liberal
El Estatuto de Bayona
Durante el reinado de José I se elaboró el Estatuto de Bayona, una carta otorgada con principios liberales que buscaba desmantelar el Antiguo Régimen. Algunas de sus medidas fueron:
- Igualdad ante la ley.
- Desamortización de bienes de la Iglesia y la nobleza.
- Abolición de los señoríos jurisdiccionales.
- Disolución de la Inquisición.
Las Juntas y las Cortes de Cádiz
Mientras José I contaba con el apoyo de los afrancesados, la mayoría de los españoles lo consideraba ilegítimo y crearon las Juntas para ejercer la soberanía nacional. Estas juntas, organizadas a nivel local y provincial, se coordinaron en la Junta Suprema Central, que implementó reformas políticas, sociales y económicas. Las Cortes de Cádiz (1810), elegidas por sufragio universal masculino, se constituyeron como asamblea constituyente. Los liberales lideraron la labor legislativa, reconociendo a Fernando VII como rey, pero estableciendo la soberanía nacional y la división de poderes. En 1812, promulgaron la primera Constitución española.
Composición y Decreto de las Cortes
Las Cortes de Cádiz estaban compuestas por:
- Clero (30%)
- Abogados (20%)
- Funcionarios (20%)
- Nobles (20%)
- Militares (10%)
Los diputados se dividían en liberales, ilustrados y absolutistas. El Decreto de constitución de las Cortes establecía la soberanía nacional, la división de poderes, el poder legislativo de las Cortes y la legitimidad de Fernando VII como rey.