La Iglesia en la Edad Moderna: Reforma, Contrarreforma y Expansión


La Iglesia en la Edad Moderna

La situación de la Iglesia en el siglo XV

En el siglo XV, se hizo evidente la necesidad de una renovación urgente dentro de la Iglesia Católica. Las siguientes circunstancias, vividas en el seno de la Iglesia en aquel tiempo, hacían necesaria esa renovación:

  • Situación de una Iglesia preocupada en exceso por mantener el poder político.
  • Bajo clero escasamente formado y con una vida poco ejemplar.
  • Pueblo cristiano que vivía su fe en el miedo al infierno.

Erasmo de Rotterdam (1469-1536) fue el primer humanista cristiano que propuso cambios en la Iglesia, entre ellos, la traducción de la Biblia a las lenguas vernáculas –lenguas habladas en cada país–.

La Reforma Protestante Luterana

Martín Lutero (1483-1546) es uno de los principales protagonistas del mundo religioso y político en la Edad Moderna. Era un monje agustino alemán, profesor de Sagrada Escritura en la Universidad de Wittenberg.

En 1517 cuelga en el castillo de Wittenberg sus “95 tesis contra las indulgencias”. El motivo de este hecho fue que el Papa León X proclamó una Indulgencia Plenaria cuyos beneficios se destinarían a la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma. Lutero defendía que nadie puede comprar con dinero su salvación ni la gracia. Debido a que Lutero no se retractó del contenido de dichas tesis, el Papa lo excomulgó en 1521.

Lutero defiende las siguientes tesis:

  • La interpretación de la Biblia corresponde a la persona, no al magisterio de la Iglesia.
  • Lo único que salva es la fe en Dios, y no las buenas obras.
  • El culto a los santos y a la Virgen, así como las indulgencias, han de suprimirse.
  • Solo hay dos Sacramentos válidos: el Bautismo y la Eucaristía.
  • La jerarquía no debe tener ningún poder en la Iglesia.

El Calvinismo y la Iglesia Anglicana

El ejemplo separatista de la Reforma Luterana se extiende por Europa en años posteriores:

  • En 1534, Enrique VIII (1491-1547) se separa de la Iglesia Católica al proclamarse jefe de la Iglesia Anglicana. Para esta Iglesia hay cuatro elementos básicos que deben ser entendidos desde un triple criterio –Escritura, Tradición y Razón– para discernir la fe y el comportamiento ético del cristiano:
    • La Biblia como base de la fe cristiana.
    • El Credo Apostólico y el Niceno como resumen de lo que hay que creer.
    • Bautismo y Eucaristía como medios indispensables de la Gracia de Dios.
    • La sucesión jerárquica basada solo en obispos, presbíteros, diáconos y laicos, prescindiendo de la figura del Papa.
  • El francés Juan Calvino implanta la Reforma Protestante Calvinista en Ginebra (Suiza) (1509-1564). Además de las tesis de Lutero, afirma, sobre todo, la predestinación del ser humano (todos estamos de antemano predestinados por Dios a ser salvados o condenados).

La Contrarreforma

La Reforma Católica o Contrarreforma es la etapa de renovación de la Iglesia Católica durante los siglos XVI y XVII. Supone una reacción del catolicismo frente a la Reforma Protestante, y su máxima expresión es el Concilio de Trento (1545-1563), convocado por el Papa Pablo III. Dicho concilio se plantea cuatro principios básicos:

  • Frente a los protestantes, que admitían como única autoridad las Escrituras, el concilio afirmó que la Tradición (las interpretaciones de los Padres de la Iglesia, los Papas y los concilios) constituye, con las Escrituras, uno de los fundamentos de la fe, y que el único texto auténtico de la Biblia es la Vulgata, traducción latina de San Jerónimo sobre un texto griego del siglo IV.
  • El concilio confirma y define los dogmas y prácticas rechazadas por los protestantes (presencia real de Cristo en la Eucaristía; salvación del cristiano por medio de su fe, de sus obras y de la gracia de Dios; conservación de los siete Sacramentos, de las indulgencias, y de la veneración de la Virgen María y los Santos, etc.); y fija con rigor la frontera entre la ortodoxia y la herejía.
  • El concilio corrige los abusos y adopta medidas para asegurar a la Iglesia un clero más moral y más instruido (prohibición del matrimonio de los sacerdotes, prohibición de acumular beneficios, obligación de residencia para obispos y párrocos, creación de seminarios para la formación sacerdotal, etc.).
  • Fortifica la jerarquía y, con ello, la unidad católica, al afirmar enérgicamente la supremacía del Papa y su superioridad sobre los concilios.

La Compañía de Jesús

Una de las herramientas fundamentales del concilio fue la Compañía de Jesús –los jesuitas–, fundada en el siglo XVI por Ignacio de Loyola. Se dedicaron a la predicación, la enseñanza y la dirección espiritual de los católicos, y a la evangelización de grandes zonas de Asia y América.

El Tribunal de la Inquisición

Este tribunal se funda por Gregorio IX en 1231. Tiene por misión la búsqueda de los herejes a través de la colaboración del poder civil y religioso (dominicos y franciscanos) y en dependencia directa del Papa.

Los métodos que utilizaron para perseguir a los que eran considerados herejes llegaron a ser muy violentos, llegando incluso a la pena de muerte. En España fue muy significativa la persecución de los judíos durante varios siglos y su posterior expulsión de España a finales del siglo XV.

Resulta difícil explicar cómo, en nombre de la Iglesia, se pudieron practicar estas acciones. No obstante, y aunque no pueda servir de justificación, hay que tener en cuenta la mentalidad de aquellas personas que consideraban la fe católica como el máximo bien, y la herejía como el peor de los delitos.

La Evangelización del Mundo

Los descubrimientos geográficos de los siglos XV y XVI ofrecieron la oportunidad de iniciar un proceso de expansión misionera y evangelización universal. Los Reyes de España y Portugal prometieron al Papa la evangelización de las tierras descubiertas. Sin embargo, la Iglesia en estas nuevas tierras se encontró con el problema de que los gobiernos intentaban explotar a los nativos, con lo que la evangelización se hacía difícil. Además, existían los problemas de las grandes distancias, lengua y cultura muy diferentes a las europeas.

Respecto a la valoración que se hace de la labor de la Iglesia en los pueblos indígenas:

  • Por un lado, como aspecto negativo: una manera impositiva de evangelizar, destruyendo todo signo cultural y religioso de los pueblos indígenas.
  • Por otro lado, como aspecto positivo: la labor de misioneros que denunciaron las prácticas abusivas de los colonizadores –como Bartolomé de las Casas– o que propusieron formas de evangelización respetuosas y de promoción con los indígenas –como las Reducciones de los jesuitas–.

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