Época y movimiento literario
El siglo XVIII ha sido llamado Siglo de las Luces porque la luz de la razón intenta acabar con las supersticiones, la ignorancia y el oscurantismo de los siglos anteriores. Y fue gracias a la Ilustración que abarcaba corrientes filosóficas, político-sociales, artísticas y científicas diferentes, desde el racionalismo y el empirismo hasta el liberalismo y así enfrenter las primeras frases. La Ilustración adquirió su forma definitiva en Francia, de donde se extendió al resto de Europa y a América. Influyó decisivamente en la independencia de Estados Unidos en 1776 y en la Revolución francesa en 1789. También se caracterizó por discutir dialécticamente sobre lo sagrado, tema tabú hasta entonces sobre el que no cabía debate. Los escritores, pensadores y científicos empezaron a cuestionar las costumbres tradicionales y a defender nuevas ideas: tolerancia, igualdad, libertad, democracias, las creencias, los dogmas y axiomas, hasta entonces incuestionables, fueron debatidos. Se pedía verificar las afirmaciones en lugar de imponerlas por la fuerza o por el peso de la tradición. En política, los filósofos se opusieron a la monarquía absoluta, simbolizada por el Rey Sol francés, Luis XIV, que dijo la famosa frase “El Estado soy yo”, y defendieron nuevas formas de gobierno como el Despotismo ilustrado, con su lema “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo” o la Monarquía parlamentaria, sustentada en el principio “El Rey reina, pero no gobierna” y con un Parlamento que representaba a la Nación. A finales del siglo XVIII, en 1789, con la Revolución francesa y su lema, “Liberté, égalité fraternité”, termina la Edad Moderna y comienza la Edad Contemporánea, en la que aún vivimos. Los principios de separación de poderes, democracia, derechos humanos, soberanía nacional…, se convierten en ciencia y tecnología, la razón se aplica a la investigación, dando como resultado un gran progreso científico-tecnológico. Los numerosos adelantos técnicos preparan el camino hacia la era industrial, que estallará en el siglo siguiente. Los ilustrados y filósofos del XVIII tienen un nuevo talante, nuevas convicciones y nuevas metodologías de trabajo.
Ideas filosóficas de la Ilustración
Entre las ideas filosóficas que inspiran la Ilustración hallamos las siguientes:
- La razón tiene una función crítica, es un elemento transformador de la sociedad. De ahí la gran importancia de la educación.
- Los nuevos planteamientos políticos y económicos atacan las bases del Antiguo Régimen.
- Se concede gran importancia a la experiencia, a la observación propia del empirismo.
- El filósofo necesita ver y observar, experimentar. La actitud activa de descubrimiento-análisis-verificación se impone en la filosofía y la ciencia.
- Derecho a la felicidad que solo puede residir en la armonía. Se considera imprescindible la dimensión social.
- Los hombres tienen necesidad los unos de los otros. En consecuencia, florecen la teoría política, los estudios sociales y antropológicos.
- El ilustrado debe ser hombre de acción, participa en los problemas de la sociedad, lucha por el cambio.
- Se impone una fuerte moral de la utilidad, consecuencia de la ingente cantidad de reformas pendientes. El utilitarismo se convierte en principio de referencia en política y arte.
Por todo anteriormente nombrado se les tachó de revolucionarios hasta el punto de perseguirlos y censurarlos por los más poderosos.
Géneros literarios en la Ilustración
Por lo que respecta a los géneros literarios, los ilustrados no aprecian la poesía, que expresa sentimientos irracionales, emociones. De la novela critican su inverosimilitud, así que prefieren las narraciones que tienen forma de memorias o de cartas, y las llamadas novelas de educación, con finalidad didáctica o moralizante. En el teatro tenían puestas sus esperanzas, por su capacidad para representar la realidad y educar al pueblo, dado que era el gran espectáculo de masas en el siglo XVIII. Sin embargo, los resultados obtenidos por el teatro neoclásico fueron más bien mediocres. Pero sin duda, el género literario preferido por los ilustrados era el ensayo, porque podía tratar todo tipo de contenidos, favorecía el análisis y daba cabida al espíritu crítico. En el siglo XVIII, florece enormemente la prosa ensayística, hasta entonces muy relegada, frente a los otros géneros. La obra ensayística más importante de la Ilustración es, sin duda, la Enciclopedia francesa, foco difusor de las nuevas ideas neoclásicas. La primera Enciclopedia fue editada entre 1751 y 1772, en Francia. Pronto se convirtió en un símbolo del cambio. El primer volumen (1751) causó un enorme revuelo. La obra entró en la lista de libros prohibidos en 1759 y se retiró a los impresores el permiso de edición. A pesar de ello, se siguió elaborando hasta 1772, en diecisiete volúmenes. La Enciclopedia atacó las bases del Antiguo Régimen (la Monarquía y la Iglesia, especialmente) y difundió ideas que sirven de fundamento a la Edad Contemporánea: aconfesionalidad del Estado, separación de poderes, ciudadanía frente a servidumbre, libertad política, democracia, soberanía del pueblo.