12.3. LA INTEGRACIÓN DE ESPAÑA EN EUROPA. CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES. LA MODERNIZACIÓN DE LAS INFRAESTRUCTURAS. EL PROGRAMA DE CONVERGENCIA Y LA CREACIÓN DEL EURO. España pidió su ingreso en 1962 pero debido a su régimen le dieron alargas; en 1970 se firmó entre la CEE y España un Acuerdo Preferencial por el cual se intercambiaban ventas comerciales. Restablecida la democracia se iniciaron conversaciones para la integración plena entre 1977-1985, pero las presiones francesas aplazarán la entrada española. En 1978 España fue admitida en el Consejo de Europa, indispensable para su integración en la CEE. Se retoman las negociaciones acompañadas de las exigencias alemanas que pedían la integración en la OTAN y de Gran Bretaña que pedía la apertura de la frontera de Gibraltar.
El ingreso se preparó en una primera etapa del gobierno socialista en la que predominó el reajuste económico. El objetivo era atajar la crisis y preparar a España para su ingreso. Se adoptaron medidas para paliar la inflación, aunque el paro siguió creciendo, se emprendió un proceso de reconversión industrial que tuvo un enorme coste social. A cambio de su ingreso, España tuvo que hacer grandes concesiones económicas, reduciendo su producción agropecuaria hasta alcanzar unos cupos establecidos; pero obtuvo ventajas políticas y económicas. En 1985 España y Portugal firmaron el TRATADO DE ADHESIÓN con efectividad para el 1 de enero de 1986. En 1987 entró en vigor el Acta Única, por ella surge la CE, sus fines eran la intensificación de la cooperación política, la libre circulación de personas, bienes y servicios y la creación de un Sistema Monetario Europeo en el que se integró la peseta. Se firmó el Tratado de Maastricht que dio origen a la UE.
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
La integración en la CEE ha supuesto:
- La libre circulación de personas, mercancías, servicios y capitales por los países miembros.
- El impulso tecnológico para hacer las empresas más competitivas.
- La solidaridad y cohesión entre los países ricos y más pobres de la unión, muestra de ello son los fondos europeos.
A NIVEL ECONÓMICO, durante los primeros 25 años España ha recibido de Europa el doble de dinero de lo que aportamos. A cambio, nuestro país aporta a la UE el porcentaje obligado, del 1,24% de su PIB, pero tras el espectacular crecimiento español de las últimas décadas y la entrada de los países del Este, se ha ido reduciendo el dinero de los fondos comunitarios destinados a nuestro país y la Agenda 2000 suprime los fondos de cohesión para las regiones que se sitúen por encima del 75% de la media europea, Extremadura, Andalucía y Melilla al situarse por debajo de la media seguirán beneficiándose. Desde 2014 España se ha convertido en contribuyente neto.
El sector primario se modernizó, las aportaciones al FEOGA ha mantenido a la agricultura y ganadería española, hasta el punto de que la cuarta parte de los ingresos de los agricultores españoles proviene de las ayudas de la Unión. Entre los aspectos negativos, determinados productos, la remolacha y el azúcar no son competitivos, el aceite de oliva ha visto reducidas sus ayudas, y la UE fomenta el abandono de explotaciones menos competitivas. El sector secundario sufrió la reconversión industrial y el sector naval. En el sector terciario, el comercio ha crecido pero permanece, el déficit de la balanza comercial.
EN EL TERRENO SOCIAL
La incorporación a Europa colaboró a la modernización social de España. Y también a la creación de un Estado del bienestar con un aumento de las prestaciones sociales, la universalización de la sanidad y la educación. En 1986, los españoles existentes contaban con una esperanza de vida de 76,4 años; hoy la esperanza de vida es de 83,2 años. Por otra parte, la condición de ciudadano europeo supone la libre circulación y residencia, igualdad de oportunidades, sobre todo de cara a un mercado laboral, la no discriminación por motivos de sexo, raza, religión, discapacidad, edad u orientación sexual y el derecho al acceso a la función pública en las instituciones de la UE (Consejo Europeo, Consejo de Ministros, Tribunal de Justicia, Comisión Europea, y Parlamento Europeo) que mantiene programas de cooperación educativa que facilita contactos y el trabajo continuo de alumnos y profesores europeos. Políticamente, la UE cada vez más actúa como un solo país.
LA MODERNIZACIÓN DE INFRAESTRUCTURAS
Los fondos estructurales, han financiado cerca del 50% de las obras públicas y la modernización de las redes de distribución de pueblos y ciudades. Europa ha contribuido a los 2500 Km de AVE, a la modernización de los aeropuertos como el aeropuerto de La Palma, a la construcción de la T4 de Madrid y a la ampliación del Prat de Barcelona. Desde Europa se potencia el desarrollo de infraestructuras a nivel local, las de conexión a los ejes urbanos europeos y la cooperación entre las ciudades comunitarias. Recientemente la Comisión Europea ha propuesto apoyar con dinero los proyectos de infraestructura de transporte en España.
EL PROGRAMA DE CONVERGENCIA Y LA CREACIÓN DEL EURO
El Tratado de la Unión Europea o Tratado de Maastricht le da a la UE una vocación de unidad política. En él se introducen las novedades:
- Reconocimiento de una Ciudadanía europea.
- Búsqueda de la cohesión económico-social de las regiones y países comunitarios regulados por los Fondos de Cohesión.
- La creación de la Unión Económica y Monetaria que se realizaría en tres fases: 1- Entre 1990-1993 se produce la plena liberalización de la circulación de capitales. 2. De 1994 a 1 1999. Se establecen los “criterios de convergencia” con el objetivo de reducir la inflación, los tipos de interés, el control del déficit y de la deuda pública. 3. A partir del 1 de enero de 1999, se crea el Euro y el establecimiento de un Banco Central Europeo. Para entrar en la moneda única España tuvo que recortar presupuestos ajustar, salarios y privatizar empresas públicas. En 2002 entró en circulación el EURO que rebajó los costes del comercio pero provocó un aumento de la inflación al equiparar los precios con los de la UE, la coordinación de la economía nacional con la de la Unión es prácticamente total. El euro puso fin al coste del cambio de monedas, facilitó los intercambios comerciales, potenciando la competencia y manteniendo bajos los precios de los productos de consumo. Desde el punto de vista estratégico promovía la convergencia económica, de las economías de la eurozona, potenciando la libre circulación de mercancías y servicios para el comercio, de capital para las inversiones y de personas para el trabajo y el ocio. A nivel mundial, se presenta como una divisa estable, más resistente a las turbulencias mundiales, atrayendo inversiones extranjeras directas del resto del mundo.