La poesía era subjetiva, pues el poeta ya no es mero narrador de hazañas de otros sino que se toma a sí mismo como motivo de su canto. La lírica muchas veces era poesía cantada con acompañamiento musical. Va dirigida ante todo al hombre individual. La lírica surge sobre el siglo VII a.C., en un momento de profundos cambios sociales y literarios. En la Helade se están afianzando los regímenes aristocráticos, el ascenso de una clase enriquecida con la artesanía y comercio, duras condiciones de la vida del campesinado, provocarán conflictos sociales que desembocaron en tiranía. Se circunscribe sobre todo el periodo arcaico. Fue una poesía que se desarrolló en el ambiente de los «agones». El mito pierde gran parte de su importancia llegando incluso a desaparecer poesía esencialmente cantada y con acompañamiento musical. Los principales instrumentos musicales usados por los griegos para acompañar sus composiciones fueron la cítara y la flauta. Se abandonó el hexámetro dactílico de la épica, surgiendo nuevos sinos de versos, pies. La lírica evitaba los poemas formados por largas tiradas de versos iguales.
Lírica monódica y lírica coral
La lírica se divide en dos tipos: la lírica monódica, cantada por una sola persona; y la lírica coral, ejecutada por un coro. La temática es diversa, generalmente seria y acompañada de flauta. Se componía en dialecto jónico-ático. De sus representantes podemos destacar a Solón y Anacreonte.
Lírica monódica
Yambo: De contenido burlesco y satírico, se componía en dialecto jónico-ático. Su representante más destacado fue Arquíloco. Poesía mélica: Canta sobre todo el amor, el vino y las mujeres; es la canción de banquete por excelencia. El dialecto en el que se compone es el eolio sobre todo. Su principal representante fue la poetisa Safo y Anacreonte.
Lírica coral
Era interpretada por un coro. La lengua utilizada fue el dórico, y entre sus géneros podemos destacar: Himno, canto ritual dirigido a una divinidad; «peán», dirigido a Apolo, y el «ditirambo», dirigido a Dioniso. Cantos dedicados a los hombres, entre los que se pueden señalar el «encomio» y el «epinicio». De entre los poetas corales, podemos destacar a Píndaro y Alcman.
Elegía y poesía mélica
La elegía, representada por Solón, fue utilizada como arma política, sobre todo en defensa de la reforma constitucional. Anacreonte, por su parte, cantó el amor y las placeres cotidianos. Arquíloco, poeta y mercenario, abordó temas como la guerra, el odio, el vino y los dioses. Safo, conocida por sus epitalamios, centró su poesía en el amor, dirigido muchas veces a otras mujeres integrantes de su «círculo».
Lírica coral: Píndaro
Su obra surgió en el entorno de los múltiples juegos atléticos griegos. Nació en una pequeña aldea cerca de Tebas, en el seno de una familia aristocrática. Su obra fue agrupada por los filólogos alejandrinos en diecisiete libros de Epinicios, organizados según los juegos atléticos para los que fueron escritos: Olímpicas, Píticas, Nemeas e Itsmicas. A pesar de la heterogeneidad de su obra, es fácil descubrir la visión del mundo del autor, defensor de los ideales aristocráticos. Por todo ello, es también un hombre anclado en el pasado.