Tema 11. Los textos literarios
1. LA FICCION
Con la idea de ficción se pretende definir la relación, que la literatura mantiene con la realidad. La obra literaria es una invención, producto de la imaginación de su autor. A causa de su imaginación, no se puede decir que el mundo representado en la obra, sea verdadero o falso. Durante la lectura establecemos un acuerdo, un pacto con la obra y aceptamos que la literatura habla de entidades que no requieren confirmación ni demostración fuera de los límites de la literatura misma. El criterio que rige la creación literaria es, la verosimilitud, es decir, tiene que contar las cosas de un modo que resulte coherente, aceptable y creíble en sus propios términos.
2. EL LENGUAJE LITERARIO
Desde el punto de vista lingüístico, la obra literaria se caracteriza por su elaboración y complejidad.
Lo habitual es que presenten un lenguaje especialmente cuidado, como en el caso de la poesía. Una corriente del siglo XX, el Formalismo ruso, ha definido esta particularidad como extrañamiento.
El texto llama la atención del lector sobre su propia forma compleja, obliga a mirar con ojos nuevos, de un modo distinto a como vemos habitualmente las demás cosas. Los usos expresivos del lenguaje no son exclusivos de la literatura. No es extraño que los lemas publicitarios recurran a la rima, por ejemplo.
3. LOS VALORES DE LA LITERATURA
Otro aspecto destacable en las definiciones de literatura es que se trata de un discurso que carece de finalidad práctica.
No busca un beneficio específico en las obras, sino un placer desinteresado. Para la creación literaria más reciente, esta idea puede ser válida pero desde una perspectiva histórica, el carácter no práctico de la literatura resulta discutible.
4. LA LITERATURA COMO FENOMENO COMUNICATIVO
El objetivo fundamental de la literatura es la comunicación. La obra es el lugar de encuentro entre un emisor (el autor) y un receptor (el lector) que entablan un contacto comunicativo caracterizado por la falta de contacto directo entre ambos. Podemos considerar que cada lector podrá entender la obra de una manera diversa según su formación, experiencia y circunstancias del encuentro con la misma.
5. AUTONOMIA E HISTORICIDAD DE LA OBRA LITERARIA
Los rasgos particulares de la comunicación literaria dejan al mensaje en soledad, a la espera de un lector que decida completar el proceso comunicativo. Los textos literarios son realidades históricas vinculadas a un tiempo concreto, pero también pueden ser considerados objetos autónomos, que contienen su propio contexto y se explican ellos mismos. Para explicar las circunstancias que permitan entender el contexto histórico lo normal es que exista un mediador que facilita al lector, las informaciones necesarias para una comprensión del mismo.
6. LA TRADICION LITERARIA
El conjunto de la creación literaria del pasado recibe el nombre de tradición. Una obra recién creada ocupa de inmediato el lugar en ese orden previo y con ello altera la fisonomía de todo el sistema.
7. LOS GENEROS LITERARIOS.
En literatura hay esquemas que seguir: una novela o una pieza teatral deben adaptarse a ciertas normas referidas a su estructura, lenguaje e incluso a su tema. El conjunto de esos requisitos son la superestructura o microestructura textual.
Esa superestructura es lo que clásicamente se llama género literario, que es, un molde formal que el autor adopta para verter su mensaje artístico. La antiquísima tradición ha ido conformando las reglas de cada género. Por ejemplo: la Narrativa se suele expresar en prosa y se dispone en un orden interno de planteamiento, nudo y desenlace. Nadie ha creado estos moldes, los propios creadores los han ido forjando según el talante creativo individual:
Antes incluso de saber de qué se va a hablar, uno tiene ya una actitud especial que le inclina a hablar íntimamente (Lirica), a contar historias ajenas enmarcadas en un ambiente (Épica o Narración)… Si la actitud inicial es la de máxima subjetividad o intimismo, con un ritmo propio de fluir pautado, estamos ante la Lirica, la más antigua de las manifestaciones literarias. Su rasgo formal más característico es un mayor ritmo marcado por la métrica. Es el más expresivo de los mensajes literarios, en el que más se aprecia la capacidad metalingüística de la literatura, el dominio poético y abundancia de figuras retoricas. Si el autor prefiere ocultarse tras una voz diferente y crear historias ajenas ambientadas en un tiempo y espacio determinados, estamos ante la Narrativa, llamada antiguamente Épica.
Su principal rasgo es el uso de la prosa y un narrador.
Y si eliminamos la voz narradora y los hechos y personajes aparecen directamente ante el receptor buscando su reacción, es la Dramática o Teatro, la forma más colectiva y compleja (escenografía, música, vestuario…). Se caracteriza por su permanente dialogo.
8. LAS FIGURAS RETORICAS
Son formas especiales de utilizar nuestra lengua aprovechando la riqueza que ella ofrece en cuanto a significados, sonidos, gramática o ritmos. Un texto literario, lo es al comprender y explicar como un mecanismo de este tipo se ha puesto al servicio de un contenido para realzarlo. De todas ellas, la más representativa es la Metáfora, porque supone imaginación, ver con la imaginación lo que no existe en el mundo objetivo. A través de la metáfora se ponen en relación dos entidades que mantienen algún tipo de relación, utilizando una para designar a la otra.