La Monarquía Hispánica en la Edad Moderna: Reyes Católicos y Austrias


Los Reyes Católicos: Unión Dinástica e Instituciones de Gobierno

Enrique IV de Castilla nombró heredera a su hermana Isabel en el Tratado de los Toros de Guisando (1468) y al morir, Isabel se proclamó reina. Después Alfonso V de Portugal invadió Castilla y reivindicó esta corona para Juana la Beltraneja (hija de Enrique IV). Comenzó la guerra civil por la sucesión al trono en la Corona de Castilla. Finalmente, las tropas de Isabel vencieron en la batalla de Toro y en 1479 se firmó el Tratado de Alcaçovas con Portugal, reconociendo así a Isabel como reina.

Fernando II sucedió a su padre Juan II en el trono de Aragón. Las dos grandes coronas hispanas quedaron unidas por el matrimonio de los ya conocidos Reyes Católicos. La unión dinástica quedó consolidada en la Concordia de Segovia tras proclamarse reina Isabel, y cada reino conservó sus propias leyes e instituciones.

Los Reyes Católicos establecieron una monarquía autoritaria con varias instituciones:

  • El Consejo Real: órgano de gobierno más importante.
  • Las Cortes: apenas fueron convocadas, pero se crearon consejos especializados en diferentes asuntos (la Inquisición, el de Órdenes, el de Aragón o el de la Hermandad).

En la justicia, en la Corona de Castilla se establecieron dos Chancillerías (Valladolid y Granada) y dos Audiencias (Santiago y Sevilla). En la Corona de Aragón se creó una Audiencia en cada uno de los tres reinos con Cortes.

Otros aspectos que sentaron las bases del estado moderno:

  • Control del poder de la nobleza, de las Órdenes Militares y de la Iglesia.
  • Creación de la Liga de la Santa Hermandad.
  • Formación de un ejército permanente.

El Significado de 1492: La Guerra de Granada y el Descubrimiento de América

1492 es clave para entender la historia peninsular posterior debido a tres acontecimientos: la Conquista del reino nazarí de Granada, la expulsión de los judíos y el descubrimiento de América.

La conquista del reino nazarí de Granada fue una guerra que se prolongó durante diez años (1482-1492). Fueron fundamentales las guerras internas entre la nobleza y la familia real. El emir Boabdil negoció en secreto la rendición y firmó varias capitulaciones; sin embargo, el cardenal Cisneros dejó de respetarlas y obligó a los mudéjares a convertirse al cristianismo o a abandonar Castilla. Finalmente los Reyes Católicos tomaron la Alhambra y culminaron la Reconquista.

Los Reyes Católicos perseguían la unificación religiosa del territorio y por ello se decretó la expulsión de los judíos, lo que se cobraría importantes consecuencias demográficas, económicas y sociales.

Las crecientes dificultades para llegar a Asia por el Mediterráneo obligaron a Portugal y Castilla a iniciar la exploración del Atlántico con dos objetivos: encontrar nuevas fuentes de metales preciosos y descubrir nuevas rutas alternativas por el Atlántico. Los Reyes Católicos apoyaron el proyecto de Cristóbal Colón, que quería llegar a la India navegando hacia el oeste, firmando las Capitulaciones de Santa Fe. Colón partió del Puerto de Palos y el 12 de octubre arribó en las Antillas, a la que denominó San Salvador. Ante el éxito de la expedición, realizó tres viajes más entre 1493 y 1504. Las disputas entre Portugal y Castilla por la propiedad de las nuevas tierras se resolvieron en el Tratado de Tordesillas (1494), por el que Portugal se quedaba con las tierras situadas al este (costa africana y Brasil) y Castilla con las del oeste (resto de América).

El Imperio de los Austrias: España bajo Carlos I (1516-1556). Política Interior y Conflictos Europeos

Carlos I (1516-1556), hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, recibió una gran herencia territorial:

  • De los Reyes Católicos heredó la Corona de Castilla y Aragón, el reino de Nápoles y las colonias en América.
  • De María de Borgoña (abuela paterna) heredó los Países Bajos y el Franco Condado.
  • Tras la muerte del emperador Maximiliano I (abuelo paterno), recibió territorios de Austria.

En 1519 fue elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V.

Carlos I tuvo que hacer frente a dos conflictos internos:

  • La revuelta de las Comunidades de Castilla (1520-1522) en la que se reclamaba el regreso de Carlos I a España, expulsión de los extranjeros de los cargos políticos, mayor protagonismo en las Cortes, reducción de impuestos y gastos de la Corte.
  • Las Germanías de Valencia y Mallorca (1519-1521) fueron una rebelión antiseñorial que se produjo debido a la crisis económica y al descontento de gremios de artesanos y comerciantes que querían la reducción de privilegios de la nobleza, pero fueron reprimidos.

Todos los conflictos europeos fueron consecuencia de las pretensiones imperiales y religiosas de Carlos I:

  • Se produjeron cuatro guerras con Francia en Italia (1521-1544) que confirmaron la supremacía de Carlos I y la incorporación del Milanesado.
  • La lucha contra los turcos fue una de las misiones fundamentales del rey para la defensa de la Cristiandad frente a la amenaza islámica.
  • Finalmente, los conflictos religiosos en el Imperio Germánico contra los protestantes se resolvieron con la Paz de Augsburgo (1555).

Monarquía Hispánica de Felipe II (1556-1598). Gobierno y Administración. Problemas Internos. Guerras y Sublevación en Europa

Felipe II (1556-1598) heredó de su padre Carlos I todos los territorios menos los de Austria y Alemania. Tras la muerte sin descendencia del rey de Portugal, forzó su designación como rey de este país, con lo que la monarquía hispánica logró su máxima extensión. Su política interior se apoyó en dos bases: el poder absoluto de la monarquía y la defensa a ultranza de la ortodoxia católica.

Los Austrias desarrollaron un sistema polisinodial de gobierno porque éste se ejercía a través de sínodos o consejos. Felipe II realizó modificaciones a este modelo, que al final presentaba la siguiente estructura:

  • Un Consejo de Estado, presidido por el rey.
  • Consejos territoriales.
  • Consejos técnicos.

Entre los conflictos internos, destacaron:

  • La rebelión de las Alpujarras (1568-1570), en la que los moriscos se rebelaron y se decretó la dispersión por toda Castilla de los moriscos granadinos.
  • Las alteraciones de Aragón (1590-1592), conflicto que se desencadenó por la traición de Antonio Pérez.

Felipe II mantuvo guerras en varios países europeos:

  • Tras la batalla de San Quintín (1557), Francia firmó con España la Paz de Cateau-Cambresis (1559).
  • La sublevación de los Países Bajos (1568-1648) se desencadenó por el descontento burgués y el calvinismo y no pudo ser sofocada; las Provincias Unidas se independizaron.
  • El rey lanzó una ofensiva contra los turcos (batalla de Lepanto, 1571).
  • En la guerra contra Inglaterra (1585-1604) Felipe II les invadió con la llamada Armada Invencible y acabó con un fracaso de grandes consecuencias.

Exploración y Colonización de América. Consecuencias de los Descubrimientos en España, Europa y América

La conquista del territorio americano se debe a factores como la superioridad técnica y la debilidad de la población indígena. Una expedición dirigida por Magallanes descubrió el paso del océano Atlántico al Pacífico. Destacaron las conquistas del imperio azteca de México al mando de Hernán Cortés (entre 1519 y 1521) y del imperio inca de Perú, por Pizarro y Almagro entre 1531 y 1533. Orellana exploró el Amazonas; Pedro de Valdivia, Chile…

Las prácticas empleadas en la conquista y la colonización que provocaron más polémica fueron:

  • El requerimiento a los indios para que aceptaran la soberanía española si no querían ser sometidos por las armas.
  • La encomienda indiana (repoblación).

Se promulgaron las Leyes de Burgos (1512). Los asuntos americanos se llevaban desde España (Consejo de Indias y la Casa de Contratación de Sevilla) y la organización territorial se dividía en dos virreinatos: el de Nueva España y el del Perú.

La conquista americana tuvo importantes consecuencias políticas, económicas, sociales y culturales:

  • Un fuerte descenso demográfico de la población indígena.
  • Mestizaje.
  • Modernización de las infraestructuras y modos de vida.

Para España, la colonización de América supuso un enorme impulso económico debido al comercio de ultramar, las exportaciones y las importaciones de productos exóticos. La minería proporcionó grandes cantidades de oro y plata. Se ampliaron los conocimientos sobre fauna y flora. España sirvió como intermediaria de las relaciones comerciales entre América y el resto de Europa.

Los Austrias del Siglo XVII: El Gobierno de Validos. La Crisis de 1640

Los Austrias del s. XVII delegaban las labores de gobierno a personas de su confianza, llamados validos. Con el reinado de Felipe III (1598-1621) se inició esta práctica y su valido fue el duque de Lerma, que llevó a cabo una política pacifista (Tregua de los Doce Años y paz con Inglaterra). Se produjo la expulsión de los moriscos (1609). Tras Felipe III, le sucedió su hijo Felipe IV (1621-1665) que eligió como valido al conde duque de Olivares, el cual intentó crear varios proyectos que fracasaron: proyecto de un banco estatal, unificación jurídica e institucional de la monarquía y creación de la Unión de Armas. El último fue Carlos II, que no tuvo descendencia y tuvo varios validos que no pudieron evitar la decadencia de la monarquía hispánica.

Durante el reinado de Felipe IV, el descontento social y la oposición a la política de Olivares se generalizaron y Felipe IV le apartó de la política. Las rebeliones más destacadas de la crisis de 1640 fueron:

  • La rebelión de Cataluña (1640-1652) fue una revuelta anticentralista causada por los desmanes cometidos sobre la población por parte de los soldados destinados en el frente catalán por la guerra contra Francia, en la que asesinaron al virrey y se rindieron en 1652.
  • La rebelión e independencia de Portugal (1640-1668), que fue de carácter nobiliario, anticastellano e independentista, se debió principalmente a su integración en la monarquía hispánica y al aumento de impuestos, por lo que las Cortes portuguesas proclamaron rey a Juan IV y se reconoció su independencia en 1668 con el Tratado de Lisboa.

La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) y la Pérdida de la Hegemonía Española en Europa

Felipe IV se vio obligado a participar en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), conflicto entre protestantes y católicos que se sucedió en el Imperio Germánico y que acabó siendo europeo, con la hegemonía de la casa de Habsburgo en juego. Todas las contiendas militares europeas se fueron integrando en esta guerra; entre ellas la guerra hispano-holandesa a partir de 1621, año que terminó la Tregua de los Doce Años. Los dos grandes bandos en esta guerra fueron:

  • Los Habsburgo, austriacos y españoles, que pretendían mantener su hegemonía en Europa.
  • Las potencias rivales, lideradas por Francia, que pese a ser católica se alió con los protestantes.

La Guerra de los Treinta Años finalizó con la Paz de Westfalia (1648), que tuvo dos consecuencias importantes para la monarquía hispánica: la independencia de las Provincias Unidas (Holanda) y la pérdida de la hegemonía europea, que pasó a ser de Francia.

España continuó su guerra contra Francia hasta la Paz de los Pirineos (1659), que confirmó el declive definitivo de la monarquía hispánica y supuso la cesión a Francia del Rosellón, la Cerdaña y Artois.

El reinado de Felipe IV se desenvolvió en un escenario de guerra permanente, que dejó al país en un estado de crisis económica y de postración.

Principales Factores de la Crisis Demográfica y Economía del Siglo XVII y sus Consecuencias

Hasta 1680 fue una fase de depresión en Europa. Las causas de la crisis demográfica fueron:

  • Grandes epidemias.
  • Expulsión de los moriscos (1609-1611).
  • Guerras constantes.
  • Dificultades económicas.
  • Hambrunas.
  • Emigración a América.
  • Desplazamiento de la población a la periferia.

Las manifestaciones más evidentes de la depresión económica fueron:

  • La caída de la producción agraria.
  • La disminución de la ganadería bovina.
  • La crisis de la industria textil castellana.
  • El acaparamiento por extranjeros del comercio con América.

El esfuerzo bélico durante el siglo XVII dejó una situación de endeudamiento. Como consecuencia de esta crisis, se produjeron numerosas bancarrotas y creció el número de religiosos y de la nobleza, pero el descenso demográfico y la crisis agraria provocaron una disminución de las rentas señoriales. Por otra parte, la burguesía aspiraba a invertir sus beneficios en tierras, señoríos y rentas fijas (traición de la burguesía). En cuanto al campesinado, fue el sector social más afectado y se produjo el bandolerismo.

Hacia 1680, se inició la recuperación y un cambio de tendencia. Se registró un aumento de la natalidad y se apreció la recuperación de la producción y el comercio. Destacó la figura de los arbitristas: Tomás de Mercado, Martín González de Cellorigo, Sancho de Moncada…

Crisis y Decadencia de la Monarquía Hispánica: El Reinado de Carlos II (1665-1700) y el Problema Sucesorio

Cuando Felipe IV murió en 1665, dejó como único heredero a Carlos II, un débil niño de apenas cuatro años de edad. En el periodo de su minoría de edad (1665-1675), Mariana de Austria actuó como regente y depositó su confianza en Nithard, que actuó como valido. A lo largo del reinado, los validos se sucedieron en el poder (Nithard, Valenzuela, don Juan José de Austria, el duque de Medinaceli, el conde de Oropesa) en un clima de creciente inestabilidad política.

Respecto a la política exterior, una de las primeras medidas del nuevo reinado fue el reconocimiento de la independencia de Portugal en 1668. Más trascendencia tuvieron las guerras entre 1667 y 1697, por la política agresiva y expansionista del rey Luis XIV de Francia. El resultado final fue la pérdida del Franco Condado, la región de Artois, diversas plazas flamencas y Luxemburgo.

Carlos II no tuvo descendencia y fue necesario elegir a un sucesor para el trono español. Los dos candidatos eran el archiduque Carlos de Austria (Habsburgo) y Felipe de Anjou (Borbón y nieto de Luis XIV). Carlos II nombró heredero a Felipe para asegurar la monarquía española con el apoyo de Francia. Sin embargo, el temor europeo a la formación de un bloque hispanofrancés provocó la Guerra de Sucesión española.

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