La Expansión Territorial de la Monarquía Hispánica
La expansión territorial de la monarquía hispánica durante los reinados de los Reyes Católicos, Carlos I y Felipe II tuvo tres grandes objetivos:
La Península Ibérica
En la Península, se incorporaron a Castilla tanto el reino nazarí de Granada en 1492, como el reino de Navarra en 1512.
El Mediterráneo
En el Mediterráneo se conquistaron enclaves en el norte de África como Melilla en 1497 y se ocupó definitivamente el reino de Nápoles, que se incorporó a la corona Aragonesa en 1503.
El Atlántico
En el Atlántico se culminó la conquista de Canarias en 1496 con la conquista de Tenerife y se inició la expansión en América a partir del primer viaje de Colón en 1492.
El Gobierno de los Validos
El Gobierno de los Validos es un término que se aplica a los reinados de los llamados “Austrias menores” (Felipe III, Felipe IV y Carlos II) en el siglo XVII, refiriéndose al importante papel de estos ministros que suplantaron de hecho al rey en las tareas de gobierno.
Sin embargo, los validos ejercieron sus funciones en función de sus intereses particulares, por lo que predominó el nepotismo y la corrupción. De hecho, se considera que sus actuaciones son una de las causas de la crisis de la Monarquía Hispánica en ese siglo.
La Hegemonía Española en el Mundo
Durante el siglo XVI, la Monarquía Hispánica se convirtió en la potencia hegemónica mundial gracias a su gran extensión territorial, producto de la gran herencia patrimonial de Carlos I, y a su gran capacidad financiera debido a los metales preciosos procedentes de las colonias americanas.
La política imperial de ambos reyes estuvo unida a la defensa del catolicismo como principio ideológico, concretado en la época de Carlos I en la idea de “Universitas Christiana” y en el de Felipe II en los preceptos de la Contrarreforma. Esto les hizo enfrentarse a los países protestantes, especialmente los príncipes alemanes, Inglaterra y Holanda, y con la gran potencia musulmana, el Imperio Otomano. El otro gran enemigo de la monarquía fue Francia.
Finalmente, la Monarquía no pudo soportar este enorme esfuerzo, provocando la bancarrota y su entrada en crisis en el siglo XVII.
La Toma de Granada: Importancia Mundial
La Toma de Granada en 1492, que supone el fin de la Reconquista, es importante a nivel mundial por dos razones:
Permitió a Castilla el inicio de la expansión a América.
Compensó la conquista otomana de Constantinopla en 1453, sirviendo de acicate a la Europa cristiana para frenar su expansión.
La Reconquista
La Reconquista es el proceso, desarrollado entre los siglos VIII y XV, por el cual los reinos cristianos del norte peninsular se expandieron hacia el sur a costa de Al-Ándalus. El concepto fue definido por Alfonso II de Asturias (791-842) que justificó la expansión autoproclamándose heredero de la monarquía visigoda.
La Política Exterior de los Reyes Católicos
Los Reyes Católicos tenían como objetivos:
Aislar a Francia.
Establecer políticas matrimoniales con Inglaterra (Catalina con Enrique VIII) y con el Imperio Alemán (Juana con Felipe el Hermoso).
Continuar con la política expansiva anterior. El rey Fernando anexionó el reino de Nápoles (victoria del Gran Capitán sobre Francia) y Castilla ocupó Melilla, Orán, Argel y concluyó la conquista de las Canarias.
Los Decretos de Nueva Planta: Contenido e Importancia
Los Decretos de Nueva Planta, aprobados entre 1707 y 1716 para los reinos de la Corona de Aragón, supusieron la supresión de sus fueros, es decir, de sus leyes e instituciones propias, siendo sustituidas por las castellanas.
Supusieron el fin de la monarquía confederal establecida por los Reyes Católicos y el nacimiento de un estado unificado y centralista, tanto en lo político-administrativo como en lo económico.
Su importancia histórica radica en que a partir de entonces nace España como entidad política unificada y se dio origen a uno de los principales problemas políticos de la España Contemporánea: los movimientos nacionalistas periféricos.
La Guerra de Sucesión Española: Causas, Desarrollo y Resultado
En 1700 muere sin descendencia Carlos II, último rey de la dinastía de los Austrias, dejando como heredero al nieto del rey Luis XIV de Francia, Felipe de Anjou. A ello se opone Carlos, archiduque de Austria, que es apoyado por Inglaterra.
Se inicia así la Guerra de Sucesión entre ambos candidatos, que es a la vez una guerra civil (Castilla frente a la Corona de Aragón) e internacional (Francia y España frente a Austria, Inglaterra, Holanda y Portugal).
En la Guerra Civil vence Felipe de Anjou (conquista de Aragón y Valencia en 1707, ocupación de Barcelona en 1714), mientras que en la internacional se llega a una solución de compromiso en el Tratado de Utrecht de 1713, por el cual se reconoce a Felipe como rey de España (Felipe V) a cambio de la pérdida de los Países Bajos, Milán, Nápoles y Cerdeña (para el Archiducado de Austria), Sicilia (para Saboya) y Menorca y Gibraltar (para Gran Bretaña).
El Despotismo Ilustrado
El Despotismo Ilustrado es el movimiento político que defiende la adopción por parte de las monarquías absolutas de algunos de los principios de la Ilustración, especialmente los referidos a la economía, como un medio de aumentar su poder a través del desarrollo económico que las reformas podrían producir.
Sin embargo, no se adoptan sus principios políticos ni sociales, manteniéndose sin cambios la monarquía absoluta y la sociedad estamental. Su ideario se resume en el lema “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.
Las Reformas Económicas de los Monarcas Ilustrados
Las reformas económicas emprendidas por los monarcas ilustrados en España fueron las siguientes:
El fomento de la aplicación de nuevos métodos productivos a través de la creación de las “sociedades económicas de amigos del país”.
Los intentos de reforma agraria, traducidos en proyectos de leyes que no se llevaron a cabo y en la creación de las Nuevas Poblaciones de Andalucía y Sierra Morena.
El fomento de la industria y la artesanía a través de la creación de fábricas o manufacturas reales.
El fomento del comercio a través supresión de aduanas interiores y la creación del Banco de San Carlos.
La Política Exterior de Felipe II
Felipe II heredó la rivalidad con Francia, a la que venció en la batalla de San Quintín. Contra los turcos otomanos logró la importante victoria de Lepanto. Recibió en herencia Portugal por ser hijo de Isabel de Portugal.
Contra Inglaterra envió la Armada Invencible, intentando invadirla para frenar la persecución anticatólica de la reina Isabel I y las acciones de los piratas. Un temporal fue responsable de su derrota.