La Narrativa Española de 1939 a 1970: Tendencias y Autores Clave


La Narrativa Española desde 1936: Novela 1939-1970

Después de la Guerra Civil, la narrativa española experimenta una ruptura con la narrativa del novecentismo y de la generación del 27. Se impone un nuevo realismo que busca ofrecer al lector un testimonio de la vida contemporánea.

Novela de Posguerra

En este apartado se abarcan tres décadas: los 40, los 50 y los 60.

Década de los 40

1. Novela en el exilio: Autores que tratan principalmente sobre la guerra civil, los odios derivados de la confrontación bélica y el tema de la patria perdida. Algunos abordan temas americanos, lugares donde residieron la mayoría de los autores exiliados. Destacan:

  • Max Aub: Campo cerrado
  • Francisco Ayala: Los usurpadores
  • Ramón J. Sender: Réquiem por un campesino

2. Novela en España: Tras la guerra civil, la novela atraviesa unos años de desorientación. Inicialmente, se inclina hacia temas sobre la guerra, vistos desde la perspectiva de los vencedores. En este contexto, encontramos a:

  • Concha Espina: Retaguardia
  • Agustín de Foxá: Madrid de corte a checa
  • Rafael García Serrano: La fiel infantería

Estas novelas, en muchos casos, son una exaltación católica y nacionalista, atacando a los vencidos. Sus autores podrían ser denominados triunfalistas, como Javier Mariño o Torrente Ballester. También abundaron las biografías noveladas de personajes históricos y de santos.

Surgen autores que cultivan un tipo de novela de realismo tradicional, como:

  • Zunzunegui: La quiebra
  • Ignacio Agustí: Mariona Rebull

Asimismo, sobresale la novela existencialista como reflejo amargo de la vida cotidiana. Los temas principales son la soledad, la inadaptación, la frustración y la muerte. Son novelas realistas en las que el individuo lucha contra el destino o contra las circunstancias. Los personajes son marginales, desarraigados, desorientados y angustiados, revelando el malestar del momento. La censura impide cualquier intento de denuncia social. Las narraciones se desarrollan en ambientes urbanos y se conciben como una reconstrucción del pasado de los personajes con una estructura narrativa tradicional. El espacio y el tiempo se comprimen. En los personajes se impone el uso del lenguaje coloquial.

Los autores más representativos de esta tendencia son:

  • Camilo José Cela: La familia de Pascual Duarte
  • Carmen Laforet: Nada
  • Miguel Delibes: La sombra del ciprés es alargada

Década de los 50

En los años 50, la novela se enmarca dentro del denominado realismo social. La publicación de La colmena marca el paso a este nuevo tipo de narrativa.

  • Es paralela a la poesía social y se caracteriza por un compromiso ético, un testimonio crítico y una denuncia social. Su talante es antiburgués e inconformista, ideológicamente de izquierdas.
  • Se distinguen dos corrientes estéticas: la objetivista y la del realismo crítico. El narrador objetivista busca reflejar, con la máxima veracidad, el comportamiento externo y las palabras de los personajes. El narrador crítico proyecta su ideología sobre los personajes y hace más explícita la denuncia social.
  • Los temas se desplazan de lo individual a lo colectivo (la dura vida en el campo, la miseria de las ciudades). Los personajes son representativos de las distintas clases sociales y están en conflicto con el entorno. Se observa una preferencia por los personajes colectivos.
  • La estructura del relato es lineal. Predomina el diálogo y el tiempo narrado se reduce a un corto espacio de tiempo, como en El Jarama de Sánchez Ferlosio y Duelo en el paraíso de Juan Goytisolo. El lenguaje adopta el estilo de la crónica, desnudo, directo y sencillo. Las técnicas derivadas del objetivismo dominan el panorama narrativo. Destaca la influencia del cine: montaje de la trama, estructuración en secuencias.
  • Rechazo de la novela psicológica. El diálogo ocupa un lugar preeminente, donde el autor recoge el habla viva y característica de cada grupo social representado.

Autores del realismo objetivista:

  • Jesús Fernández Santos: Los bravos (crítica a la situación del país)
  • Ignacio Aldecoa: Con el viento solano (destaca la dura vida del campo)
  • Rafael Sánchez Ferlosio: El Jarama
  • Carmen Martín Gaite: Entre visillos
  • Cela: La colmena (reproduce los suburbios de la ciudad)

Autores del realismo crítico:

  • Juan Goytisolo: Señas de identidad
  • José María Gironella: Los cipreses creen en Dios (tema de la guerra civil)
  • Ana María Matute: Primera memoria (alterna el realismo crítico con una tendencia narrativa propia)
  • Juan Marsé: Últimas tardes con Teresa (aporta elementos renovadores)
  • Eduardo García Hortelano: Nuevas amistades (temas de la burguesía)
  • Miguel Delibes: El camino y Las ratas (ambientes rurales y personajes humildes)
  • Alfonso Grosso: La zanja

Década de los 60

A principios de los 60, el realismo social se agota y los autores tienen cada vez más en cuenta las aportaciones de los grandes novelistas extranjeros, especialmente de los autores hispanoamericanos (Borges o Vargas Llosa). Surge una drástica renovación de fondo y forma que da como resultado la novela estructural o experimental.

Algunos autores llevan al extremo estas técnicas experimentales: intentan destruir el personaje, la acción y el argumento, lo que lleva a textos incomprensibles.

Características de la novela experimental:

  • El relato se estructura en secuencias separadas por espacios en blanco, no en capítulos.
  • El argumento se relega a un segundo plano; se da cabida a lo fantástico y onírico junto a lo real.
  • Las historias se suceden alternativamente (técnica del contrapunto). Cuando los personajes son muchos, se recurre a la técnica caleidoscópica (varias perspectivas).
  • Se propugna la desaparición del autor. La narración llega al lector desde el punto de vista del narrador omnisciente y desde la perspectiva de uno o más personajes. Además de la primera y tercera persona, se usa la segunda persona narrativa.
  • Pierde peso el diálogo a favor del estilo indirecto libre y del monólogo interior.
  • Las descripciones adquieren un valor en sí mismas, a veces de tipo metafórico o simbólico.
  • Los personajes reciben un tratamiento individualizado; en su lucha con la sociedad intentan encontrar su identidad y fracasan.
  • Las historias no se narran cronológicamente; son constantes los saltos temporales del presente al pasado (flashback). La organización del tiempo puede ser caótica.
  • El relato comienza de manera abrupta y tiene un final abierto.
  • El lenguaje incorpora todos los registros del habla (culto, vulgar, sencillo). Se tiende a borrar las fronteras entre la prosa y el verso; el lenguaje poético penetra en la novela. Se explora a través de diversos artificios tipográficos (ausencia de puntuación, inserción de grabados).

Autores destacados de la novela experimental:

  • Luis Martín Santos: utiliza diversas técnicas narrativas como el monólogo interior, el perspectivismo o el desorden temporal. Escribe Tiempo de silencio.
  • Juan Marsé: La oscura historia de la prima Montse recrea las contradicciones del mundo burgués y Si te dicen que caí refleja la miseria moral de la España de los 40.
  • Juan Benet: creador de Volverás a Región, que relata el estado de decadencia de Región, un lugar imaginario que es metáfora de España.
  • Juan Goytisolo: empezó dentro del realismo social con obras como Juegos de manos o Duelo en el paraíso. A partir de Señas de identidad, introduce formas narrativas experimentales. Escribe también Reivindicación del conde don Julián.
  • Luis Goytisolo: se inicia en el realismo social con Las afueras y Las mismas palabras. Emprende un camino de narrativa experimental que incorpora numerosos elementos autobiográficos, como en La cólera de Aquiles.
  • Cela: a finales de los 60, opta por la novela experimental. Escribe San Camilo, 1936.
  • Miguel Delibes: escribe Cinco horas con Mario (un paréntesis de novela experimental en su trayectoria) y Parábola del náufrago (continúa la línea experimental criticando la deshumanización de la sociedad contemporánea).
Década de los 70

Tras varios años de frenesí renovador, la novela vuelve a la escritura tradicional, simplificando las estructuras narrativas.

  • Se recuperan el argumento, la trama y los personajes.
  • Se vuelve al uso de la primera y tercera persona narrativa; se recuperan los diálogos.
  • Los autores abandonan las intenciones ideológicas o políticas; reaparecen las preocupaciones existenciales y la presencia de la intimidad.
  • Se recurre a géneros como la novela negra, el folletín, el relato de aventuras o la novela de ciencia ficción.
  • Algunos autores continúan con el experimentalismo anterior.

Autores destacados de los 70:

1. Experimentalismo:

  • Esther Tusquets: Con la miel en los labios

2. Neorrealismo:

  • Juan José Millás: Cerbero son las sombras
  • Álvaro Pombo, Juan Marsé
  • Miguel Delibes: Los santos inocentes (magistral fusión de realismo crítico y técnica narrativa; denuncia la explotación e ignorancia de unos criados)
  • Cela: Oficios de tinieblas 5 y Cristo versus Arizona
  • Torrente Ballester: La saga/fuga de J.B.

3. Novela histórica:

  • Manuel Vázquez Montalbán: Los mares del sur
  • Eduardo Mendoza: La verdad sobre el caso Savolta
  • Francisco Umbral: Mortal y rosa

Los narradores que empiezan a publicar a partir de los 80 continúan el camino abierto por los anteriores. Salvo en algún caso, se alejan todavía más de las tentativas experimentales, volviendo al realismo. Surge una amalgama de tendencias y géneros en torno a diversos temas, desde el intimista, autobiográfico y erótico, al histórico, político y de aventuras.

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