TEMA 6:
Novela En Los Años 40
En la posguerra, la novela no pasa de un mediocre Realismo, cuando no de un costumbrismo elemental. Algunas obras acentúan la ambientación sórdidas de las acciones violentas. Se ha hablado del tremendismo. Los novelistas se encuentran dentro del campo de los vencedores y se nota en la orientación ideológica de sus obras. Es el caso de las novelas de Zunzunegui (Las ratas del barco), Ignacio Agustí (Un siglo de Cataluña), Rafael García Serrano (Eugenio), Rafael Sánchez Mazas (La vida nueva de Pedrito de Andía), Gonzalo Torrente Ballester o Camilo José Cela.
Gonzalo Torrente Ballester publico en 1943 su primera novela (Javier Mariño) que es una historia de un señorito español enamorado de una joven aristócrata comunista. La menor carga ideológica y la mayor escepticismo se advierten en dos de sus novelas en las que predominan el humor y la fantasía: (El Golpe de Estado de Guadalupe) y (Ifigenia). El Realismo mas tradicional es el molde estético de la trilogía (Los gozos y las sombras).
En la novela de corte destacan dos autores que se alejan de la tónica común de la novela triunfalista o de evasión y dan a sus relatos cierto sesgo existencial. Son Miguel Delibes y Carmen Laforet con la novela (Nada) que tiene una gran repercusión en la sociedad española de la posguerra. (Nada) es la historia de una joven que se va a estudiar a Barcelona y se encuentra dentro de una familia que la acoge con un mundo sórdido y mezquino que revela una realidad exterior degradada y miserable, en el aspecto moral y material.
Novela En los Años 50
En 1954 aparecen las primeras narraciones de Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos y Juan Goytisolo. Dentro de la novela social se distinguen dos corriente diferentes: El objetivismo y El Realismo Critico.
El objetivismo:
Tiene como lejano modelo ka narrativa conductista norteamericana y como referencia mas cercana el coetáneo nouveau Román francés del que coje técnicas como el objetivismo, la narración de tiempos simultáneos… Otros rasgos son que la figura del narrador desaparece o se reduce al máximo, predomina el dialogo, la condensación espacial y temporal y la linealidad narrativa. No existe una gran trama narrativa que se desenvuelve paulatinamente, sino una multitud de pequeñas historias o anécdotas.
El Realismo Critico
Comparte algunos rasgos del objetivismo pero en estas novelas hay una intencionalidad de critica social mas explicita. Los temas tienen un denominador común: La sociedad española contemporánea y sus problemas. Son frecuentes los libros de viaje, en las novelas se suele parcelar esta realidad en diversos ambientes: El mundo rural con sus duras condiciones de vida y su atraso el mundo obrero urbano, la miseria y la marginación de los barrios suburbiales, la vida de la burguésía ociosa, insustancial y despreocupada. La Guerra Civil no es un tema que esta en primer plano. Destacan varios autores:
Rafael Sánchez Ferlosio: Es el autor de la novela objetivista por antonomasia (El Jarama), que es la crónica de un día de asueto dominical de un grupo de jóvenes junto al río Jarama, donde se encuentran con otros excursionistas. La base de la obra son los intrascendentes diálogos de los personajes. De ellos e desprende una visión crítica de la vida española trivial y anodina, el tedio vital se ve roto por la inesperada muerte de una joven ahogada en el rió, lo que le da a la novela cierta transcendencia existencial.
Juan García Hortelano: Es el autor de (Nuevas amistades) que describe la vida abúlica de la juventud universitaria y (Tormentas de verano) que es la indolencia y rutina de un grupo de burgueses que veranean en una playa catalana.
Ignacio Aldecoa: Destaca por sus relatos breves, solo publico cuatro novelas largas (El fulgor y la sangre), (Con el viento Solano), (Gran sol) y (Parte de una historia). En todas sus narraciones busca retratar la vida cotidiana.
Carmen Marín Gaite: Que obtuvo el premio Nadal con (Entre visillos) de unas jóvenes cuya perspectiva es el matrimonio o la soltería. Sus novelas posteriores insisten en la soledad, la incomunicación, los problemas de la pareja: (Retahílas).
José Manuel Caballero Bonald: Es también muy importante poeta escribíó (Dos días de Septiembre) que trata del trabajo en los viñedos andaluces y los conflictos entre trabajadores, bodeguero y terratenientes. Destaca su cuidado lenguaje y su rico léxico. Sus novelas posteriores siguen el camino de la experimentación formal.
Otros autores: Destacan: Jesús Fernández Santos (Los bravos), Antonio Ferres (La piqueta), Armando López Salinas (La mina), Jesús López (Central Eléctrica), Alfonso Grosso (La zanja) y Daniel Sueiro (La criba).
Novela En Los Años 60
Los novelistas abandonan la esperanza de que sus obras tengan repercusión social directa y centran sus esfuerzos en la renovación formal y en la experimentación técnica y lingüística. En 1962 publicó Luis Martín Santos (Tiempo de Silencio) y Mario Vargas (La ciudad y los perros), con lo que comenzó el Boom de la novela hispanoamericana. Desde 1986 hasta el final del franquismo esta es la novela dominante. Las carácterísticas de la novela experimental son: (1) La trama narrativa pierde importancia, el argumento se difumina, se mezclan sucesos verosímiles con otros fantásticos. (2) Se reduce el número de personajes secundarios y el protagonista pasa a ser el centro de la novela. (3) El espacio pierde carácterísticas de la narración tradicional. (4) El tiempo experimenta cambios y se evita el relato lineal. (5) La estructura esta pensada a veces para crear sensación del laberinto textual. (6) El empleo flexible de las personas narrativas la 1ª, 2ª y 3ª persona y un fluctuante punto de vista que adoptan los relatos y el multiperspectivismo. (7) La demolición de los pilares tradicionales de la novela justifica que se habla de la antinovela y (8) El lenguaje se complica: léxico rebuscado, oraciones muy largas y complejas, rupturas sintácticas, también hay frases breves, casi telegráfica y un lenguaje vulgar o coloquial.
Destacan los autores: Luis Martín Santos: Con (Tiempo de silencio) que se convirtió en la pionera de todo el experimentalismo narrativo y rompe con la novela social-realista. En esta obra hay una critica miserable de la sociedad española y de los valores y mitos de la narración.
Juan Benet: Que alcanzo la notoriedad con (Volverás a Regíón) que esta novela es la ruptura más radical con la tradición anterior. Regíón es un lugar imaginario en el que Benet ambientará muchas novelas posteriores. Esta obra tiene una sintaxis difícil.
Juan Goytisolo: Escribíó novelas (Juegos de manos), libros de viaje (Pueblo en marcha) y se sumó a la experimentación con (Señas de identidad) con diferentes personas narrativas, ruptura con las normas de puntuación. Esta obra continúa en una especie de trilogía con (Reivindicación del conde Don Julián) y (Juan sin tierra).
Juan Marsé: Se incorpora a la corriente renovadora con (Últimas tardes con Teresa) que es sátira de la burguésía progresista y de los estudiantes comprometidos de esos años con narrador omnisciente, monólogos interiores, crítica social, humor y sátira. En 1973 publicó (Si te dicen que caí) que fue so obra mas importante.
Luis Goytisolo: La tetralogía Antagonía (Recuento)
También esta Delibes con (Cinco horas con Mario) o Cela con (Oficio de tinieblas 5)
CAMILO JOSÉ CELA
Nacíó en Iría Flavia y murió en 2002. Se encontraba en zona republicana pero pasó a la zona franquista para combatir junto al ejército sublevado. En los años 40 conocíó el triunfo como escritor. Recibíó el Premio Nobel de literatura en 1989, es conocido por sus novelas, escribíó poesía, teatro, ensayo, artículos periodísticos, tomos de memorias y libros de viajes. Destacan (Viaje a la Alcarria). Es un prolífico autor de narraciones breves con los mismos rasgos típicos de sus novelas: ingenio, violencia, sexo. Algunos de sus volúMenes de relatos breves son (Esas nubes que pasan). No es autor de muchas novelas: (La familia de Pascual Duarte), (Pabellón de reposo), (La colmena), (Mrs Caldwell habla con su hijo), (San Camilo 1936), (Oficio de tinieblas 5), (Mazurca para dos muertos).
(La familia de Pascual Duarte): Que narra la historia de un campesino extremeño que condenado a muerte escribe la historia de su sórdida vida llena de asesinatos, violencia y horrores diversos. Se advierten influencias de la novela picaresca, etc. Es un claro ejemplo del tremendismo.
(La colmena): Es la mejor obra, utiliza el personaje colectivo, trata de la vida de más de 300 personajes cuyas peripecias se van desgranando de un modo peculiar. Tiene una múltiple secuencias o viñetas en la que se salta de unos personajes a otros y de unos sitios a otros, hechos que ocurren de manera simultánea. Este ir y venir de personajes que se cruzan ofrece un panorama colectivo de la vida en Madrid de los primeros años de posguerra. Toda la novela transcurre en poco más de dos días y los espacios se reiteran y son siempre los centros típicos de las relaciones sociales de la época. Pretende fijar el tiempo en un eterno ahora y refleja la monotonía, la rutina y la ausencia del cambio. Esa visión de la sociedad española no significa que haya un Cela rebelde sino una distancia escéptica.
(Pabellón de reposo): Que reproduce los mónologos de varios enfermos en un sanatorio para tuberculosos. Se señala el procendte de (La montaña mágica de Thomas Mann).
(Mrs. Caldwell habla con su hijo): Que es el mónologo de una mujer al borde de la locura que a través de imaginarias cartas se dirige a su hijo muerto.
(San Camilo 1936): Que reitera temas obsesivos en la prosa de Cela el sexo, la violencia. Es la estética tremendista expresada en moldes propios de la renovación novelística de la España de los 60: Monólogo interior, prosa barroca…
(Oficio de tinieblas 5): Que es una acumulación surrealista sin acción de reflexiones, aforismos, monólogos, con las constantes de pesimismo y obsesión sexual.
(Mazurca para dos muertos): Con ecos estilísticos y temáticos de (Cien años de soledad) de Gabriel García Márquez que regresa a los años de la Guerra Civil pero ahora en su Galicia natal.
Miguel Delibes
Nacíó en Valladolid en 1920 y murió en el 2010. Antes se había vinculado al periódico El Norte de Castilla. En 1947 obtuvo el Premio Nadal con su primera novela, fue subdirector y director de este periódico al que imprimíó una orientación liberal en la que no faltaban las reivindicaciones sociales y en 1993 se le concedíó el Premio Cervantes. Sus primeras novelas (La sombra del ciprés es alargada) y (Aún es de día) que muestran a un narrador inexperto que es seguidor del Realismo tradicional que cede a la tentación de intercalar digresiones moralizantes.
Después de escribir (Mi idolatrado hijo Sisí), (Diario de un emigrante) y (La hoja roja), escribíó una de sus grandes obras (Las ratas) que es un desolado cuadro de un misérrimo pueblo castellano sin apenas acción con desarrollo argumental mínimo. Su estructura es en torno a una pluralidad de personajes con los que el narrador se va identificando alternativamente, tiene un lenguaje muy rico, abunda el léxico campesino y se hace una visión del campo de Castilla alejada de los escritores del 98 y resalta la dureza, la sequedad y la pobreza.
(Cinco horas con Mario) trata de una mujer que habla en su imaginación con su marido la noche que la que vela el cadáver, es un retrato de la mediocridad, convencionalismo y trivalidad dela vida burguesa.
(Parábola de un náufrago) que es una parodia del Vanguardismo del momento y sus obras: (El príncipe destronado), (La guerra de nuestros antepasados) y (El disputado voto del Sr. Cayo) siguen una narrativa más tradicional. Otra novela suya clave es (Los santos inocentes) donde describe el mundo campesino… Y de sus ultimas obras las importantes son: (Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso) o (El hereje).
TEMA 7:
EL TEATRO DE LOS AÑOS 40 (POSGUERRA)
El teatro de la posguerra se resume en:
TEATRO CONTINUISTA
Dominio de un tipo de alta comedia en la línea de Benavente y los principales representante son: Pemán, Luca De Tena, Edgar Neville y Calvo Sotelo.
TEATRO DE HUMOR RENOVADO
Aquí encontramos lo que puede ser lo mas interesante de esos años: La línea que va de Jardiel Poncela (Eloísa está debajo de un almendro) a Miguel Mihura (Tres sombreros de copa). El nuevo teatro de humor presenta facetas que se han considerado como precedentes del teatro absurdo. (Tres sombreros de copa) no se estrenó hasta 1952 recibiendo el premio nacional de aquella temporada, constituye una de las cimas del teatro español contemporáneo. Dionisio que es el protagonista ha vivido inmerso en un mundo convencional y gris en el que va a instalarse definitivamente mediante su matrimonio. Pero en una noche surge lo imprevisto: de la mano de Paula descubre otro mundo, otra vida. Se enfrentan dos mundos y dos concepciones de la vida: una vida prosaica y ridícula frente a una vida poética y hermosa. En esta obra no encontramos un enfoque social sino un rechazo absoluto de las convenciones y la hipocresía. Lo que pudo ser tragedia quedó en una farsa.
TEATRO CON PREOCUPACIONES EXISTENCIALES
Es el nacimiento de un teatro inconformista, en una corriente existencial. Dos fechas son significativas: 1949 que se estrena (Historia de una escalera) de Buero Vallejo y 1953 que se estrena (Escuadra hacia la muerte) de Alfonso Sastre. Obras como estas significan que hay algo más, algo que quiere hacerse un sitio en la escena, frente a la convencíón tradicional y a la trivalidad. Es una dramaturgia decididamente encarnada con las inquietudes del momento. Ambos autores cultivarán este teatro existencial. Luego en 1955 iniciarán un teatro social paralelo a lo que está sucediendo en otros géneros literarios.
EL TEATRO DE LOS AÑOS 50 (TEATRO REALISTA Y SOCIAL):
En los 50 unos autores continúan el camino iniciado por Buero Vallejo y Alfonso Sastre y desarrollan una dramaturgia que evoluciona hacia nuevas orientaciones estéticas. Sus carácterísticas son: (1) La predilección por temas como la injusticia social, la violencia… (2) Preferencia por las formas dramáticos realistas-naturalistas, la farsa y el sainete. (3) La utilización de un lenguaje violento, directo y sin eufemismos. (4) Los protagonistas se caracterizan como victimas que aparecen en una situación de callejón sin salida y que en la mayoría de casos son destruidos por la sociedad. (5) El rechazo de las vanguardias y del teatro del absurdo.
Los principales representantes son: Rodríguez Méndez con (Los inocentes de la Moncloa), Carlos Muñiz con (El tintero), Laura Olmo con (La camisa) y Martín Recuerda con (Los salvajes en Puente San Gil).
EL TEATRO EN LOS AÑOS 60 Y 70 (TEATRO EXPERIMENTAL)
El teatro realista y social sigue siendo defendido durante los años 60 pero a la vez otros dramaturgos se han lanzado hacia una renovación de la expresión dramática superando el Realismo y asimilando las corrientes nuevas y experimentales del teatro extranjero. Surge una nueva vanguardia en la escena española y los representantes son: Francisco Nieva con (Pelos de tormenta), Martínez Mediero con (Las planchadoras), Fernando Arrabal con (Los hombres del triciclo).
(Los hombres del triciclo) es uno de los fundadores del teatro pánico, que es un teatro crítico que trata los mismos temas que los autores realistas (la libertad…) pero con una estética diferente, se caracteriza por el empleo de lo grotesco, por la constante fusión de elementos opuestos y por la búsqueda del impacto y del escándalo en el espectador. Potencia al máximo los elementos extraverbales (escenografía,…). Rechaza el Realismo e incorpora elementos simbólicos o alegóricos, busca la experimentación de nuevas formas dramáticas y concibe el teatro como un espectáculo colectivo. En esta etapa tiene gran importancia los grupos de teatro independiente, son conjuntos de actores, directores y autores organizados a modo de cooperativas que recorren el país. Algunos son: Els Joglars, Tábano,…. A ellos se deben los cambios en la representación: (1) Revalorización del espectáculo como una labor de conjunto de diversas artes. (2)Consideración del texto teatral como mero apoyo del espectáculo integral. (3)La preparación del actor en el campo de la expresión corporal y no solo de la interpretación.
Antonio BUERO VALLEJO
Es uno de los principales dramaturgos del Siglo XX, tiene como tema común la tragedia del individuo, analizada a punto de vista social, ético y moral. Es un trágico, pero la tragedia tiene una doble función: inquietar y curar. Su temática gira en torno al anhelo de realización humana y a sus dolorosas limitaciones: la búsqueda de la felicidad, de la verdad, de la libertad, se ve obstaculizada y a menudo rota por el mundo concreto en que el hombre vive. Esta temática ha sido enfocada por Buero en un doble plano: el existencial y el social.
CLASIFICACIÓN DE SU OBRA
Teatro Simbolista:
(En la ardiente oscuridad) es una tragedia de compleja significación: sus personajes, ciegos, encarnan la resignación o la rebeldía ante su dolorosa condición, símbolo de la miseria existencial o de la alienación social; y la dialéctica cuestión que plantea el autor es si debemos aceptar nuestras limitaciones y tratar de ser felices con ellas. Otra obra de corte simbolista es (La tejedora de sueños) que es una recreación del mito de Ulises y Penélope.
Teatro de crítica social: Estas obras analizan la sociedad española con todas sus injusticias, mentiras y violencias. Pertenecen (Historia de una escalera), (Las cartas boca abajo) y (El tragaluz) que es una de sus mejores obras. Desde un futuro, dos “investigadores” proponen al espectador un experimento: volver a una época “pasada” (el Siglo XX) para estudiar el drama de una familia cuyos miembros adoptaron posturas distintas en una Guerra Civil.
Dramas históricos. La anécdota histórica es un pretexto para plantear candentes problemas actuales, sorteando a la censura. Pertenecen (Un soñador para un pueblo) sobre Esquilache que es unhombre que sueña con un futuro mejor para España, y se estrella contra la rutina y los intereses reaccionarios. (Las Meninas) sobre Velázquez, que representa al artista amante de la verdad y de la justicia, combatido por la hipocresía y la corrupción. (El concierto de San Ovidio) que es otro drama de ciegos, que ahora son símbolo de los oprimidos por explotadores sin escrúpulos. Los temas son la explotación del hombre por el hombre y la lucha del hombre por su libertad. (El sueño de la razón) que se sitúa durante la ola de terror desencadenada por Fernando VII en su lucha contra los liberales, el protagonista es Goya, cuya su sordera se convierte en el símbolo de la soledad y derrota de un hombre oprimido y humillado por las circunstancias del momento.
TÉCNICA TEATRAL:
Desde un punto de vista escénico, las últimas obras presentan indudables novedades técnicas:
(1)Obligar al espectador a “ver” la realidad desde el punto de vista de determinados personajes, (2)La mezcla de lo real y lo imaginario. (3)La ruptura del desarrollo cronológico.
Personajes
Tienen las siguientes carácterísticas: (1)Presentan alguna tara física o psíquica. (2)Son caracteres complejos. (3)A lo largo de la obra experimentan un proceso de transformación.
La crítica los ha distinguido entre personajes activos y contemplativos: Los activos carecen de escrúpulo y actúan movidos por el egoísmo o por sus bajos objetivos, no son personajes malos. No hay diferencia entre personajes buenos y malos. Los contemplativos se sienten angustiados. El mundo en que viven es demasiado pequeño. Se mueven en un universo cerrado a la esperanza. A pesar de ser conscientes de sus limitaciones (sueñan un imposible) están irremediablemente abocados al fracaso, nunca ven materializados sus deseos.
TEMA 8:
Panorama general:
Salvando las distancias, la poesía española posterior a 1975 evoluciona de forma muy similar a otros géneros, pues se observa un importante descenso de la experimentación. En el caso de la poesía, a pesar de que el auge de los “novísimos” estaba muy reciente (la antología de Castellet es de 1970), se notó muy pronto que el culturalismo estaba en franca decadencia. Los propios “novísimos” o los llamados “postnovísimos” emprendieron caminos que se alejaban del mismo o, al menos, que lo atenuaban. Así se aprecia, por ejemplo, en Noche más allá de la noche (1982) de Antonio Colinas o en Marginados (1993) de Luis Antonio de Villena.
Cuando los poetas más jóvenes empiezan a publicar en los primeros años de la democracia, ya no tienen como referentes a los “novísimos”, sino que se vuelven a generaciones anteriores:
-Revisan la tradición y se fijan en poetas que, según ellos, no han recibido la atención que merecían, como Manuel Machado, María Zambrano, Rafael Alberti o Gerardo Diego.
– Leen poesía europea y americana (Paúl celan, W. B. Yeats, Auden, Eliot).
– Encuentran sus modelos en José Hierro y, especialmente, en los autores de la generación del medio siglo, sobre todo en Gil de Biedma, Ángel González, Francisco Brines y José Ángel Valente. Estos autores, además, siguen publicando, y muchos de sus títulos principales se editan en estas fechas (Deixis en fantasma de González, El fulgor, de Valente, o Cuaderno de Nueva York, de Hierro). Comienzan a convertirse en clásicos y suelen agrupar ya sus libros en obras completas (Las personas del verbo, de Gil de Biedma, por ejemplo).
Aunque es difícil señalar tendencias en la poesía, tanto por el poco tiempo transcurrido como por las grandes diferencias entre poetas y el ingente volumen de poesía editada, destacan, al menos, dos grandes corrientes que se describen a continuación.
La poesía de la experiencia:
En 1983, el periódico “El País” publica un manifiesto firmado por tres poetas granadinos: Luis García Montero, Álvaro Salvador y Javier Egea. En él reivindican, en clara oposición al culturalismo novísimo, una “nueva sentimentalidad” más cotidiana y sencilla. A sus postulados se unirían, después, otros muchos poetas destacados, Carlos Marzal, Felipe Benítez Reyes o Jon Juaristi, entre otros, que han acabado agrupados bajo el nombre de “poetas de la experiencia”. Sus rasgos comunes son:
Poesía urbana (habitaciones de hotel, bares de copas, ruido del tráfico, conversaciones telefónicas…)
Tendencia a la ficcionalización del yo poético y al distanciamiento irónico.
Poesía narrativa.
Tematización del desencanto.
Lenguaje directo, sencillo y conversacional.
Libro orgánico.
Relectura de la tradición: imitación.
Retorno a los temas “realistas”.
Títulos destacados son Habitaciones separadas y Completamente viernes, de Luis García Montero, y Paraísos y mundos, antología poética de Felipe Benítez Reyes, que reúne sus poemas escritos entre 1979 y 1991.
A mediados de la década, un conjunto de autores que se agruparon bajo lo que ellos mismos denominaron “poetas de la diferencia” (Gregorio Morales o Fernando de Villena), reivindicaron la independencia y libertad literarias, frente a la poesía de la experiencia o “figurativa”, que consideraban tendencia dominante, protegida, tal y como afirmaban en sus poéticas y textos teóricos, por los poderes públicos.
En los años 90, esta tendencia “figurativa” ira enriquecíéndose con los aportes de otros veneros. Sus autores fundacionales fueron derivando hacia un tipo de poesía formalmente más exigente, que sin abandonar las temáticas urbanas, incluye referencias culturalistas y hasta cierto irracionalismo, como en el caso de Benjamín Prado (Un caso sencillo). Algunos poetas tienden a una cierta conciliación de posturas, en la que se incluyen poetas como Jorge Riechmann, los últimos libros de Carlos Marzal y Vicente Gallego. Riechmann evoluciona desde una poesía metafísica y hermética (Cántico de la erosión) hasta una comprometida con la sociedad (El día que dejé de leer El País). Gallego comenzó con un periodo reflexivo (La luz, de otra manera) al que fue incorporado meditaciones sobre la vida actual y las relaciones de pareja (La plata de los días).
La poética del silencio:
En claro contraste con la corriente anterior se sitúa la denominada “poética del silencio”, también llamada “poesía metafísica” y “neopurismo”. Sus principales rasgos son:
–Esencialismo. Se trata de una poesía minimalista, con tendencia a la brevedad y la concisión absolutas. En ella cobran suma importancia los espacios entre palabras, pues hace falta la pausa del silencio para captar su significado.
– Fragmentarismo y depuración absoluta del lenguaje. Tendencia a la captación del instante que se desvanece rápidamente.
– Influencia de la mística y del pensamiento oriental.
– Magisterio de Paúl Celan, George Steiner y, por supuesto, de José Ángel Valente.
– Consideración de la palabra, aun así necesaria, como imperfección del silencio. La experiencia poética, igual que la mística, es intraducible.
– Carácter metafísico del poema.
Algunos poetas y títulos representativos de esta corriente son: Miguel Casado (Inventario), Olvido García Valdés (Ella, los pájaros) o Andrés Sánchez Robayna (La roca). Conviene añadir al gran poeta leónés Antonio Gamoneda, quien, aunque por edad suele agruparse con los poetas del medio siglo, comienza a ser muy valorado a raíz de Edad y Libro del frío.
Otras tendencias:
El neosurrealismo
. Surge, asimismo, una corriente de poesía enmarcada en el irracionalismo, alejada de los postulados de la poesía de la experiencia. Dentro de este grupo destacan poetas como el leónés Juan Carlos Mestre, Blanca Andreu (De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall) o Fernando Beltrán, cuyo Aquelarre en Madrid supone un claro ejemplo de poesía rupturista con el pasado culturalista y una apuesta por la vanguardia poética. Posteriormente su poesía se orientará también por el lado social, aunque sin abandonar nunca un cierto irracionalismo y Surrealismo. Otros nombres asociados a la corriente irracionalista son Luisa Castro, Amalia Iglesias o Ángel Petisme.
Poesía visual. En un año marcado por la exposición dedicada a este “género” en el MUSAC de León debemos recordar su importancia en estas décadas. Los autores “mayores” como Francisco Pino o Joan Brossa han ejercido estos años su magisterio sobre José Miguel Ullán (Ardicia) o Justo Alejo.
Poesía épica. Destacan los nombres de Julio Martínez Mesanza (Europa), Julio Llamazares y Juan Carlos Suñén. En esta poesía de formas y tono clásicos se ofrece una versión íntima y decadente de una historia en la que el innominado y anónimo héroe, enmarcado por leyendas y tradiciones culturales diversas, es también un antihéroe, el vencedor un vencido y la víctima un verdugo, de forma que el fundamento último de esta poesía es moral.
Realismo sucio. Con el modelo norteamericano de Raymond Carver, pero bajo la influencia más notable de Charles Bukowski, esta tendencia, que tiene en Roger Wolfe (Días perdidos en los transportes públicos) y Pablo García Casado a sus principales valedores, se caracteriza por centrarse en explorar, con un lenguaje directo y a veces soez, emociones que redundan en el hastío y el desengaño.
Una nueva tendencia, a quien parte de la crítica ha venido a denominar poesía de la conciencia, se forma en una poesía de fuerte raigambre social, alrededor tanto de los encuentros poéticos organizados en Moguer con el nombre de “Voces del extremo” como a través de diversos movimientos de izquierda anticapitalista. Autores en esta línea serían Antonio Orihuela, Isabel Pérez Montalbán y, fundamentalmente, Jorge Riechmann (El común de los mortales).