La novela y el cuento hispanoamericano en la segunda mitad del siglo XX
1. Contexto histórico y social
Los países hispanoamericanos, que lo harán en 1989, logran su independencia en la primera mitad del siglo XIX. La utopía de la libertad y sus enormes recursos naturales suponen, sino otra dependencia. La mayoría de las naciones soporta, desde su independencia, una situación de sobresalto político: los periodos democráticos se ven truncados por constantes golpes de estado militares y se reproducen los movimientos revolucionarios y las guerrillas.
Las claves de la política social y económica de Hispanoamérica se resumen, por tanto, en la explotación social, la pobreza, la desigualdad económica y la inseguridad política.
2. La narrativa hispanoamericana: novela y cuento
Alcanzan su mayor apogeo en la segunda mitad del siglo XX. Varias etapas:
2.1. Realismo tradicional
Hasta 1940, la narrativa se mantiene dentro del realismo tradicional, muy costumbrista en ocasiones. Destaca la novela indigenista, un tipo de narración social que plantea el problema de la marginación del indio americano. En los años 40 y 50 surge una nueva concepción de la realidad que ponía en duda la capacidad del hombre para entender el mundo por medio de la observación y la razón. Así mismo, las transformaciones en la vida social y la influencia de los novelistas renovadores de la literatura europea y norteamericana favorecerán el nacimiento de la llamada nueva novela.
2.2. Realismo renovador o “realismo mágico”
A) Rasgos generales
Esta “nueva novela” supondrá la aparición del nuevo mundo urbano y la atención a los problemas humanos. También lo local irá dejando paso, poco a poco, a los temas y símbolos de alcance universal. Pero la característica más importante de la nueva tendencia es la incorporación de elementos fantásticos o maravillosos: la poetización de la realidad y la naturalización narrativa de lo maravilloso.
B) Temas y técnicas narrativas
- Compromiso con el ser humano y sus problemas. De aquí derivan las novelas existenciales. Ejemplos serían las novelas de Juan Carlos Onetti: El astillero y la de Ernesto Sábato: El túnel.
- Compromiso con la historia convulsa del continente americano, de donde derivan las novelas sociales, entre las que destacan las “novelas de dictador”, tendencia iniciada por Miguel Ángel Asturias con El señor presidente (1946) y continuada por otras obras como El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez o Yo, el supremo de Augusto Roa Bastos (1974).
- Otro motivo recurrente es la metaficción. Así, Rayuela (1963) de Julio Cortázar es un ejemplo.
- El humor, cuyo tratamiento varía desde la sátira mordaz al humor lúdico.
- Finalmente, el erotismo en todas sus dimensiones, más o menos convencionales.
Las innovaciones afectarán al discurso y a las técnicas narrativas. Las características son la ruptura de la estructura tradicional de la novela. Destaca la ruptura de la linealidad temporal, la introducción de un tiempo subjetivo y la combinación de voces narrativas y puntos de vista diferentes.
Autores y tendencias
Tres autores abrirán el camino de esta nueva narrativa. Éstos son: el guatemalteco Miguel Ángel Asturias cuya obra El señor presidente de 1946, el cubano Alejo Carpentier, renovador temprano con El reino de este mundo (1949) y consagrado a partir de 1953 con Los pasos perdidos, y el argentino Jorge Luis Borges cuyas obras Ficciones (1944) y El Aleph (1949).
Hay que destacar que antes del “boom” de los 60, Juan Carlos Onetti ya había publicado sus primeras novelas, Ernesto Sábato El túnel (1948) y Juan Rulfo toda su obra: la colección de cuentos de El llano en llamas y su magistral novela Pedro Páramo (1955).
2.3. El “boom” hispanoamericano y la novela experimentalista
En los años 60 se produce el fenómeno llamado “boom de la novela hispanoamericana”. Supone la integración definitiva de lo fantástico y lo real.
A) Causas y rasgos del “boom”
Hay que añadir a las causas del boom el respaldo que la nueva novela recibió de las editoriales españolas, francesas y latinoamericanas. Otro factor determinante del “boom” fue la coincidencia en pocos años de muchas novelas magistrales.
En cuanto a sus rasgos, en general, se intensifican los del realismo mágico.
- Hay un mayor interés por el medio urbano.
- Prosigue la mezcla de lo fantástico y la realidad.
- Se intensifica la renovación técnica y la experimentación formal.
- Se tiende a la narración textual y discursiva, con incidencia en la experimentación del lenguaje.
B) Obras y autores más destacados
La ciudad y los perros (1961) de Vargas Llosa; El astillero (1961) de Onetti; Sobre héroes y tumbas (1962) de Sábato; El siglo de las luces (1962) de Carpentier y Cien años de soledad (1967) de García Márquez. Son estas novelas las que despertarán la atención de Europa y del mundo en general hacia la narrativa hispanoamericana.
De todas ellas, quizás sea Cien años de soledad la que ha alcanzado mayor reconocimiento internacional (es la obra más leída en castellano después del Quijote). La obra, considerada el culmen del realismo mágico, ha recibido varias interpretaciones:
- Como metáfora de la condición humana.
- Como novela de denuncia social.
2.4. El “postboom” o la “novísima narrativa”
A) Rasgos generales
A mediados de la década de los 70 se observa en la literatura hispanoamericana un cambio de rumbo que predomina en los 80. Si la novela nacía vinculada a las nuevas esperanzas revolucionarias, esta se vincula a la época de la desilusión ante el fracaso de los proyectos democratizadores. En líneas generales se observa una mayor confianza en la capacidad del ser humano para percibir la realidad y en el lenguaje para contarla; la presencia de vivencias cotidianas; la recuperación del realismo y el auge de la literatura testimonial y de la narrativa femenina.
B) Temas y técnicas narrativas
- En cuanto a la temática, destaca la denuncia social, la ideológica o política.
- En este sentido, cabe señalar el auge de la literatura testimonial:
- El exilio interior y exterior fue motivo inspirador de muchos autores.
- Tema histórico en novelas que pretenden construir un discurso distanciador con respecto a la historiografía oficial: Gringo viejo (1985) de Carlos Fuentes.
- Otra temática novedosa la representa la incorporación de la cultura popular, las drogas y el sexo: el argentino Manuel Puig con La traición de Rita Hayworth.
- El tema del amor, el mundo de los sentimientos y el erotismo es representativo tanto de autores nuevos como de algunos consagrados.
- La presencia del humor: el humor subversivo y paródico de Severo Sarduy, el humor negro y satírico de Fernando de Paso.
- En cuanto a las técnicas narrativas, cabe señalar la convivencia de dos tendencias principales:
- La primera representada por novelas realistas, de fácil lectura, con predominio de la trama, preferencia por la linealidad temporal y ausencia de discursos metaficcionales.
- La segunda tendencia se caracteriza, contrariamente, por la exacerbación de la experimentación, la ausencia de trama argumental, la presencia de metaficción y una gran preocupación por la elaboración del lenguaje.